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Gobierno no encuentra sustituto del glifosato y mantiene en la incertidumbre a productores del campo
A cinco días para que entrara en vigor el anuncio del gobierno de México que prohíbe el uso de glifosato, anuncia que se pospone eliminación total y con ello, el Conacyt demuestra su incapacidad para encontrar algún sustituto, comentó Juan Carlos Anaya, director de Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas.
A cinco días para que entrara en vigor el anuncio del gobierno de México que prohíbe el uso de glifosato -emitido en un decreto el 13 de febrero de 2023-, anuncia que se pospone eliminación total y con ello, el Conacyt demuestra su incapacidad para encontrar algún sustituto, comentó Juan Carlos Anaya, director de Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas (GCMA).
Tras darse a conocer, las secretarías de Economía (SE), de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) que “continuarán en la búsqueda de alguna alternativa de herbicida de amplio espectro y de baja toxicidad que sustituya al glifosato y que permita mantener la productividad de quienes optan por este insumo”, el directivo destacó que es una mala noticia para miles de productores porque se verán afectados ante la indefinición de una política que ayude a los productores del campo.
Por su parte, la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC) prevé que de seguir con la propuesta de prohibir el glifosato “se verá una crisis de producción y un gran malestar en el campo mexicano por no contar con esta herramienta necesaria para la producción agrícola”.
En ese sentido, resaltaron que la prohibición del glifosato “es un error, hará menos competitivos a los productores agrícolas nacionales, se puede perder hasta el 40% de la producción de cereales y otros cultivos por no contar con este herbicida”.
La UMFFAAC ratifica que el glifosato es el herbicida más usado en el mundo y está registrado en todas las grandes agriculturas del planeta en los cinco continentes y en más de 120 países; sólo la IARC declaró que “es probablemente cancerígeno, colocándolo en el grupo 2A” (igual que comer carne roja, tomar bebidas muy calientes, ser peluquero o trabajar de noche).
Sin embargo, la misma Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que depende la IARC, declaró que sus análisis no fueron debidamente hechos. Todas las agencias de prestigio internacional, como las de Europa, Estados Unidos, Japón, Canadá, Brasil, la India y China han aprobado su uso de acuerdo a las indicaciones de la etiqueta.