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Hasta cinco licitantes irán por Trión: Jones Day
Otro de los puntos atractivos del contrato del campo Trión es la cantidad de estudios que existen sobre el área de Perdido en el Golfo de México.
Las distintas modificaciones que se han realizado a las bases de licitación, al contrato con la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y al contrato de operación conjunta (JOA) con Petróleos Mexicanos (Pemex) para adjudicar una licencia de hasta 50 años de duración en el campo Trión en aguas profundas del Golfo de México, atraerán a entre cuatro y cinco licitantes, de los cuales existe la expectativa de que alguno participe en lo individual.
Así lo consideró Alberto de la Parra, socio en la práctica de Hidrocarburos del despacho legal Jones Day, quien explicó a El Economista que la posibilidad de que las empresas puedan concursar ya sea en consorcios con hasta tres socios y un operador con la tercera parte del contrato o en lo individual con 60% de participación asociándose sólo con Pemex otorga la flexibilidad necesaria para atraer a los mejores operadores posibles al área.
Además, el contrato en Trión resultará atractivo por la cantidad de estudios que existen sobre el área de Perdido en el Golfo de México y porque las empresas que participan operan en su mayoría campos similares relativamente cercanos en la fracción estadounidense y conocen no sólo la actividad sino las reglas de seguridad industrial y ambiental a nivel internacional y los riesgos en este tipo de campos.
Hasta el cierre de la precalificación, se encuentran interesadas en el proceso 10 trasnacionales: BHP Billiton, BP, Chevron, ExxonMobil, Inpex Corporation, Lukoil, Mitsubishi, PC Carigali, Shell y Total. Estas firmas tienen hasta el 18 de noviembre para conformar consorcios entre ellas y añadir socios financieros, rumbo a la adjudicación del contrato que se realizará el 5 de diciembre a la par de la Ronda 1.4.
Pemex, un socio sin liquidez
Para la analista del sector energético, Miriam Grunstein, resulta poco factible que las empresas estén dispuestas a arriesgarse a ir solas por este contrato para quedarse en una asociación únicamente con Pemex, ya que si bien se diversificaría el riesgo geológico y financiero entre ambos socios, estarían aliados con una empresa que por lo menos tiene problemas de liquidez, como refiere su director general, José Antonio González Anaya.
Por tanto, aunque exista esta opción para los concursantes, basta observar cómo se agrupan en la operación en áreas cercanas, donde los consorcios van desde tres y hasta seis empresas, por el tamaño de las inversiones que se requiere en este tipo de yacimientos. Hay que diversificar el riesgo con socios solventes , explicó.