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La animación en México debe ser crítica: Escine
La Escuela Superior de Cine (ESCINE) estrenará el próximo 7 de enero su primera generación de alumnos estudiantes de la carrera de animación.
“Habíamos estado empujando en redes sociales el anuncio de la carrera de animación, ahora hacemos el anuncio oficial”, dijo para El Economista el profesor de la licenciatura y coordinador de la productora Mantarraya Films, Miguel Uriegas.
Esta primera generación de creadores estará conformada por 15 alumnos, que se desarrollarán en el ámbito de la producción y posproducción. A unas semanas de cerrar inscripciones, el 10 de diciembre, ya se tiene más de la mitad de la matrícula.
Mantarraya Films tiene 20 años de promover nuevos talentos en la industria del cine en México, por ello decidió abrir la Escuela Superior de Cine (Escine) en el 2016. Ahora a dos años de distancia y con un estudio de animación, su proyecto exclusivo de animación Fotosíntesis tiene el objetivo de producir películas que promuevan causas sociales, con el afán de generar conciencia colectiva.
“Inauguramos esta licenciatura para seguir fomentando el crecimiento de esa industria, que si bien ha crecido mucho en estos 20 años, todavía queda un largo camino por recorrer”, argumentó Miguel, quien considera que las escuelas que hasta ahora imparten esta carrera “se enfocan en el aspecto técnico, en el software, en las herramientas, y cómo usarlas; pero dejan un poco desdibujado el lado teórico, de la plástica de la formación autoral”.
La crítica, área de oportunidad
“Los alumnos que llegan a nosotros no tienen la práctica de la plástica, del dibujo, y no sabe comunicar; la licenciatura en animación se diseña en atención a esto, queremos una propuesta donde se nivelen el lado artístico, autoral, y el lado técnico; que sean alumnos que aprendan historia de arte con la finalidad de que generen un criterio”, asegura Uriegas.
Además de que sepan cómo se genera la industria de la animación y que cuando prendan la televisión o streaming, los estudiantes sepan todo lo que tuvo que pasar esa producción antes de llegar a la pantalla.
“La animación es también inventar procesos, dentro de la escuela el alumno va empezar a saber cómo hacer una cadena de producción para llegar a resultados específicos”, dice el director de la nueva carrera, el francés Simón Gerbaud.
“Queremos generar un pensamiento crítico. Ésta es una escuela que tiene un tamaño bastante humano, aquí todos nos conocemos y hay un seguimiento individualizado, es decir, que nos interesan las preocupaciones de cada quien. Por eso nos interesa dar herramientas para que estas preocupaciones se conviertan en visión y hasta entonces una persona se convierte en un autor”, comenta Gerbaud.
Los profesores de Escine son profesionales de la producción que en sus tiempos libres se dedican a dar clases, “por lo que es un agregado de valor importante que mientras estés adquiriendo conocimientos de animación, tu maestro esté trabajando activamente en una película”, dice Miguel Uriegas.
Esta experiencia en Fotosíntesis se refleja en los dos largometrajes que tiene producidos, uno de ellos, La increíble historia del niño de piedra, ganó el premio Ariel a Mejor Largometraje Animado, y El ángel en el reloj (2018), que se estrenó en mayo y estuvo en la selección oficial del festival francés de animación Annecy.
¿Cuál es el perfil de quien quiere estudiar animación?
“La situación es bastante entusiasmante” nos dijo Simón, “la animación está creciendo en México y además se puede apoyar de otras disciplinas como el cine, el arte, la gráfica, el arte contemporáneo que ya son mundos estructurados estables y la animación viene a beneficiar, se va a alimentar de eso”.
La animación no sólo es hacer caricaturas y dibujos animados para televisión, es la posibilidad de trabajar en videojuegos, publicidad, en efectos especiales para cine, videomaping, trabajar con interactivos, y las posibilidades cada vez se multiplican.
