“La CMIC debe mirar más hacia las pymes”: Tuffy Gaber

La CMIC debe mirar más a las micro, pequeñas y medianas empresas. Estamos en condición de pedir más por estas empresas que constituyen 97% de nuestra industria , dice Tuffy Gaber Flores, vicepresidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y aspirante a la presidencia del organismo. Vienen grandes años para la construcción, los mejores del sexenio. Esto representa grandes oportunidades para nuestra organización (...) Aspiramos a ser protagonistas. Queremos incidir mucho más en la vida pública nacional .

Los afiliados nos pagan una cuota, no un donativo. Debemos responderles con resultados y ofreciendo soluciones para que vean el retorno de la inversión que hacen, y 97% de los 10,000 afiliados que tiene la cámara son pequeñas y medianas empresas , sentenció quien, por su edad (no rebasa los 50 años), se encarna como un ejemplo del cambio generacional que viene en las dirigencias empresariales del país.

En entrevista con El Economista, el ingeniero civil compartió las directrices de su proyecto de dirigencia, en el que ocupa un lugar toral la oferta de una CMIC con un robusto sistema de métricas que permita evaluar el avance de sus objetivos, pero también fortalecer su rol como generador de propuestas de política pública en la búsqueda de una planificación urbana y de movilidad con horizontes de largo plazo.

¿Cuál sería el cambio más urgente que requiere la cámara?

Es bien importante que nos midamos. Necesitamos más metas cuantitativas y menos cualitativas, y ello conlleva la generación de muchos indicadores sobre lo que hacemos en nuestro trabajo diario, lo que hacemos en la obra. Centros de costos, ubicar qué posibilidades hay de terminar en un tiempo equis el objetivo tal y qué objetivos de medición nos hacen ganadores o perdedores.

¿Cuál es la problemática que percibe en la industria?

Todo tiene que ver con planeación. Podemos tener las mejores cadenas de pymes, la mejor ley de obra pública, el mejor fiscal anticorrupción, pero si no tenemos un backlog de proyectos a 30 años, si no definimos agendas de movilidad, de crecimiento urbano, de dónde se va a hacer dentro de 10 años qué, entonces estamos atados a creaciones de dos a cinco años y ante eso, lo que queda es la improvisación. No obstante, tenemos que transmitir de mejor manera que en infraestructura vienen los mejores tiempos. Cíclicamente, vienen los mejores años del sexenio.

¿Cómo ve las relaciones con el gobierno?

En el proyecto que yo contemplo lo sintetizaría así: la cámara está en posición de pedir para las pymes y mipymes. Hemos pedido muy poco. Casi te puedo asegurar que eso extraña a la misma autoridad. Tenemos que clarificar cuál es nuestro mercado meta y lo que tenemos que pedir para ellas. No les podemos dar contratos, pero sí acercarles la información oportunamente.

¿Cómo se logra equilibrar los intereses de los pequeños con los de los grandes afiliados?

Nosotros vamos a observar sí a 97% de las pymes, que son las que generan la sensibilidad de la industria, pero a 1% de las grandes y gigantes las vamos a tener también en estrecha comunicación. Las grandes saben ?autogestionarse, hacer consorcios, emitir papel, pero estamos conscientes de que requieren de la cámara un respaldo institucional y sin duda lo van a tener.

¿Hay un riesgo de crisis en el cambio generacional de la CMIC?

No veo ningún riesgo. Yo le haría un reconocimiento a Luis Zárate, es un presidente que ha sido conciliador en muchas circunstancias. Se está asumiendo demócrata, que está dando la oportunidad de que las cosas sucedan en la cámara.

¿Qué mensaje trae su generación a la CMIC?

Aspiramos a ser protagonistas. Queremos incidir mucho más en la vida pública nacional. Tenemos que mandar muchas mejores señales de las políticas públicas que nosotros proponemos.

¿Cómo piensa impulsar la internacionalización de sus afiliados?

Tenemos que estimular más y habremos de generar propuestas para premiar a las empresas que se atrevan a salir. Hay muchas áreas de oportunidad que no están adecuadamente atendidas.

Las constructoras españolas están conquistando obras en Canadá y EU. ¿Por qué las mexicanas no estamos haciendo lo propio si compartimos fronteras?

¿Qué ha aprendido de la relación con la clase política?

Hay que estar ahí. Es un tema de expertos, de numeralia de seguimiento y de evidencia de resultados.

Hoy por hoy, el legislativo cogobierna este país y tenemos que poner énfasis en indicadores. Tenemos que ofrecer más y mejor resistencia para que los grupos de interés se esfuercen más y saquen lo mejor de sí.

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