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La fecha de inauguración del tren México-Toluca todavía está en el aire para la 4T
A pesar de que el gobierno tenía previsto terminar todo el proyecto en el año 2022, para inaugurarlo en el 2023, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no puede asegurar que el tren estará listo en ese año, después que ya ha chupado 66,578 millones de pesos de presupuesto.
Responder cuál es la fecha en que se inaugurará el tren interurbano México-Toluca es como responder la pregunta de los “sesenta y cuatro mil pesos”, dijo este lunes el titular de la Dirección General de Desarrollo Ferroviario y Multimodal (DGDFM), Manuel Gómez, quien únicamente detalló que está previsto terminar la obra civil durante el 2022 (en el tramo 1 ya fue concluida, pero en el 3 lleva el 52%).
En reunión de trabajo con el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), el funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), precisó que de los 90,000 millones de pesos que costará la obra, hasta la primera semana de julio se habían invertido 66,578 millones de pesos. En el 2014 se estimó una inversión de 34,000 millones de pesos.
A pesar de que el presente gobierno tenía previsto terminar todo en el 2022, para inaugurarlo en el 2023, recientemente el director general adjunto de Banca de Inversión del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), Carlos Mier y Terán, afirmó que será hasta la primera mitad del 2024 cuando se inaugure el tren.
“Por la información disponible, creo que el proyecto ejecutivo del tren se realizó en un tiempo muy corto. La complejidad de obras de esta magnitud requiere más tiempo para hacer un diseño equilibrado y menos sujeto a imprevistos, porque una de las características que ha tenido este tren han sido los imprevistos: en el túnel que la exploración inicial fue poca para la diversidad de las unidades litológicas (relacionadas con la geología), lo que obligó a hacer cambios en el procedimiento constructivo”, detalló Gómez.
También hubo nuevas obras, ajustes en las soluciones de construcción, cambios de trazo y conflictos de derecho de vía que han retrasado el avance.
Para el ingeniero civil de profesión, los tres ingredientes que no deben fallar en una obra para garantizar que se termine en el tiempo previsto (el tren iba a ser inaugurado originalmente en el 2017) son: proyecto ejecutivo bien hecho, derechos de vía resueltos y presupuesto garantizado, pero si falta uno, las obras se vuelven impredecibles en tiempo y costo, como ha ocurrido.
En el encuentro, el funcionario precisó que luego de terminar la obra civil, en el primer semestre del 2023 se podrían concluir las obras electromecánicas y, eventualmente, comenzar algunas pruebas, para lo cual se debe contar con la empresa que se encargue de la operación del tren, lo cual aún no se ha definido y lo tendrá que hacer la SCT y el Fonadin (el segundo cuenta con la concesión del tren).
Respecto al mantenimiento que requerirá el tren una vez que entre en operación, en caso de que los aforos no sean los suficientes, se tendrán que usar recursos públicos, porque se trata de una tarea fundamental para la seguridad de los viajeros.