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La economía de México mantiene "buen dinamismo": IMEF

La economía mexicana “mantiene un buen dinamismo”, indicó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) al interpretar sus mediciones anticipadas de indicadores clave de la producción de manufacturas, consumo y los servicios.

Foto: Shutterstock

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La economía mexicana “mantiene un buen dinamismo”, indicó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) al interpretar sus mediciones anticipadas de indicadores clave de la producción de manufacturas, consumo y los servicios.

El Indicador IMEF Manufacturero de julio aumentó 0.8 puntos respecto al mes de junio, situándose en 51.8 unidades, por lo que el Indicador sugiere que el sector manufacturero se está expandiendo. Así, lleva dos meses consecutivos en zona de expansión, y acelerándose.

El Indicador IMEF varía en un intervalo de 0 a 100 puntos y el nivel de 50 puntos representa el umbral entre una expansión (mayor a 50) y una contracción (menor a 50), de la actividad económica.

Por otro lado, el Indicador IMEF No Manufacturero registró un aumento marginal de 0.2 puntos, cerrando en 51.7 unidades. El sector de servicios y comercio continúa en zona de expansión, acumulando así 18 meses consecutivos en esta zona.

Los indicadores IMEF Manufacturero y No Manufacturero del mes de julio sugieren que se mantiene el buen dinamismo económico registrado al cierre del segundo trimestre del año”, dijo el IMEF en su reporte mensual.

El comienzo del tercer trimestre, de acuerdo con los indicadores, muestra que la actividad económica continúa expandiéndose, ganando impulso con relación a los meses anteriores.

Los sectores de servicios y de comercio siguen creciendo de manera persistente, al tiempo que la actividad del sector manufacturero se recupera.

La estimación oportuna del PIB publicada por el Inegi indica que la economía creció 0.9% en el segundo trimestre. Con este dato, el PIB se estaría expandiendo a una tasa de 3.6% anual durante los primeros seis meses del año.

En su sesión para comentar los resultados del Indicador IMEF correspondiente al mes de julio, el Comité Técnico consideró que las perspectivas de crecimiento global hacia la segunda mitad del año han mejorado a la luz de un buen desempeño en consumo y crecimiento rezagado.

No obstante, el comité mantuvo un tono de cautela respecto a la sostenibilidad de dicho crecimiento; es probable que los elementos que han jugado a favor de esta resiliencia no estén presentes más adelante, limitando la extensión del dinamismo económico.

En concreto, factores como el exceso de ahorro, la reducción en compras de bienes durables y las caídas en ganancias corporativas podrían llevar a una mayor fragilidad económica en 2024.

“Si bien, la potencial recesión en Estados Unidos continúa siendo un tema a discusión, prevalece la expectativa de que, en caso de materializarse, el impacto sería menor al estipulado, rezagado, con un efecto no homogéneo entre sectores económicos, y un impacto no necesariamente tan evidente sobre la economía mexicana”, comentó el IMEF.

En esta misma línea, se discutió la función de respuesta de la Reserva Federal, en caso de que los datos económicos continuaran sin materializar una desaceleración.

Respecto a la economía mexicana, el Comité discutió el mejor desempeño de las cifras de crecimiento durante el primero y segundo trimestre del año.

Según el IMEF, es probable que el crecimiento del PIB sea más cercano a 3% dados los siguientes factores: datos mejor a lo esperado en Estados Unidos; mayor resiliencia en el consumo privado; y recuperación de la inversión fija bruta.

Se ahondó en las expectativas de nearshoring y cómo México puede capitalizar dichos beneficios. El Comité recalcó riesgos, tanto positivos como negativos, alrededor de la tendencia de relocalización de cadenas productivas y coincidió en que, no necesariamente, México está aprovechando todo su potencial.

Entre los elementos que se mencionaron como relevantes para garantizar un mejor aprovechamiento se encuentran la necesidad de adoptar una política energética adecuada, dar certeza jurídica, mejoramiento de procesos, desarrollar una infraestructura adecuada, fortalecer el estado de derecho y, en general, un ecosistema favorable para la inversión.

roberto.morales@eleconomista.mx

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