Crece la dependencia del maíz amarillo importado

El gobierno mexicano se mantiene firme en su intención de eliminar las importaciones de maíz amarillo genéticamente modificado a partir del 2024, pero esta aspiración surge en uno de los momentos de mayor dependencia del país del grano importado –principalmente de Estados Unidos–, que es mayormente transgénico.

En la temporada 2021-2022 –recientemente concluida–, las importaciones escalaron 4.6% a un récord de 16 millones 540,000 de toneladas, con lo que su participación en la oferta nacional creció de 71 a 75%, la segunda cifra más alta en la última década, solo detrás del nivel de 75.7% registrada en el 2014, de acuerdo con cálculos a partir de cifras de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

En tanto, la producción nacional creció 13.5% a 3 millones 183,000 toneladas, con lo que su cobertura en la oferta también creció, de hecho, de 12.6 a 14.4%, sin embargo, se ubicó lejos de su último pico de 21%, alcanzado en el 2015. El avance simultáneo en la participación de producción e importaciones fue posible gracias a una caída de 35% de los inventarios a dos millones 340,000 toneladas de grano.

En la última década, el volumen de importaciones de maíz amarillo ha crecido anualmente 14% en promedio, mientras que la producción lo ha hecho ha un ritmo de 6.9 por ciento.

Este acelerado avance del producto importado coincide con el creciente apetito del sector pecuario (alimentación de ganado), donde se originó 78.2% de la demanda nacional en la última temporada, misma que ascendió a 19 millones 828,000 toneladas.

Esta cobertura registró un máximo histórico y fue más de 15 puntos porcentuales mayor al nivel del 2013 (62.9% de la demanda total de ese año).

Negativa a maíz transgénico

Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró la negativa de su gobierno a que continúen las importaciones de maíz amarillo –planteada a través de un decreto en enero del 2021–, bajo el argumento de brindar protección a las variedades de maíz nativo en el país.

Afirmó incluso, que en su última visita a Estados Unidos, de la que se desprendieron algunos acuerdos en materia de compras de insumos agrícolas y alimentos, se le propuso que el gobierno mexicano comprara maíz amarillo transgénico, a lo cual se negó.

El mandatario no dio detalles de quién habría hecho la solicitud a su administración, ni de montos solicitados para comprar, ni dio una fecha precisa de cuándo habría ocurrido la petición.

En la visita, llevada a cabo en julio pasado, el gobierno de México se comprometió a la compra de 10,000 toneladas de leche en polvo estadounidense, además de fertilizantes.

“Hay un mercado, que se siga sosteniendo, pero el Gobierno no puede hacer una compra de maíz amarillo porque no queremos los transgénicos”, afirmó López Obrador en su conferencia matutina.

“Ese maíz es básicamente forrajero. No queremos que se consuma por las personas”, subrayó el presidente en su conferencia de prensa matutina. "Somos un país libre, soberano y no por vender el maíz amarillo nos van a enfermar y vamos a hacer a un lado nuestros maíces nativos", agregó.

Conflicto T-MEC, en puerta

Grupos agrícolas de Estados Unidos han pedido públicamente a su gobierno que impugne en el marco del pacto comercial de América del Norte, el T-MEC, la decisión de México de vetar el maíz transgénico, advirtiendo de un posible daño económico de miles de millones de dólares para ambos países.

En una reunión virtual, la semana pasada la representante comercial de Estados Unidos Katherine Tai planteó a Raquel Buenrostro la importancia de evitar una interrupción en las exportaciones de maíz de Estados Unidos y regresar a un proceso de aprobación regulatoria “basado en la ciencia y el riesgo para todos los productos biotecnológicos agrícolas en México”.

El año pasado, las compras mexicanas de maíz amarillo estadounidense crecieron 76% a un monto récord de 4,717 millones de dólares.(con información de Reuters)

octavio.amador@eleconomista.mx