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Francisco Aguirre se alista para encender el canal 8.1 de televisión en la CDMX
El exdirector general de Grupo Radio Centro tiene previsto lanzar la señal 8.1 XHFAMX-TDT en octubre y las instalaciones de su canal se ubicarán en el cerro Pico de Tres Padres y con equipo alterno en el cerro del Chiquihuite.
Francisco Aguirre Gómez dejó formalmente este fin de semana la dirección general de Grupo Radio Centro (GRC) en manos de su hijo Juan Aguirre Abdó. El relevo generacional fue anunciado hace un mes por la compañía a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y ahora el empresario podría dedicarle mayor tiempo a su proyecto de televisión a través del canal 8.1 digital abierto y con radio de cobertura de 50 kilómetros, suficiente para cubrir todo el Valle de México y con alcance hasta Toluca y Pachuca.
Aguirre Gómez tiene previsto lanzar la señal 8.1 XHFAMX-TDT en octubre de 2019 y las instalaciones principales de su canal se ubicarán en el cerro Pico de Tres Padres y con equipo alterno en el cerro del Chiquihuite, donde Radio Centro mantiene instalaciones para imprevistos, al norte de la capital, conforme declaraciones del empresario a la periodista Carmen Aristegui el 1 de abril. En planes técnicos, ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) se lee que habría también una planta transmisora en Villa Alpina, en Naucalpan, donde GRC igualmente envía señales de radio FM.
El sistema de coberturas del IFT estima que el canal 8.1 podría llegar a una población de 19 millones 167,000 personas en el Valle de México apenas entrando al aire, aunque el máximo potencial de alcance en la plaza capitalina y territorios aledaños es de aproximadamente 25 millones de personas, que hacen de la Ciudad de México uno de los mercados más importantes de América Latina en televisión digital abierta por su tamaño, número de competidores y ofertas de contenidos que se traducen en una veintena de canales comerciales y públicos que se miran en el televisor.
El empresario de radiodifusión dice estar animado por entrar a la televisión dentro de cuatro meses, aunque no ha revelado todavía el posible día del encendido del canal 8.1 en octubre:
“Es una aplanadora Grupo Radio Centro; vean nuestros estados financieros. Empieza un relevo hoy”, dijo Francisco Aguirre en una escueta comunicación, recordando con este comentario los elevados índices de audiencia reportados por la firma Nielsen-Ibope para al grupo radiodifusor en la capital y por otra parte, comentando el desprendimiento de activos no estratégicos realizados por GRC en las últimas semanas para fortalecer las finanzas de la compañía.
“Y tenemos todo listo para octubre ir con la televisión y todos los negocios en general. Estoy más fuerte que nunca, como grupo”, dijo el empresario.
En la conversación de abril con Carmen Aristegui, el empresario aclaró ser el concesionario del hoy canal virtual 8.1, mas no Grupo Radio Centro, por lo que ese canal de televisión estaría lejos de cualquier carga que pudiera pesar sobre la compañía de radio. “Fui yo el que compitió y licitó la última subasta en la concesión de televisión, y estamos listos para salir en octubre; tenemos toda la preparación”, dijo en aquella conversación.
Aguirre Gómez está a poco de entrar a la televisión mexicana en un segundo intento, medio siglo después de operar el Canal 13 y tras ganar una concesión de televisión digital en 2017, por una contraprestación de 425 millones 929,000 pesos que le acreditan la explotación de su señal hasta diciembre del año 2037.
Llegando a la televisión se le crea más de una oportunidad a Francisco Aguirre con su canal de TV. En principio, transmitirá para la plaza más competida, pero también la más lucrativa del país; y su presencia en la televisión tendrá que ser tomada en cuenta en la redefinición de las estrategias de Televisa, TV Azteca, Imagen, Multimedios y MVS TV, los principales operadores comerciales del sector aquí.
Francisco Aguirre también podrá pensar en el multiplexeo de sus 6 MHz de frecuencia para la creación de sub-canales adicionales que desee poner a disposición de terceros para allegarse de recursos extras, e idear además un plan para crecer con el tiempo su canal a la escala nacional a través del arrendamiento de canales multiplexados de otros operadores regionales o nacionales y sobre la infraestructura pasiva del Grupo Televisa, por ejemplo, por ser aquel el agente preponderante de radiodifusión y que por tanto no puede negarle un acceso de ese tipo mientras sea preponderante.
Quedará al IFT establecer si el canal 8.1 entra después al listado de señales que deben ser retransmitidos de manera gratuita y no discriminatoria por los sistemas de televisión restringida a todo el país; esto, si Francisco Aguirre logra que crezca su canal a una cobertura del 50% del territorio nacional y entonces consigue la cobija de la política regulatoria del must carry y must offer, que en la práctica daría a Aguirre Gómez la posibilidad de ir con los anunciantes a vender un canal local, que también puede transmitir publicidad a nivel nacional gracias a esa medida escrita en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR).
Francisco Aguirre Gómez recibió oficialmente su título de concesión el 18 de diciembre de 2037 y en octubre de este año, conforme sus títulos de concesión disponibles en el Registro Público de Concesiones del IFT, en ese mes se cumplen los últimos plazos para echar al aire su canal de televisión.
Si bien la concesión de TV le brinda oportunidades de desarrollo a su canal, también impone medidas para garantizar la competencia en el mercado de la televisión capitalina:
Por ejemplo, la programación del canal 8.1 no debe coincidir “significativamente” en más de un 30% con la programación de cualquier otro agente que cuente con 12 MHz de espectro en esta zona de cobertura. Y si ocurriera el escenario en que se diera una concentración con otro agente que cuente también con 12 MHz en la plaza, ésta deberá pasar por el visto bueno del regulador.
Si Francisco Aguirre se interesara en desprenderse de su concesión de televisión para venderla a un tercer agente económico, esta posibilidad podría ocurrir al tercer año después de haber conseguido el título de concesión del canal, después del 18 de diciembre de 2020, y también tendría que aprobarse por el IFT, según lo establece el artículo 110 de la LFTR, y en el camino, el empresario obligatoriamente tendría que haber encendido su canal de TV.