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China dejaría de comprar bonos del tesoro de EU

Además de tarifas de represalia, el embajador de China en EU dijo que su gobierno estudia todas las opciones para responder a Washington.

China impuso aranceles a productos originarios de Estados Unidos y no descartó reducir compras de deuda del gobierno estadounidense.

La primera acción, el establecimiento de aranceles de hasta 25% en 128 productos estadounidenses, fue difundida tras las tarifas de 25% que fijó el gobierno del presidente Donald Trump a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio de China.

Trump autorizó además aranceles de 25% sobre importaciones a productos originarios de China por un valor de 60,000 millones de dólares anuales como compensación por supuesto robo de derechos de propiedad intelectual en China.

Después de conocerse ambas decisiones de la Casa Blanca, el embajador de China en Estados Unidos, Cui Tiankai, dijo: “Estamos estudiando todas las opciones”, en respuesta a una pregunta de Bloomberg sobre si China está considerando reducir sus compras de deuda pública estadounidense.

“Creemos que cualquier medida unilateral y proteccionista perjudicaría a todos, incluido el propio Estados Unidos”, dijo Cui. “Ciertamente dañaría la vida cotidiana de la clase media estadounidense, las empresas estadounidenses y los mercados financieros”.

China es el mayor tenedor de la deuda del gobierno de Estados Unidos, con 1.17 billones de dólares a fines de enero, lo que representa 19% de la propiedad extranjera. Nunca antes un funcionario de alto rango como Cui insinuó sobre la reducción de las compras del Tesoro. Los esfuerzos de China por expandir su influencia económica a nivel mundial son un área de preocupación para los políticos de Estados Unidos, incluida su iniciativa Belt and Road, para financiar y ayudar a construir proyectos de infraestructura en Asia, África, Europa y otros lugares.

De acuerdo con una investigación del Congreso estadounidense, muchos analistas sostienen que China podría usar la iniciativa para impulsar sus industrias que enfrentan exceso de capacidad (como el acero), ganar nuevos mercados en el extranjero, influenciar a otros países para adoptar el modelo económico de China y expandir el “poder blando” de China en los numerosos países que pueden operar la iniciativa.

Según el gobierno estadounidense, las publicaciones oficiales del gobierno chino y del Partido Comunista de ese país establecen ambiciosas políticas industriales relacionadas con la tecnología de China. Estas políticas se deben en gran parte a los objetivos de dominar su mercado interno y convertirse en un líder mundial en una amplia gama de tecnologías, especialmente tecnologías avanzadas.

Las políticas industriales de China reflejan un enfoque descendente y dirigido por el estado para el desarrollo de tecnología y se basan en conceptos tales como “innovación indígena” y “reinnovación” de tecnologías extranjeras, entre otros.

El gobierno chino considera el desarrollo tecnológico como parte integral de su desarrollo económico y busca alcanzar el dominio interno y el liderazgo global en una amplia gama de tecnologías por razones económicas y de seguridad nacional.

En consecuencia, China busca reducir su dependencia de las tecnologías de otros países y avanzar la cadena de valor, desde la fabricación de bajo costo hasta convertirse en un “poder global de innovación en ciencia y tecnología”.

solicitan consultas

EU y China llevan guerra comercial a la OMC

La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) solicitó el viernes consultas con China en la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre medidas que supuestamente impiden que los titulares extranjeros en China protejan su propiedad intelectual y negocien condiciones de licencia y contrato basados en el mercado.

Esta acción forma parte de una determinación tomada por el presidente Donald Trump en el marco de la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 de Estados Unidos, que le brinda una serie de facultades para hacer cumplir los acuerdos comerciales, resolver disputas comerciales y abrir mercados extranjeros a bienes y servicios estadounidenses.

Paralelamente, Trump impuso aranceles de 25% sobre importaciones a productos originarios de China por un valor de 60,000 millones de dólares anuales, lo que representa aproximadamente 12% del total de las compras externas estadounidenses desde ese país asiático.

En contraposición, el gobierno de China replicó el sábado que, con esa acción, es Estados Unidos quien viola las normas de la OMC.

La USTR arguyó que China incumple sus compromisos asumidos en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio.

Estados Unidos presentó solicitud de consultas con China en la OMC para abordar los requisitos discriminatorios de licencia de tecnología de China. La solicitud se produjo un día después de que Trump anunció que estaba encargando a la USTR iniciar un caso en la OMC para confrontar a China sobre sus políticas que resultan en un trato injusto para las empresas e innovadores estadounidenses que intentan hacer negocios en China. (Roberto Morales)

rmorales@eleconomista.com.mx

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