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IP aplaude plan de obras; preocupa fisco
Para el CEESP, el plan de obras que empezó a bosquejar la virtual presidenta electa tiene el potencial de impulsar el crecimiento y la recaudación, pero la consolidación fiscal plantea un serio desafío antes.
El “ambicioso” plan de infraestructura básica que propone Claudia Sheinbaum fortalecerá el crecimiento económico, y permitiría aumentar la recaudación, consideró el sector empresarial.
Dicho plan propone modernizar y ampliar la infraestructura en múltiples sectores, desde trenes, carreteras y logística. La semana pasada propuso 25 proyectos claves: 11 en el sector de carreteras, cuatro en trenes de carga y ocho en trenes de pasajeros. Además de fortalecer las aduanas para agilizar y aumentar el comercio exterior.
No obstante, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) manifestó su preocupación por la posible insostenibilidad de las finanzas públicas para los próximos años, por lo cual urgen políticas públicas que incentiven la atracción de capitales.
A través de su análisis semanal, el organismo privado sostuvo que “México tiene un gran potencial de desarrollo por varias razones, uno evidentemente por la solidez económica, política y social, pero además por el fenómeno de relocalización de las empresas”.
La visión es favorable, aunque para ello se debe insistir en fortalecer el estado de derecho, reducir la corrupción, inseguridad y la violencia, que son factores que determinan el atractivo por invertir en el país, pidió el CCE.
Ante la oportunidad de la relocalización, la virtual presidente electa se comprometió a un ambicioso programa de infraestructura que dinamizaría la inversión en varias regiones del país. “De concretarse este programa de infraestructura básica se fortalecería sin duda el crecimiento económico”, aseveró el sector privado.
La semana pasada, la presidenta electa Sheinbaum presentó al CCE su propuesta de impulsar la infraestructura ante la importancia del nearshoring.
“Fortalecer el crecimiento es el camino más eficaz para aumentar la recaudación y elevar el bienestar de la población”, consideró el CEESP.
Si bien no se tienen contemplados nuevos impuestos y nuevas políticas fiscales para el próximo gobierno, además de su compromiso de no aumentar la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), es evidente que el objetivo será eficientar las fuentes de recursos, pero especialmente su asignación.
“Para 2024 (último año del presente sexenio), se estima que los ingresos totales aumentarán solo 0.8%, impulsados principalmente por el incremento de 6.1% en los ingresos tributarios, que serán suficientes para financiar solo el 48% del aumento del gasto total, para el cual se anticipa un incremento de 7.8%. En todo el sexenio el gasto habrá crecido 21.4%, casi el doble del sexenio previo”, alertó el organismo aglutinado en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).