IP y gasto corriente de gobierno rescatan PIB del segundo trimestre

La cautela dominó el gasto de las familias durante el segundo trimestre del año, ya que el consumo privado descendió 0.6% respecto del primero, de modo que la inversión privada, con un avance de 1.2% y el consumo de gobierno, que creció 0.8%, apuntalaron el magro crecimiento de 0.2% del Producto Interno Bruto (PIB) de México durante el período.

Lo anterior de acuerdo con los resultados de la Oferta y Demanda Global Trimestral (ODGT) correspondientes al período abril-junio del 2024, presentados este miércoles por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

La caída trimestral del consumo coincide con datos como una mayor debilidad en la creación de empleo, un repunte de la inflación, la ausencia de pagos de programas sociales por la veda electoral y una desaceleración en la llegada de remesas.

A junio, por ejemplo, se observó una caída de 43% de la creación de empleo de empleo formal a 295,058 plazas, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En ese mes, la inflación repuntó a 4.98%, su mayor registro desde junio del 2023 y durante el primer semestre del 2024, la llegada de remesas creció 3.6%, cuando había crecido 9.4% en la primera mitad del 2023.

En tanto, durante el segundo trimestre del año prácticamente no se pagaron programas sociales, ya que en febrero se adelantaron los pagos de abril-junio, para no interferir con las campañas electorales.

En tanto, de abril a junio la inversión privada creció 1.2%, que contrastó con un descenso de 5.2% de la pública, que ha venido perdiendo fuerza a medida que se concluyen los trabajos de obras de infraestructura clave del gobierno como el Tren Maya.

Y también llamó la atención el crecimiento de 0.8% del gasto del sector gubernamental, en coincidencia con los gastos de las campañas políticas previo al proceso electoral del 2 de junio.

Fuentes de crecimiento

De forma acumulada, el PIB de México creció 1.8% durante el primer semestre, esto es la mitad del crecimiento de 3.6% observado en la primera mitad del 2023, lo que refleja la pérdida de impulso tanto del consumo privado como de la inversión fija y las exportaciones.

De los 1.8 puntos porcentuales que conforman el crecimiento en lo que va del año, el consumo aporta 2.5 puntos, mientras que la inversión pública y privada entregó 1.8 puntos y el consumo de gobierno generó 0.2 puntos. El déficit comercial del país restó 3.4 puntos, a su vez.

En tanto, las variables de ajuste, la variación de existencias y la discrepancia estadística, aportaron, respectivamente, -0.1 puntos y +0.7 puntos.

octavio.amador@eleconomista.mx