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Entrevista con Jorge Nacer Gobera para PwC

Jorge Nacer Gobera, presidente de Nacer Global y presidente de El Economista, fue entrevistado para la 5ª Encuesta de CEO en México de PwC.

Jorge Nacer Gobera, presidente de Nacer Global y presidente de El Economista, fue entrevistado para la 5ª Encuesta de CEO en México de PwC.

La encuesta busca mostrar el escenario en el que interactúan los Chief Executive Officer (CEO) del país, y a partir de ello prever el desempeño, estableciendo estrategias que respondan al contexto.

PwC contempló a 77 directivos de México.

A continuación la entrevista íntegra realizada a Jorge Nacer Gobera el 23 de octubre del 2013.

PASIÓN POR EL RIESGO

Adquirimos El Economista en 2008 porque creemos que la base de la sociedad mexicana debe ser, por un lado, la educación –por eso tenemos escuelas– y, por otro, la información por eso tenemos un periódico. En México solo nosotros tenemos escuela y periódico. Básicamente este fue nuestro razonamiento: conformar empresas que nos ayuden también a educar a nuestros futuros gobernantes.

No recuerdo con exactitud cuánto decreció la economía mexicana en ese año, creo que fue el 7%: impresionante. Como me gusta mucho el riesgo, compramos El Economista. Pero no solo el entorno era de crisis, el mismo periódico estaba en crisis, y su crisis no solo era económica, también era accionaria.

En los primeros cuatro años al periódico le fue muy bien, pues experimentó un crecimiento de entre el 12 y el 13%. En cambio, este año ha sufrido un decrecimiento por influencia de la economía, ya que el gobierno no ha invertido nada en este sector.

LA REVOLUCIÓN DIGITAL

Le vaticino al periódico impreso una vida útil de no más de 10 años. El contenido es el camino digital para llegar a la rentabilidad. En Estados Unidos, debido a la crisis, la mitad de los periódicos ya son digitales, pero en México, dados los usos y costumbres, seguirán imprimiéndose durante unos años más.

¿Nosotros qué estamos haciendo? Aliarnos. Somos colegas cibernéticos de Microsoft, pues firmamos un convenio con Windows 8, según el cual El Economista está permanentemente actualizado en las aplicaciones móviles. Por ejemplo, desde un smartphone pueden verse infinidad de videos en tiempo real.

Actualmente, estamos migrando a un lector universitario. El Economista es ya el portal de finanzas, empresas y negocios más visitado en México. Vamos a seguir fortaleciéndonos con mucha inversión en tecnología y personal especializado en desarrollo de contenidos económicos.

Sin duda, el periódico en papel tiende a desaparecer, lo que acarrea claras ventajas: para imprimir el periódico ¿cuántos árboles tenemos que cortar? Además, producir el papel y la impresión son procesos costosísimos. Creo que a este soporte no le queda mucho tiempo, aunque recuerdo que cuando estudié ingeniería de sistemas en la Universidad La Salle, que terminé en el 86, nos decían que ya los libros iban a desaparecer.

En El Economista trabajamos constantemente en actualizar nuestras aplicaciones y damos prioridad a mejorar nuestra tecnología. Si bien el periódico distribuye 37 mil ejemplares diarios, la tasa de crecimiento del portal de Internet es impactante, con cifras de dos dígitos. Además, la ventaja del portal es que llega a toda la República con suma facilidad.

Nuestro próximo propósito es aumentar los contenidos que ofrecemos. No hay negocio por publicidad sino por contenido. Vamos a tratar de surtir gran variedad de contenido desde el punto de vista tecnológico; también queremos prestar atención a los lectores universitarios, quienes ya nos están dando una buena respuesta, pero sin descuidar a nuestros clientes tradicionales. Para mí es una motivación esencial que nos digan que el periódico está mejorando. No me refiero únicamente a los comentarios personales, sino a los números, que nos avalan, pues el portal de El Economista ya ha superado a El Financiero y CNN.

EL CRECIMIENTO DE UN PERIÓDICO ESPECIALIZADO

Regresemos a 2008. Como decía, el contexto era de crisis, pero nosotros, cuando compramos El Economista, teníamos un plan financiero definido y disponíamos de capital. Sabíamos que nos iba a costar de uno a dos años que el periódico creciera, por lo que planeamos con base en un entorno de inflación y de un tipo de cambio determinado de acuerdo a nuestros tres proveedores: PIPSA, que es nacional y, por tanto, su divisa es el peso; uno canadiense y otro chileno, que se manejan en dólares. De 2009 a 2012 se cumplieron nuestras expectativas de negocio.

