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“Es irresponsable ver el impuesto a las calorías como un éxito”

El tributo no funcionó contra la obesidad porque ésta sigue creciendo, afirma Zabludovsky; es un éxito recaudatorio, por eso nos preocupa que se plantee un incremento para el 2017 .

Nos provoca una gran frustración que el llamado impuesto a las calorías se esté exportando a otros países, porque en México se vende como un caso de éxito, pero no está funcionando para reducir la obesidad , afirma Jaime Zabludovsky, director del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), organismo que agrupa a las mayores empresas de productos de consumo de México, como Coca-Cola, Pepsico, Bimbo, Jumex y Lala, entre otros. Nos preocupa mucho que se esté usando ese ‘éxito’ para plantear la posibilidad de un nuevo incremento a ese impuesto para el 2017 .

Las cifras que manejan los defensores de este impuesto y las que manejan los críticos coinciden en algo: ha sido un éxito en materia de recaudación. En el 2014, el Gobierno proyectaba captar 5,000 millones de pesos adicionales y recaudó 13,000 millones. En el 2015, la estimación era 12,000 millones y lo captado fueron cerca de 18,000 millones. El crecimiento en la recaudación indica un crecimiento en el consumo de productos de alto contenido calórico. Éste sólo cayó en los primeros seis meses posteriores a su implementación y luego se recuperó. En los primeros seis meses del 2016 hay un aumento en la venta de refrescos de 18%, respecto del año pasado. Las cifras de las empresas nos indican que lo que sí disminuyó fue el consumo de champús y pasta de dientes , explica Jaime Zabludovsky. Para seguir consumiendo su refresco y sus papitas, la gente se apretó el cinturón en otras cosas .

Zabludovsky fue un funcionario público destacado. Participó en el equipo negociador del Tratado de Libre Comercio y ocupó una subsecretaría en la antigua Secofi, predecesora de la actual Secretaría de Economía.

Entiendo que se trata de una discusión de política pública y no puedo negar que hay un problema de salud pública, relacionado con la obesidad y la diabetes. Lo que me parece absurdo es el intento de confundir las cosas: el impuesto es una estrategia recaudatoria que no está sirviendo para reducir la obesidad. Vamos a acabar el sexenio sin resultados positivos en este rubro. Necesitamos hacer mucho más para tener éxito en eso. Por supuesto que en ese esfuerzo la industria tiene que participar. No hablo de la industria alimenticia, sino del sector privado de México. En las próximas semanas daremos a conocer un plan muy importante .

Discusión tributaria. El concepto aparece varias veces en la palabra del director de ConMéxico. Nos preocupa que se esté planteando la posibilidad de incrementar el impuesto a los refrescos para el 2017. Las refresqueras se volvieron un blanco para los legisladores, en un debate que está lleno de argumentos que son falsos. Para decirlo de otro modo: si el impuesto fuera un éxito completo para abatir el consumo, no aumentaría la recaudación, sino todo lo contrario. Eso no lo reconocería el senador Ríos Peter ni Alejandro Calvillo, de El Poder del Consumidor .

¿Qué país ha conseguido resolver el tema? Ninguno. Estados Unidos ha logrado una reducción importante en el consumo de azúcar, pero no ha podido traducir esto en una menor obesidad. Ahora, la ingesta de cereales y de aderezos para ensaladas son los factores que más calorías aportan a la dieta de los estadounidenses. El tema es muy complicado porque es multifactorial y porque implica un cambio cultural. ¿Sabes cuánto tiempo tarda un niño en aprender a lavarse correctamente los dientes? Hasta tres años .

Abaratamiento de commodities compensa dólar caro

El movimiento del tipo de cambio en los últimos 12 meses ha planteado grandes retos a la industria alimenticia, reconoce Jaime Zabludovsky. Se trata de una industria que opera en mercados globales para proveerse y para colocar sus productos. Hasta ahora esta depreciación no se ha traducido en alzas de precios generalizados en México porque se ha visto compensada con una baja de los precios de las materias primas en los mercados internacionales .

En esta estabilidad relativa de los precios de los alimentos cuenta, además, la política monetaria del Banco de México y la prudencia de los empresarios. El riesgo es que el tipo de cambio se quede muy arriba y venga una recuperación de los precios de los commodities. Si eso ocurre, vendría un escenario muy diferente , advierte.

lmgonzalez@eleconomista.com.mx

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