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Gobierno pretende someter a grandes compradores de maíz
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, instruyó a la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro a imponer aranceles a quienes intenten comprar maíz en el extranjero, en lugar de pagar a buen precio a los productores mexicanos.
Mientras el Gobierno federal pretende “someter” a las grandes empresas compradoras de granos –amenazó con imponerles aranceles si recurren al mercado internacional– para poner fin a la crisis generada por el riesgo de quiebra generalizada de productores de maíz y trigo de Sinaloa, Sonora y Baja California, analistas consideran que la estrategia implementada por las autoridades es inadecuada, insuficiente y saldrá más cara que si se hubieran destinado apoyos para la comercialización, incluso de toda la producción.
Esta crisis estalló al iniciar la temporada de cosechas (en marcha) del ciclo otoño-invierno. La rentabilidad de la producción de maíz y trigo está en riesgo debido al desplome del precio internacional de esos granos, el incremento de los costos de producción y la apreciación del tipo de cambio del peso frente al dólar.
Los productores exigen que se fije un precio de garantía de 7,000 pesos por tonelada de maíz y 8,000 por tonelada de trigo. Por ello, hace unos días iniciaron una serie de bloqueos ante instalaciones de Pemex en Sinaloa, así como manifestaciones en Sonora y Baja California, aunque la semana que recién concluyó determinaron una tregua para negociar con el gobierno.
Samuel Sarmiento Gámez, asesor de futuros de la Bolsa de Chicago y consultor sobre políticas públicas para la agroindustria, explicó a El Economista que, al miércoles pasado, el precio de la tonelada de maíz se ubicó en el equivalente a 4,961 pesos, cuando hace un año, el valor promedio de los contratos fue del equivalente a 7,000 pesos.
Si se compara el precio internacional de la tonelada de maíz del pasado miércoles 17 de mayo, con la del 17 de mayo de 2022, hay un desplome de 95 dólares, es decir 30%, destacó.
En el caso del trigo, al miércoles pasado el precio de la tonelada se ubicó en el equivalente a 4,640 pesos, mientras que el año pasado el promedio de los contratos fue de 8,000 pesos. El miércoles pasado, la cotización de ese grano estaba 51% abajo que la de la misma fecha del año pasado, es decir 250 dólares.
El especialista llamó la atención en que, de acuerdo con los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), este año se incrementó 30% el costo de producción de maíz en el país. En el caso del trigo, el costo de producción se incrementó este año 25% comparado con 2022.
De acuerdo con el Centro de Información Estadística y Geográfica del Estado de Sinaloa (Ciegsin), entre 2017 y 2021, el promedio de producción anual de maíz en esa entidad fue de seis millones 052,000 toneladas y se vendieron, en promedio a 4,098 pesos por tonelada.
En tanto, en ese mismo lapso el promedio anual de trigo fue de 239,200 toneladas con un precio promedio por tonelada de 4,111 pesos.
De acuerdo con cifras del gobierno del estado, en Sinaloa hay 27,120 productores de maíz que cultivan 509,100 hectáreas y que en el presente ciclo agrícola producirán alrededor de cinco millones 600,000 toneladas.
De esas cantidades, 13,359 son pequeños productores que, en conjunto, sembraron 90,508 hectáreas y se calcula que producirán 995,592 toneladas; los medianos son 12,386, con 249,842 hectáreas y esperan cosechar dos millones 748,256 toneladas, mientras que hay 1,375 grandes productores que cultivan 168,750 hectáreas y se prevé que cosechen un millón 856,260 toneladas.
La semana pasada, el Gobierno de Sinaloa, conjuntamente con el Gobierno federal, definieron una estrategia mediante la cual el Gobierno federal, a través de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), adquirirá un millón de toneladas de maíz blanco, a precio de garantía de 6,965 pesos la tonelada (beneficiará hasta 13,359 propietarios que están en ese rango y son la mitad de todos los del estado) y el Gobierno de Sinaloa, a través de un instrumento financiero, comprará hasta otras 500,000 toneladas adicionales en el ciclo 2022-2023 a los productores sinaloenses que siembren una superficie de hasta 50 hectáreas, o bien produzcan hasta 600 toneladas. A ellas se sumarán 300,000 toneladas que Segalmex adquirirá en esa entidad para consumo en el mercado nacional. Eso sumarían un millón 800,000 toneladas.
