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El plan de Trump para sacar a Huawei de las redes de celulares hace grietas en EU

El recelo del expresidente Donald Trump hacia las compañías chinas Huawei y ZTE por su innovación tecnológica, y por lo que ordenó eliminarla de las redes celulares de Estados Unidos, ha provocado que sólo 10% de las compañías hayan cumplido enteramente con sus órdenes, a cinco años de ser efectiva.

Estados Unidos y China disputan el liderazgo de la tecnología 5G. Ilustracion: Nayelly Tenorio.

Estados Unidos y China disputan el liderazgo de la tecnología 5G. Ilustracion: Nayelly Tenorio.

El programa de sustitución de tecnología china de las redes de telecomunicaciones de Estados Unidos ha conseguido que sólo el 10% de los operadores estadounidenses involucrados en esa iniciativa haya completado el reemplazo de marcas como Huawei o ZTE.

La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en idioma inglés) informó que hasta ahora sólo cinco compañías han podido certificar la sustitución total de componentes chinos de sus redes de telecomunicaciones.

Estados Unidos posee un mercado de telecomunicaciones y de tecnologías de la información con 311 millones de usuarios móviles activos y un negocio que facturó 662,000 millones de dólares en el año 2021, tanto como la economía de Suecia en el mismo año.

En mayo del año 2019, el entonces presidente Donald Trump declaró una "emergencia nacional" respecto a la seguridad de las comunicaciones celulares en Estados Unidos. Se trataba de la Secure and Trusted Communications Networks Act of 2019 (Ley de Redes de Comunicaciones Seguras y Confiables de 2019).

La declaración de emergencia lanzada por Trump se daba en el contexto una carrera entre Estados Unidos y China por el desarrollo de la tecnología 5G, en la que compañías como ZTE y Huawei se presentaban como punteras en la innovación tecnológica, en tanto que ninguna empresa estadounidense lograba destacar en el ramo, sólo las marcas europeas Nokia y Ericsson como representación de Occidente.

Trump acusó que fabricantes chinos de alguna manera relacionados con el Partido Comunista de China estarían en la posibilidad de recopilar información de los consumidores estadounidenses y compartirla con el gobierno chino, por lo que prohibió que compañías como AT&T, Verizon o T-Mobile utilizaran equipos o servicios de proveedores extranjeros que pusieran "en peligro" la seguridad de Estados Unidos.

Estados Unidos mantiene un veto sobre Huawei, para que no pueda comercializar productos en su territorio. Ya obligó a sus aliados a hacer lo mismo; incluso, Alemania, la joya europea de Huawei, muy reacia a ceder saca a los chinos del cerebro de sus redes celulares. Lo mismo hicieron Japón, Australia y Nueva Zelanda, y por eso mismo Huawei perdió contratos por un valor de 783 millones de dólares solamente allí y sólo en 2022, según el informe anual de la compañía. Y no está claro hasta cuándo la región de Europa del Este, África y el resto de Asia que aportaron el 23% de los ingresos totales de la compañía en 2022 compensarán las pérdidas sufridas por Huawei en América del Norte y Europa Occidental.

La prohibición, firmada por Trump en una orden ejecutiva, afectó principalmente a pequeños operadores que financiaban sus despliegues de red con dinero público, quienes tuvieron que abandonar sus planes de crecimiento fincados en la compra de equipo chino. Incluso, el gobierno de Trump boicoteó un plan de negocios de AT&T para ofrecer un paquete de datos móviles con teléfonos de Huawei por todo Estados Unidos. AT&T abandonó ese plan y se perdió entonces de una potencial mercado de 130 millones de personas en ese país.

Pero a la distancia de casi cinco años, la FCC indicó que el 90% no ha finalizado el reemplazo de la tecnología de Huawei y ZTE en sus redes celulares.  

La FCC afirmó que las operadoras estadounidenses no han completado la migración hacia tecnología de marcas como Nokia y Ericsson, debido a que los recursos no han sido suficientes, por fenómeno naturales como tormentas invernales o huracanes, y por retrasos en el suministro de los nuevos equipos y la escasez de trabajadores dedicados a otras labores que ahora deben ser reubicados en el reemplazo de la tecnología china. Otro asunto es el retraso del reembolso prometido a aquellos operadores que realicen la sustitución por sus propios medios.

La falta de fondos públicos ha provocado que el costo de reemplazar las tecnologías chinas sea cubierto en 39.5%, también han acusado las empresas antes la FCC. Hasta el 30 de junio de 2023, los operadores habían informado a la FCC que los reembolsos apenas sumaban 205 millones de dólares.

De los despliegues de redes de comunicaciones, que se pagan en dólares y por miles de millones, la FCC informó haber recibido 12,983 reclamaciones para reembolsos por sustitución de equipos, para los que hasta comenzar enero de 2024, se habían autorizado casi 397 millones de dólares, entre las solicitudes ya reembolsadas o en proceso de reembolso.

Hasta ahora, la iniciativa de Donald Trump ha provocado que la industria de telecomunicaciones haya solicitado 11 extensiones de plazos para concretar la sustitución de la tecnología de Huawei y ZTE. La FCC informó que tiene en la mesa otro paquete más de ese tipo de solicitudes.

Periodista de negocios para El Economista, con especialidad en telecomunicaciones e infraestructura. Es licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM, con estudios posteriores en el ITESM Campus Ciudad de México, el ITAM y la Universidad Panamericana. Fue colaborador en Grupo Radio Centro, Televisa, El Financiero y Alto Nivel, entre otros. Ha sido moderador en los congresos internacionales de Futurecom y NexTV Latam; y también citado en el “Estudio sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México, 2017” de la OCDE, y en distintos informes sobre espectro radioeléctrico de la GSMA y de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet).

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