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Demanda global de hidrógeno se quintuplicará para 2050: OMC
Hoy en día, la producción mundial de este elemento (alrededor de 95 megatones anuales) se deriva casi exclusivamente de combustibles fósiles; sin embargo, el hidrógeno verde está ganando relevancia.
Las importaciones de hidrógeno se concentran actualmente en unas pocas economías, pero la Organización Mundial de Comercio (OMC) predice que la demanda global de este energético se diversificará y se multiplicará por cinco para el 2050, impulsada en particular por el hidrógeno verde.
En 2022, las importaciones mundiales de hidrógeno crecieron 76%, a 306 millones de dólares.
Los Países Bajos (154 millones de dólares) y Estados Unidos (54 millones) fueron los mayores importadores, con México en la décimo tercera posición (3.5 millones).
Según la OMC, el suministro de hidrógeno en general deberá quintuplicarse para 2050, a más de 500 megatones de hidrógeno por año (MtH2/año), si se quiere atender a una gama más amplia de usos y descarbonizar los sectores intensivos en carbono.
Hoy en día, la producción mundial de hidrógeno (alrededor de 95 MtH2/año) se deriva casi exclusivamente de combustibles fósiles sin captura y almacenamiento de carbono asociados.
Este hidrógeno de origen fósil se utiliza predominantemente en industrias como la refinación de petróleo, la producción de fertilizantes y procesos químicos posteriores.
Sin embargo, la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) estima que el potencial técnico global para producir hidrógeno verde es hasta 20 veces mayor que la demanda global total de energía primaria en 2050.
Su análisis sugiere que para 2050 aproximadamente una cuarta parte de la demanda mundial total de hidrógeno podría satisfacerse mediante el comercio internacional.
También proyecta que el hidrógeno y sus derivados satisfarán una fracción considerable (14%) de la demanda de energía final en 2050 en un escenario en el que el aumento de las temperaturas globales resultantes de las emisiones se limitará a no más de 1.5°C.
La mayor parte de este hidrógeno y de sus derivados deberían ser renovables para lograr la neutralidad climática en el sistema energético en su conjunto.
La producción actual de hidrógeno emite el equivalente a 1.100-1.300 megatones de CO2 a nivel mundial. Por lo tanto, en la actualidad, la producción de hidrógeno es un importante contribuyente neto al cambio climático.
De acuerdo con la OMC, el hidrógeno verde, producido exclusivamente a partir de energía renovable, está ganando rápidamente importancia como factor potencial en la transición hacia una economía global neta cero.
Ofrece una solución para descarbonizar aplicaciones energéticas donde el uso directo de electricidad o combustibles renovables no es una solución técnicamente viable o rentable, como la industria pesada, el transporte marítimo, la aviación y el almacenamiento de energía estacional.
De modo que el hidrógeno verde podría desempeñar un papel clave en la consecución de los objetivos del Acuerdo de París para mediados de siglo, es decir, proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1.5°C, y muy por debajo de 2°C, por encima de los niveles previos industriales.
Desde otra perspectiva, la OMC indica que la dinámica comercial del hidrógeno verde y sus derivados en un escenario neto cero será muy diferente de la de los mercados internacionales de combustibles fósiles actuales.
La distribución geográfica del potencial de producción de hidrógeno verde es amplia (ya que está vinculado al suministro de energía solar y eólica) y hay pocos importadores potenciales importantes. Las características físicas del hidrógeno hacen que su transporte a largas distancias sea técnicamente difícil y económicamente costoso.