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Industria hila tres meses de caídas en medio de escasez global de insumos
Por primera vez desde abril del año pasado, en junio pasado retrocedieron simultáneamente la minería, los servicios públicos, la construcción y la manufactura.
La actividad industrial en México cerró el segundo trimestre del año con focos amarillos, en medio de los efectos del Covid-19 en las cadenas globales de suministro y la amenaza de una nueva ola de contagios, a la luz de los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Durante junio el indicador que mide la actividad decreció 0.5% en comparación con mayo e hiló tres meses de retrocesos, siendo este sexto mes del año el primero en el que los cuatro pilares de la industria: minería, servicios públicos (electricidad, gas y agua), construcción y manufactura, registraron retrocesos simultáneos desde abril del año pasado, cuando se suspendieron las actividades económicas no esenciales para detener el avance de la enfermedad.
Al frente en las caídas figuró el sector de la construcción, con un descenso de 2%, luego de haber avanzado 1.5% en mayo. Le siguieron la minería (-0.8% vs. +0.7% en mayo), los servicios públicos (-0.5% vs. +1.1% en mayo) y la manufactura (-0.1% vs. -0.7% en el mes previo).
Al igual que la industria en general, la manufactura hiló tres meses de caídas y sumó cinco meses de retrocesos en lo que va del año, pues solo registró crecimiento en marzo pasado.
“En nuestra opinión, la industria se ha estancado tras haber liderado la recuperación desde que inició la reapertura. Esto se debe a problemas en las cadenas de suministro –los que podrían estar extendiéndose más allá de las manufacturas– y probables distorsiones por el nuevo repunte de Covid-19, entre otros factores”, opinó Juan Carlos Alderete, director de análisis económico de Grupo Financiero Banorte.
En las manufacturas está el foco de preocupación de la actividad industrial en los meses recientes. Durante junio 12 de las 21 ramas de actividad que la componen tuvieron retrocesos, destacando los observados en los derivados del petróleo (-6.4%), accesorios y aparatos eléctricos (-5.5%) industrias metálicas básicas (-2.3%) y la manufactura de equipo de transporte (-1 por ciento).
En términos agregados, la industria mexicana se ubicó en junio 5.4% por debajo del nivel del mismo mes del 2019, previo a la pandemia (en mayo la caída era de 3.6%), en donde el pilar más rezagado es la construcción, que está 12.8% por debajo.
“El dato de hoy sigue planteando un escenario retador para el sector secundario de la economía en lo que resta del año, especialmente ante el embate de la Variante Delta del Covid-19 que nuevamente empieza a generar disrupciones en las cadenas globales de valor”, afirmó Marcos Arias, analista de Grupo Financiero Monex.
La industria automotriz ha sido la principal afectada por las disrupciones en las cadenas globales de valor, cuya principal expresión ha sido la escasez de componentes como los semiconductores, luego de que la industria electrónica de consumo acaparara la demanda de estos insumos para la producción de teléfonos, tabletas y computadoras.
De enero a junio, la rama de manufactura de equipo de transportes aún se encuentra 12.4% por debajo del nivel que tuvo durante el mismo lapso del 2019, lo que la ubica entre las cinco ramas más rezagadas respecto del nivel previo a la pandemia, solo por detrás de la industria del cuero y la piel (-23.1%), la del vestido (22.6%) e insumos textiles (-14 por ciento).
En cuanto al total de la industria, durante el primer semestre del año tuvo un avance de 10.5% debido a la débil base comparativa. Pese a este repunte, el nivel de actividad del sector secundario de la economía fue el más bajo desde el 2011, lo que es una mejora discreta respecto del año pasado, cuando el nivel semestral se asemejó al del 2009, año de la gran crisis financiera global.
Desafíos inmediatos
De acuerdo con el análisis de Grupo Financiero Monex, si bien la caída genera interrogantes sobre la velocidad de la reactivación industrial, el retroceso mensual de 0.5% de la actividad industrial fue menor a lo que se esperaba (-0.7%) y, al margen de la incertidumbre sobre las disrupciones en las cadenas de valor, existen indicadores que sugieren una mejora para el mes de julio.
“Los indicadores de difusión sugieren que las manufacturas podrían tener un ligero repunte durante julio, por lo que pensamos que el crecimiento del 3T-21 podría ubicarse en un rango entre 0.0% y 0.5 por ciento”, opinó Marcos Arias, de Monex.
En esta tesitura, Alejandro Saldaña, de Grupo Financiero Ve por Más, anotó que la recuperación en el consumo interno y, especialmente, en los Estados Unidos soportará la producción de bienes de uso final e intermedio en nuestro país. “No obstante, asumimos que el rebrote del virus a nivel mundial induzca más daños en las cadenas de proveeduría, que han afectado a la manufactura”, afirmó.
Cabe señalar que, sumado al cuantioso paquete de estímulos económicos que ha desplegado desde el año pasado el gobierno estadounidense, esta semana se aprobó un ambicioso plan de inversiones en infraestructura que podría detonar aún mas el crecimiento de la economía estadounidense.
En cuanto a perspectivas menos positivas, Alejandro Saldaña, de Ve por Más advirtió que el rebrote del virus detendrá parcialmente la reapertura el gasto gubernamental, “que seguirá acotado a unas cuantas obras insignia (austeridad fiscal)”, en tanto que sigue habiendo un entorno de incertidumbre económica y jurídica, en especial, en sectores clave como el energético, lo que podría acotar el desempeño industrial.
La industria automotriz mundial ha sido la principal afectada por las disrupciones en las cadenas globales de valor, cuya principal expresión ha sido la escasez de componentes como los semiconductores -comúnmente conocidos como chips-, luego de que la industria electrónica de consumo acaparara la demanda de estos insumos para la producción de teléfonos, tabletas y computadoras, productos que han sido ampliamente requeridos para hacer frente al trabajo, educación y entretenimiento en casa.
El dato sigue planteando un escenario retador para el sector secundario de la economía en lo que resta del año, especialmente ante el embate de la variante Delta”.
Marcos Arias analista de Grupo Financiero Monex