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Crece polémica en panel sobre maíz transgénico

El gobierno estadounidense cuestionó que México sigue sin demostrar que el maíz transgénico es inseguro y un problema de seguridad alimentaria, mientras que partes inclinadas a favor de la posición mexicana aseguran que ya se presentaron pruebas que no han sido tomadas en cuenta por Washington.

La Representación Comercial de la Casa Blanca planteó que las medidas de México “están causando anulación o menoscabo" de los beneficios que Estados Unidos esperaba obtener en virtud del T-MEC, en violación del acuerdo. Foto: AFP

La Representación Comercial de la Casa Blanca planteó que las medidas de México “están causando anulación o menoscabo" de los beneficios que Estados Unidos esperaba obtener en virtud del T-MEC, en violación del acuerdo. Foto: AFP

La polémica en el panel sobre maíz transgénico escaló con nuevos argumentos representados por el gobierno de Estados Unidos y por partes interesadas inclinadas a favor de la posición de México, de acuerdo con una nota difundida por el medio estadounidense Inside U.S. Trade.

Por un lado, Estados Unidos cuestionó que México intenta “justificar a posteriori” su política sobre maíz transgénico, a la vez que no ha proporcionado una explicación de cómo los países de todo el mundo se equivocaron en sus evaluaciones de seguridad para permitir la comercialización y consumo de ese tipo de grano.

En el marco del panel, Estados Unidos impugna las medidas establecidas en el decreto de México del 13 de febrero de 2023, específicamente la prohibición del uso de maíz biotecnológico en tortillas o masa, y la instrucción a las dependencias del gobierno mexicano de sustituir gradualmente el uso de maíz biotecnológico en todos los productos para consumo humano y para alimentación animal.

El panel de solución de diferencias se estableció al amparo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), con la previsión de celebrar una audiencia a finales de junio y publicar su informe final en otoño.

“México presenta hipótesis que plantea que podrían ser problemas de seguridad alimentaria -basándose en una selección de artículos dudosos-, pero nunca realiza el análisis necesario para demostrar que son, de hecho, problemas de seguridad alimentaria que harían que el maíz transgénico fuera inseguro, y mucho menos inseguro hasta el punto de que todo el maíz transgénico se considerara no apto para el consumo humano”, argumentó Estados Unidos.

México importó maíz desde Estados Unidos por un valor de 5,470 millones de dólares en 2023, lo que supone un alza de 10% interanual y un récord, según datos del Departamento de Comercio.

En contraste, el asesor principal del Institute for Agriculture and Trade Policy, Tim Wise, criticó que la respuesta de Estados Unidos mostraba una incapacidad para comprometerse seriamente con las preocupaciones de México. “El gobierno de Estados Unidos sigue sin tomarse en serio las pruebas que México ha aportado y que demuestran sobradas razones para imponer restricciones precautorias al maíz transgénico en sus tortillas”, dijo Wise, refiriéndose al maíz genéticamente modificado. “México quiere, con razón, pruebas científicas de que el maíz transgénico con residuos de glifosato es seguro para los mexicanos, que consumen diez veces más maíz que nosotros en Estados Unidos y no lo hacen en alimentos procesados, sino en alimentos mínimamente procesados. Estados Unidos no ha proporcionado tal evidencia", agregó.

La Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR) planetó además que las medidas de México “están causando anulación o menoscabo" de los beneficios que Estados Unidos esperaba obtener en virtud del T-MEC, en violación del acuerdo.

Finalmente, Estados Unidos impugnó una disposición novedosa en el acuerdo que se relaciona con las protecciones para los pueblos indígenas.

roberto.morales@eleconomista.mx

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