Durante 2013, debido a la transición de un gobierno de 12 años a otro, la economía se ha desacelerado. También hay que tener en cuenta la recesión mundial. Desde luego que a nosotros nos ha afectado, pero afortunadamente hemos logrado conformar una caja sólida que permite garantizar la operación del periódico unos seis o siete meses. Porque un periódico es un negocio muy irregular: no puedes saber cómo va a ser el próximo mes, si se va a vender mucho o poco.

Asimismo, desde que llegamos al periódico hemos creado cinco revistas nuevas y hemos firmado varias alianzas. Además de El País y The Washington Post, acabamos de aliarnos con América Economía, que es una revista que nuestros lectores nos pedían y que ahora les regalamos. Por otro lado, en diciembre nacerá una revista especializada en gastronomía, nuestra sexta creación, enfocada a nuestras lectoras. Nuestro objetivo es satisfacer a nuestros clientes y creo que, por el momento, lo estamos logrando. Creo, pero no puedo confiarme, así que permanentemente estamos evaluando la opinión de nuestros lectores. La competencia ya no es por los productos sino por satisfacer a los clientes. Lo importante es privilegiar la satisfacción total del cliente. Hay consejos editoriales donde El Economista está integrado con la sociedad.

Nos interesa más que el parámetro que mida el tipo de usuario que tenemos sea la calidad y no la cantidad. Ponemos mucho cuidado en este aspecto. En El Economista siempre hay derecho de réplica y audiencia. El prototipo de lector en el que pensamos es economista y toma decisiones. Por tanto, no nos interesa el volumen y, a diferencia de nuestras empresas educativas, El Economista no se anuncia en televisión.

Estamos generando El Economista TV como uno de nuestros portales con contenidos originales. En un noticiario convencional, solo ves unos segundos, a lo máximo un minuto, de un tema concreto. En cambio, en El Economista TV puedes profundizar en un tema durante dos horas. Estamos evaluando una invitación para participar en la próxima licitación de marzo del Instituto Federal de Telecomunicaciones; participaríamos como socios minoritarios desde el punto de vista de los contenidos, pues no queremos abarcar negocios que no conocemos. Sin embargo, estamos abiertos a otros negocios rentables y sustentables.

PANORAMA ECONÓMICO

Pienso que 2014 va a ser complicado. Este año el gobierno ya ha reducido en tres ocasiones su estimado de crecimiento del PIB. El Banco de México lo sitúa ahora en un rango de entre 0.9 y 1.4%. El año que entra será, a priori, de 3.5%. Esperemos llegar a eso. Si se dan las reformas y funcionan, creo que podemos alcanzarlo. Pienso que es básico que el gobierno inyecte ya recursos a la economía.

Ahora, países como India están decreciendo. Si en 2009, 2010 y 2011 se desarrolló a una tasa de 8 o 9%, en 2013 parece que su crecimiento va a ser de 5%. A China le está pasando lo mismo. Todo el mundo está disminuyendo, es una circunstancia global. Por tanto, la coyuntura es complicada. En mi opinión, México tiene que trabajar muchísimo en su mercado interno y emprender, como dijo Carlos Slim, la Tercera Guerra Mundial contra la pobreza. Queda muchísimo trabajo por delante. Hoy ya no hay nacionalidades sino calidad.

Ojalá que las reformas generen también un cambio en la mentalidad de la gente y se reduzca así la corrupción. Harían falta también más sistemas de control. Me considero el administrador de la empresa no el dueño. Dicen los auditores que la buena administración no genera utilidades pero ahorra pérdidas. Ojalá que el país esté muy bien administrado para que no genere utilidades pero que ahorre pérdidas. Necesitamos un gobierno que, por lo menos, si no ayuda, tampoco estorbe. Los generadores de riqueza somos los empresarios, no el gobierno; el gobierno debe ser un regulador que nos ayude poniendo las bases para crecer y que invierta lo mejor posible el presupuesto que obtiene con nuestros impuestos. Pero insisto, somos los empresarios los que generamos riqueza.

Pienso que el bajo crecimiento económico persistirá si las reformas no salen adelante o sí lo hacen pero sin que se ejecuten adecuadamente los reglamentos de operación. Por ejemplo, yo que estoy inmerso en el ámbito educativo, estoy contento con la reforma educativa, siempre y cuando se apliquen sus reglamentos. Ojalá que las famosas reformas no se atoren. Esa es mi mayor preocupación.

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