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Con cuadernos de Scribe, Bio Pappel se apunta reto
Bio Pappel informa que la transacción está supeditada a la autorización de la Cofece y el consentimiento de los tenedores de los bonos de Scribe.
Con la compra anunciada de los activos de Scribe, una de las marcas con mayor recordación en el mercado mexicano de cuadernos, libretas y blocs, Bio Pappel incursiona en un mercado que enfrenta el reto de mantenerse vigente frente a la creciente utilización de medios electrónicos para el registro de información.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en los últimos siete años, el volumen de ventas de las industrias nacionales que manufacturan estos productos se desplomó casi 50%, al pasar de vender casi 14 millones de piezas anualmente en el 2007 a 7.5 millones de unidades el año pasado. En consonancia, el valor de dichas transacciones se contrajo 43%, al pasar de casi 120 millones de pesos a poco más de 67 millones.
Por un monto no revelado ayer, Bio Pappel (antes Corporación Durango) anunció la compra de Corporación Scribe, empresa de capital mayoritariamente mexicano, que se separó en el 2006 de la estadounidense Kimberly Clark.
Ampliamente reconocida en el mercado de cuadernos, libretas y papeles para la impresión de oficina, Scribe había venido ampliando su espacio de negocios para ingresar a otros sectores del mercado papelero, como el de la impresión editorial o el de empaques para alimentos y bebidas.
La empresa cuenta con 2,500 empleados y cinco plantas de producción, una de ellas ubicada en Colombia, inaugurada en el 2011.
De acuerdo con las cifras del Inegi, en lo que va del año, la producción de cuadernos, libretas y blocs experimenta un repunte de 10%, al pasar de 3.2 a 3.5 millones de unidades.