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Iberdrola busca reinvertir en México capital de la venta de plantas al gobierno

Enrique Alba, CEO de la empresa española en México, confirmó a este medio el interés de la empresa por recircular en el país lo que se genere de la venta de sus unidades de generación fósil al gobierno mexicano, una transacción tasada en 6,000 millones de dólares.

A cierre del primer trimestre, Iberdrola contó con una capacidad renovable instalada en México de 1.335 megawatts, sin cambios frente al 2022.

A cierre del primer trimestre, Iberdrola contó con una capacidad renovable instalada en México de 1.335 megawatts, sin cambios frente al 2022.

La española Iberdrola pretende reinvertir los cerca de 6,000 millones de dólares que obtendrá de la venta de 87% de su capacidad en México, a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en infraestructura para generación de energía renovable en el país, aseguró a El Economista Enrique Alba, CEO de Iberdrola México.

“Vemos un futuro de colaboración y crecimiento conjunto (en relación con el gobierno mexicano) en cuanto cerremos la transacción, para concretar planes de inversión en renovables y crecer a la par de la economía del país”, aseguró el funcionario en entrevista durante el lanzamiento del programa Comunidad es Igualdad, que la española llevará a cabo en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas, para cerrar brechas de desigualdad y violación de derechos humanos hacia las mujeres en México.

“A raíz del acuerdo que hemos alcanzado para la venta de estas plantas y su operación por parte de la CFE, estaríamos encantados de poder reinvertir el dinero que se va a obtener de la operación en nuevas plantas renovables y vemos con mucho optimismo el futuro tanto de México como de Iberdrola en el país”, aseguró Enrique Alba.

A decir del empresario, para la ibérica que continúa siendo el mayor productor privado de energía en el país, el dividendo social es tan importante como el económico en los sitios donde opera y por tanto lanzará este proyecto para la protección de los derechos de las mujeres en tres entidades: Oaxaca, Puebla y Nuevo León, donde la prevalencia de violencia de género entre quienes ya la han sufrido llega hasta 69.8% de la población en la primera de estas entidades, a 70.8% en Puebla y a 68.1% en Nuevo León.

Según Alba, en estas entidades Iberdrola tiene activos y múltiples proyectos sociales en operación y por tanto quieren trabajar por el bienestar de su comunidad. Para ello, se invertirán 7 millones de pesos en los próximos dos años.

Buscamos que el impacto sea masivo, la no violencia no es negociable”, aseguró, “queremos seguir en el país, queremos ser líderes en la transición energética y como siempre, poner a Iberdrola a disposición del país y que se sepa que México puede contar con nosotros”.

La iniciativa que se llevará a cabo en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas tendrá un impacto en 80,000 personas en los próximos dos años, mientras se trabajará directamente con 25,000 niñas y niños en 300 escuelas y con los funcionarios de las tres entidades, en esta etapa del programa.

Cabe recordar que apenas en junio pasado Iberdola y el gobierno mexicano oficializaron la venta de 87% de la infraestructura instalada en 16 plantas por esta empresa del país. Sin embargo, la ibérica detalló que conserva la operación de 13 centrales -las más rentables- representan el 45% de su negocio en México y tienen un valor de 93.33 millones de euros, registrados como ingresos antes de intereses, impuestos, depreciación y amortizaciones (EBITDA).

A cierre del primer trimestre, Iberdrola contó con una capacidad renovable instalada en México de 1.335 megawatts, sin cambios respecto al cierre del 2022.

Los activos

Dentro del acuerdo de venta al gobierno, el 99% corresponde a ciclos combinados de gas y el 87 % a plantas que operan bajo el régimen de Productor Independiente de Energía, contratadas con la CFE.

En concreto, serán los ciclos combinados de gas, que operan bajo régimen de Productores Independientes de Energía contratados con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Monterrey I y II -449 megawatts (MW)-, Altamira III y IV -1.096 MW-, Altamira V -1,155 MW-, Escobedo -878 MW-, La Laguna -537 MW-, Tamazunchale I -1.179 MW-, Baja California -324MW-, Topolobampo II -917 MW- y Topolobampo III -766 MW-, junto con el activo eólico La Venta III -103 MW-, que suponen un 87% del total de la capacidad instalada a desinvertir, y los ciclos combinados de gas privados de Monterrey III y IV -477 MW-, Tamazunchale II -514 MW- y Enertek -144 MW.

Los más de 400 empleados de estas instalaciones también pasarán a formar parte del fideicomiso liderado y gestionado por México Infrastructure Partners (MIP), la empresa asesora de la operación.

El valor acordado para la venta asciende a, aproximadamente, 6,000 millones de dólares. La operación, que se encontraría cerca de su cierre, cuenta con el apoyo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura de México (Fonadin) y otras entidades financieras públicas vinculadas al Gobierno de México.

Una vez que se concrete la operación, MIP sería el fiduciario (quien administra los bienes de otra persona o ente); mientras que la CFE, el beneficiario, y el Fonadin, el fideicomitente (quien constituye un fideicomiso destinando los bienes o derechos necesarios para el cumplimiento de sus fines).

karol.garcia@eleconomista.mx

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Karol García es reportera de Empresas y Negocios.

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