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Gobierno de Sheinbaum deberá implementar política industrial para fortalecer cadenas productivas: IMCO

La directora del Instituto Mexicano para la Competitividad consideró que la próxima administración deberá fortalecer la industria manufacturera en México, mayor infraestructura, detonar el crecimiento y atienda la disparidad socioeconómica del país.

Foto EE: Archivo

Foto EE: Archivo

El próximo gobierno a cargo de Claudia Sheinbaum está obligado a implementar una política industrial integrada a Norteamérica para hacer frente al nearshoring, que genere la industrialización inteligente y beneficie a la sociedad, recomendó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Con casi dos décadas de estancamiento económico y sin lograr revertir el aumento en las importaciones para un contenido nacional, Valeria Moy, directora del IMCO lamentó que la política industrial se haya confundido con apertura comercial, y ahora lo que se plantea es fortalecer la industria manufacturera en México, mayor infraestructura, detonar el crecimiento y atienda la disparidad socioeconómica del país.

En el marco de la presentación del documento “Política Industrial para un nuevo sexenio”, elaborado por el IMCO, se planteó la urgencia de fortalecer la proveeduría nacional y vincular con las cadenas productivas globales, siempre y cuando se agregue innovación, digitalización, infraestructura, una política fiscal y de talento humano.

“En el escenario internacional actual, la política industrial ha recobrado relevancia debido a factores como las tensiones geopolíticas, la disrupción de cadenas de suministro durante la crisis sanitaria y las tendencias de ajuste en las cadenas productivas, como el nearshoring”, explicó Valeria Moy.

Expuso que las tensiones geopolíticas, la disrupción de cadenas de suministro durante la crisis sanitaria y las tendencias de ajuste en las cadenas productivas, como el nearshoring.

Cada vez más países cuentan con políticas comprehensivas encaminadas a modernizar y fortalecer la industria. En algunas regiones, como la Unión Europea, los esfuerzos incluyen un enfoque en la reducción de desigualdades y en la calidad de vida de las personas.

“El comercio internacional está siendo reescrito en este momento, sobre todo por China y Estados Unidos, por lo que México debe encontrar su lugar. “En el siglo 21, la discusión acerca de Política Industrial debe llevarse a cabo con nuestros socios comerciales”, recomendó Juan Carlos Baker, ex subsecretario de Economía y actual académico de la Universidad Panamericana.

En su oportunidad, Emilio Cadena, director de la empresa Prodensa, refirió que la política industrial se traduce en que un país pueda producir sus bienes y servicios a precio justo y accesible a la población.

“A veces nos quedamos atrapados en el análisis de lo que debería ser la política industrial. La mayoría de las empresas queremos que nuestro negocio funcione bien, con facilidad, digital, y que haya infraestructura. Si queremos subirnos a la ola del nearshoring, necesitamos infraestructura rápidamente”, consideró el integrante del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Sin renunciar a su vocación por la apertura comercial, el resurgimiento de la política industrial representa una oportunidad para para fortalecer la industria manufacturera, detonar el crecimiento y alcanzar un mayor nivel de desarrollo económico que beneficie a su población.

“Diseñar una política industrial con base en evidencia sobre el panorama económico actual puede servir para atender distintos retos que enfrenta el país construyendo un enfoque amplio de bienestar en torno a su modelo de integración comercial con el mundo”, coincidió el IMCO.

lilia.gonzalez@eleconomista.mx

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