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Como la vacuna Covid-19 oral, Genomma Lab busca más opciones disruptivas

Rodrigo Herrera, presidente de Consejo de Genomma Lab, dijo a El Economista que vienen avances tecnológicos muy disruptivos como los medicamentos genéticamente personalizados. “Ante grandes cambios que vienen, quienes se estén reinventando e innovando son los que subsistirán”, aseguró.

 

Foto: Reuters

Foto: Reuters

La apuesta de Genomma Lab de aliarse con la empresa israelí Oramed Pharmaceuticals Inc para desarrollar una vacuna antiCovid que sea tomada y no inyectada como las que existen hasta hoy, está proyectada para que en unos 18 meses ó esté terminando su proceso de estudios clínicos y su potencial aprobación para alistar su salida al mercado.

Así lo prevé Rodrigo Herrera, fundador y presidente de Genomma Lab, quien en entrevista con El Economista expresó que en cuanto esté culminada la fase I en Sudáfrica y empiecen la fase II con estudios clínicos en personas, de ahí ya tendrán los tiempos más claros y quizá para cuando salga ya esté abierta la opción de la venta privada de la vacuna.

El anuncio de la alianza lo hicieron en Nueva York tanto Rodrigo Herrera como Nadav Kidron, CEO de Oramed y presidente de Oravax.

Conforme se informó, el propósito de la alianza entre ambas compañías es armar el andamiaje para culminar el desarrollo y tener clara la estrategia de salida de dicha vacuna oral en el mercado mexicano, así como en otros 19 países de América Latina donde Genomma Lab ya cuenta con una plataforma sólida de distribución y comercialización. La idea es fabricar la vacuna en su planta en México: “habrá posiblemente que hacer algunas ajustes para fabricar el ingrediente activo fuera o. buscar alguna alianza, pero con nuestra capacidad instalada poder fabricarla aquí”, apuntó.

Explicó que una vacuna tomada tendrá un impacto más fuerte en países de Latinoamérica porque las actuales opciones implican enormes esfuerzos y costos, no sólo por su producción, sino por la organización de una maquinaria impresionante para almacenarlas y distribuirlas en territorios donde la compleja orografía y grandes distancias tornan más difícil la cadena fría. “Todos esos costos, incluidos los del personal para administrarla, se verán reducidos significativamente cuando sea autorizada una vacuna que no requiera jeringa ni personal especializado para aplicarla,” observó.

El directivo auguró que México debería ser el primero en acceder a una vacuna con estas características, para la cual ya hay una tecnología probada, pues Oramed está ya muy avanzada en el desarrollo de la insulina tomada, cuyos estudios ya van en fase 3 con altas probabilidades de ser aprobada en breve en Estados Unidos.

Conforme se informó, la vacuna oral de Oravax se conforma de tres proteínas específicas que asemejan diversos componentes del virus (CoV-2 del SARS), por lo que sería potencialmente más eficaz para proteger contra variantes actuales y futuras del virus Covid-19.

Sobre esa facilidad de que una vacuna sea tomada en vez de inyectada, una vez que sea superada la barrera tecnológica que hasta ahora lo ha impedido, el empresario vislumbra que una vez que se dé el paso de su aprobación, se abrirá la puerta para explorar con otras vacunas no covid la opción de convertirlas en orales. De ahí la decisión de las empresas aliadas de intercambiar acciones, estar alineadas y ser socios comerciales en otras iniciativas hacia adelante.

“Lo más relevante es que en esta operación Genomma aporta su plataforma extendida en toda América Latina que incluye desde fabricación, con su propia capacidad instalada de producción y maquila, aparte de un sistema extenso de distribución en toda la región y un área de asuntos regulatorios con decenas de registros y dossiers sometidos en los distintos mercados de la región. “Tenemos entendimiento muy amplio de cómo funcionan las entidades regulatorias en los países y  cómo someter los trámites, además de nuestro músculo de comercialización y mercadotecnia”, comentó.

Nos compartió que el negocio de Genomma Lab ya está a tal grado extendido internacionalmente, que a la fecha sus ingresos por ventas totales ya provienen en un 60% fuera de México.

A pregunta expresa sobre lo que está viendo hacia adelante en el terreno de juego donde se mueve Genomma Lab, Herrera respondió que vienen avances tecnológicos sumamente disruptivos, donde vendrán medicamentos que serán personalizados en función del ADN de las personas. “Son grandes cambios y los que se estén reinventando e innovando son los que subsistirán”  Por tanto, estimó. el portafolio de productos de Genomma Lab en 5 ó 10 años será muy diferente al de hoy, donde vienen productos innovadores y disruptivos, ahora difícil de imaginarlos pero ya están más cerca de lo que pensamos.

Y en ese sentido están en proceso de buscar otras alianzas con empresas que tengan avances tecnológicos verdaderamente relevantes por ejemplo de medicina genética, y ser pioneros en la introducción de opciones de medicina genéticamente personalizada. “Si volteas a ver lo que pasa en muchos países, ya hay esfuerzos de tecnología en salud muy innovadores, en este caso en Israel, pero también en Asia o Europa y en Estados Unidos; queremos ser la opción en la búsqueda de socios comerciales de esas empresas que traen nuevas tecnologías,” concluyó.

maribel.coronel@eleconomista.mx

Comunicadora especializada en temas de salud pública e industria de la salud. Cursó la maestría en Administración en Sistemas de Salud en FCA de la UNAM. Forma parte de la iniciativa www.HospitalsinInfecciones.com. Fundadora en 2004 de www.Plenilunia.com, plataforma de contenidos sobre salud femenina.

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