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Italia garantiza préstamo de 7,100 millones de dólares para Fiat Chrysler
El fabricante de automóviles italiano FCA negociaba desde mediados de mayo el crédito bancario garantizado por el Estado italiano.
El Estado italiano aprobó este miércoles una garantía pública para un préstamo de 6,300 millones de euros (unos 7,100 millones de dólares) destinado al fabricante automovilístico Fiat Chrysler (FCA), fragilizado por la crisis del coronavirus.
"Es una operación para preservar y reforzar la filial automovilística italiana y relanzar las inversiones, la innovación y el empleo en un sector estratégico para el futuro económico e industrial del país", anunció el ministro de Economía, Roberto Gualtieri, en un comunicado.
El préstamo, otorgado por el banco italiano Intesa Sanpaolo, estará garantizado en un 80% por Sace, la agencia italiana de crédito para la exportación, un sistema previsto en el reciente decreto adoptado para ayudar a las empresas a enfrentar la crisis desatada por el coronavirus.
El fabricante de automóviles italiano FCA negociaba desde mediados de mayo el crédito bancario garantizado por el Estado italiano.
El objetivo es "financiar las actividades de FCA en Italia y aportar un apoyo adicional a unas 10,000 pequeñas empresas de la cadena de suministro automovilístico", explicó entonces la marca ítaloestadounidense.
Fiat Chrysler emplea en Italia a cerca de 55,000 personas en 16 fábricas y 26 plantas y el grupo asegura que trabaja con 5,500 contratistas en la península, que generan unos 200,000 empleos.
El sector del automóvil es clave para la economía italiana y representa el 6.2% del PIB nacional, pero se vio fuertemente golpeado por la pandemia del coronavirus, que se ha cobrado más de 34,000 muertos en la península.
El pedido de garantía había suscitado críticas en algunos sectores ya que la sede legal del grupo italo-estadounidense FCA está situada en Holanda, y la posibilidad de que una parte de ese importante crédito, garantizado por las instituciones italianas, vaya al extranjero, desató interrogantes entre la clase política.
"Una empresa que pide una importante cantidad de dinero al Estado italiano debe repatriar su sede a Italia", reaccionó en mayo en Twitter el vicepresidente del partido Democrático (en el poder), Andrea Orlando.