Ciudadanos de seis países construyen casas en Nayarit

Jamalia Salim viajó dos días, desde Singapur, para venir a Chulavista, una comunidad situada a 60 kilómetros al norte de Puerto Vallarta, para hacer mezcla, pegar ladrillos, acarrear agua, y así ayudar a levantar la nueva vivienda de Carmen Valdez y sus hijas, Jocelyn y Esmeralda, de 4 y 2 años, beneficiarias de un crédito de Hábitat para la Humanidad, con quien Delta Air Lines ha cimentado una alianza para construir más de 240 casas en 23 países a lo largo de 15 años, y a la cual, por tercera ocasión, se suma Aeroméxico.

Salim, de 37 años, es la coordinadora del Master Control Room de Delta en Singapur, y aunque piensa que lo que ella está haciendo no es nada comparado con lo que muchos otros hacen , tiene la esperanza de poder inspirar a otros a hacer algo bueno en favor de los demás .

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Como ella, otros 65 voluntarios de Delta Aeroméxico, provenientes de seis países, realizaron la misión número 13 de Construcción Global (Global Build 2017) durante diez días, en jornales de ocho horas, metidos en este poblado de cultivadores de piña, de apenas 256 habitantes, en la periferia de la glamorosa Riviera Nayarita, empleándose como chalanes, apoyando a los futuros propietarios en las tareas de edificación de seis viviendas, dirigidos por un maestro albañil experto, quien supervisa la obra.

Como en el tequio prehispánico, esta forma de solidaridad que consiste en trabajo colectivo gratuito de unos en favor de otros y, que aún perdura en muchas comunidades indígenas de México, la compañía aérea facilitó esta experiencia como un estímulo para sus empleados durante los primeros días de abril, para hacer realidad el sueño de estas familias campesinas de tener una casa propia y segura.

Este proyecto hace parte del programa de Responsabilidad Social de la empresa, y nos permite sensibilizarnos, acercarnos a una realidad y colaborar; es un modelo que nos facilita una experiencia que de otra manera no tendríamos , comenta Rodrigo Serrat, gerente de Responsabilidad Social Corporativa de Aeroméxico.

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Como él, otros empleados provenientes de Estados Unidos o de Chile, como Juan Carlos Rodela, José Manuel Macías, Natalia Castañeda y Lauretta Martínez, expresan que es inspirador este programa y que se sienten agradecidos con la empresa y con la comunidad al estar aquí.

Un diablo generoso

Aunque no todos son tan jóvenes, a Ron Berg, a sus 66 años, no le falta el vigor. Yo soy el diablo , me dijo en español en cuanto cruzamos las miradas. And this is Julie, Diablo´s wife . Esta pareja de aventureros de Minnesota, ha viajado lo indecible: 3,000,000 de millas en 30 años. Pero ahora no vinieron de vacaciones, están haciendo mezcla y poniendo bloques de cemento, como todos, porque Ron, cliente distinguido del Diamond Medallion, ganó el derecho de participar en la experiencia del Global Build 2017 gracias a la donación de 321,000 millas a través de la subasta en línea de SkyMiles Experiencies de Delta en favor de un programa de salud infantil.

Pasión por nuestro prójimo

Mike Medeiros, director ejecutivo de Operaciones y Mantenimiento de Delta Aeroméxico, con apenas dos semanas en México, participa en esta misión y se lo ve entusiasmado: estamos muy satisfechos y agradecidos de poder servir en las comunidades donde vivimos y trabajamos, y de poder devolverles algo de lo mucho que ellos nos dan, porque lo que nos une a todos es la pasión por nuestros prójimos , dice.

Al paso de los días, los pies de casa van tomando forma, y van apareciendo al interior de los muros, las dos habitaciones, la sala-comedor y la cocina, el baño, dibujando sonrisas cansadas en sus futuros moradores, como Carmen y su esposo Manuel, a quienes el techo de palma y nylon, de la choza que aún habitan, se les ha venido encima en dos ocasiones.

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Como antes en Puebla y Yucatán, la tercera misión en México, ahora en Compostela, Nayarit, concluyó exitosa. Y aunque esta actividad se realiza una vez al año, en el 2017 Delta Aeroméxico ha decidido volver el próximo octubre a la misma comunidad para ayudar a construir otras seis casas.

Otros voluntarios vendrán a realizar las mismas faenas, inspirados por sus colegas, a llenarse las manos de cal y cemento, a sudar la gota gorda por una semana y al final del día, como dice Jamalia, a dejar que el mar se lleve el dolor y el cansancio y nos deje una gran satisfacción en el corazón.

fdeandac@gmail.com