Eso quiere decir que quedan por asegurar su comercialización 3.8 millones de toneladas de maíz sinaloense, a un precio que no ponga en riesgo de quiebra a los productores. Hoy están a expensas del mercado internacional.
El gobierno quiere someter a los compradores
De acuerdo con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, a inicios del mes se reunieron en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador, los gobernadores de Sonora y Sinaloa; los secretarios de Hacienda, Agricultura, Economía, el subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda y el director de Segalmex.
En esa reunión el mandatario sinaloense planteó al presidente hacer un llamado desde Palacio Nacional a los compradores de maíz para que se solidaricen y compraran a precios justos, a lo que el mandatario federal habría contestado: “lo que yo quiero es que se sometan. No les vamos a pedir favores a los grandes compradores”.
Además, preguntó cuanto vale toda la cosecha de maíz y trigo. Le contestaron que 30,000 millones de pesos. Entonces el mandatario dijo que el gobierno lo podría comprar, sin problema y entonces tendrían que comprarle al gobierno, aunque dijo que no quiere tomar esa medida porque no estamos en la idea de entrar a la estatización de las cosas.
Ahí el presidente López Obrador instruyó a la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, a cancelar el ingreso vía exportación de maíz blanco y si los grandes compradores importan a 4,000 pesos la tonelada de maíz, para sacarle la vuelta a los precios de México se les imponga un arancel de 4,000 pesos, de tal manera que terminen pagando 8,000 pesos por cada tonelada que quieran importar.
De acuerdo con información del gobierno del estado, el año pasado Maseca compró alrededor de 1.4 millones de toneladas de maíz en Sinaloa; Minsa alrededor de 400,000, Cargill un millón y un millón a otra, para un total de 3.8 millones de toneladas.
Saldrá más caro que esquema anterior
Samuel Sarmiento Gámez, dijo que, aunque se habló que se protegerían 1.8 millones de toneladas, al final la convocatoria salió para 1.5 millones de toneladas, con lo que quedarán desprotegidas cerca de tres cuartos de la producción.
Dijo que tan solo Cargill, que es uno de los principales compradores de maíz en Sinaloa, este año pretende comprar entre 4,700 y 4,800 pesos por toneladas, cuando en el mercado esta a 4,961 pesos por toneladas, con lo cual quebrarían los productores.
En opinión del analista, esa es una señal de que la estrategia implementada por el gobierno no está funcionando.
Recalcó que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá ampara a los industriales mexicanos para comprar maíz en Estados Unidos, que dispone de alrededor de ocho millones de toneladas de maíz blanco.
En su opinión, lo que va a pasar es que los industriales van a seguir aguantando la compra de maíz, mientras los precios se siguen derrumbando y mientras sus inventarios se lo permitan y luego van a ir a Sinaloa a hacer pedazos a los productores.
Destacó que, si se hacen cuentas, la estrategia implementada por el gobierno para hacer frente al problema que afecta hoy a los productores de maíz de Sinaloa es un fracaso.
Si se compra en 6,965 cada una de las 1.8 toneladas de maíz representará una inversión de 12,537 millones de pesos.
Hay que tomar en cuenta que Segalmex no compra para vender, sino para distribuir en su red de tiendas Diconsa y programas de apoyos a alimentación en las zonas más rezagadas económicamente. A eso hay que sumar costos por flete y almacenamiento. Eso, tan solo en seis meses elevaría la cifra a 15,000 millones de pesos para proteger 1.8 millones de toneladas y desamparar las otras tres cuartas partes.
Si, en lugar de hacer esa barbaridad, les hubieran dado un apoyo directo a los productores de 1,500 pesos por tonelada, por seis millones de toneladas (es decir sin dejar desamparada ninguna parte del volumen) serían 9,000 millones de pesos. Eso significa una diferencia de 6,000 millones de pesos, sólo en Sinaloa.