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La radio mexicana se movió mucho en 2019, pero siguió igual que en años anteriores
El 2019 registró el nacimiento de tres conceptos noticiosos y la muerte de una marca histórica de noticieros; dos grupos nuevos de radio ingresaron a la CDMX y dos más se achicaron y una compraventa se malogró. El 2019 también marcó la jubilación de un reconocido radiodifusor.
La radio despide al 2019 como uno de los años con mayores movimientos para el sector en toda la década, pues registró los nacimientos de tres conceptos de programación y la muerte de una marca histórica de noticieros; media docena de estaciones cambiaron de manos y otras dos regresaron y salieron del aire en la CDMX. Al mismo tiempo ingresaron dos nuevos grupos, dos más se achicaron y una compraventa se malogró.
El talento, acusando censura, brincó de estación, pero con todo ello la radio fue la misma, porque los radiodifusores poco innovaron en 2019 y casi nadie de ellos peleó por los jóvenes como mercado. El 2019 también marcó la jubilación de uno de los capitanes de empresa más reconocidos.
Y aunque no fue el factor determinante, la reestructuración de estaciones de Grupo Radio Centro (GRC) como modo para conseguir otra vez la rentabilidad financiera a nivel de grupo y para incursionar indirectamente en la televisión con la aportación de talento al canal 8.1, desató todo un cambio en la radio capitalina con repercusiones en distintas plazas de la República, que sumado al asunto de la nueva política del gobierno federal para entregar la pauta publicitaria fue lo que marcó a 2019 como un año protagónico para la industria, inclusive más que aquellos ciclos en los que se licitó espectro para nuevas frecuencias AM/FM.
Este año los protagonistas fueron El Heraldo Radio 98.5, La Octava 88.1 y XFM 92.1 como nuevos conceptos de comunicación. El primero involucró un proceso de compra de estaciones a Grupo Imagen, que disminuyó su tenencia espectral aquí, y por la atracción de talento de GRC, al tiempo que desplegó una suerte de cadena nacional en ciudades rentables. El segundo significó la plataforma en radio del canal televisivo “La Octava 8.1” de la capital, mientras que el tercero surgió en la segunda mitad del año tras la devolución de esa señal por parte de Radio Centro a Grupo Siete tras 27 años de operación.
El Grupo Acustik entró de lleno a la Ciudad de México con la operación de la 1150 de AM, que la regresó al aire tras dos años de inactividad, y de otras dos estaciones de Radio Centro en Guadalajara y Monterrey. Los conceptos noticiosos de Radio Red FM y Formato 21 de Grupo Radio Centro dejaron de existir y la 1440 AM pasó de GRC a Grupo Siete también, pero de momento está fuera del aire.
Aire Libre 105.7 FM, uno de los benjamines de la radio por aparecer en 2018, se coló en distintas listas de popularidad en menos de un año por una oferta de contenidos únicos, pero las complicaciones para colocar anuncios en la estación desdibujan su futuro, que además se presiona por una cobertura y potencia técnicas limitadas.
La estación dejó ir a su talento estrella, el programa “El Mañanero”, al año de transmisión y el hecho fue tomado en redes sociales como un acto de censura orquestado en el gobierno federal, aunque el radiodifusor lo atribuyó a un asunto de audiencia y voces de la industria lo achacaron a falta de dinero.
“Hubo muchos movimientos que fueron detonados por GRC, sobre todo por la salida de sus colaboradores y la venta de estaciones. Sin embargo cuando se presentaron estos cambios todos pensamos que se iban a reflejar en el medio y no fue así”, dijo Claudia Benassini, especialista en contenidos y radiodifusión de la Universidad La Salle.
“Uno de los grandes cambios se presentó con El Heraldo, con sello pero sin figuras... Y con Aire Libre, Brozo tiene una audiencia que lo sigue de estación a estación, pero no ha crecido como conductor en un espacio más de opinión que informativo, ni fue tampoco lo que el concesionario Eduardo Henkel esperaba. La radio fue antes un gran laboratorio de experimentación, pero ha perdido esa característica para mejor entrar en la zona de confort. Vale sólo escuchar el cuadrante”.
La radio se hizo más hablada que nunca en 2019, pues en la capital y sus repetidoras en la República se llegan a escuchar al menos 31 noticieros con propuestas muy similares o confundibles a lo largo del día. Para comprenderlo mejor, en la Ciudad de México llegan con su señal un total de 70 estaciones entre las bandas de AM y FM, de las que 31 o 44.3% transmiten un noticiero en las mañanas y todavía un tercio de ellas sólo transmiten voces y noticiarios por las tardes y noches, por lo que el 2019 tampoco fue positivo para la radio musical.
Y a los influencers de Internet, dijo Claudia Benassini, que se les ha abierto el micrófono para transmitir, poco han calado en la preferencia del público; ninguno de ellos encabeza lista de popularidad alguna con su programa, pese a haber conseguido espacios en MVS Radio, Radiópolis o Grupo Fórmula.
En 2019, los grandes grupos radiofónicos otra vez se acusaron mutuamente de manipular las cuotas de rating. https://www.
“Por todo ello para nadie es un secreto que la radio atraviesa por una crisis importante tanto económica como de contenidos y de audiencias. Sea pública o privada, la radio necesita renovarse, desarrollar estrategias programáticas que le permitan reposicionase como medio para ir al rescate de las audiencias, sobre todo los jóvenes, que fue lo no se hizo en 2019”, dijo Benassini.
Los que no pudieron rescatar la compraventa del 50% de Radiópolis a Televisa fue la familia Alemán, a través del Corporativo Coral. El trato comprendía la salida de 17 estaciones de AM/FM, entre ellas la mítica XEW-AM 900 de la capital, por un pago global de 64 millones de dólares, pero el comprador incumplió con el primer abono de 34 millones de dólares, lo que obligó a Grupo Televisa a establecer acciones legales en contra de Coral. El interés por la compraventa aún existe y se esperaría que esa historia desenlace en el principio del 2020.
La radio pública sufrió en 2019 por los recortes de presupuesto
La otra radio, la pública, sufrió mucho en 2019: escases de presupuesto comprometieron los planes de Radio Educación, que como pudo operó su señal de FM con buenos parámetros de rating, lo mismo que logró mantener el Instituto Mexicano de la Radio (Imer), pero que tuvo que apagar más de una ocasión su programación ante las onerosas cuotas que cobran el sindicato de ese organismo.
Para destacar queda que el Imer consiguió por primera vez colocar su infraestructura pasiva a disposición del mercado con la que podrá levantar en el mediano plazo un recurso que compense en parte a los faltantes por ajuste de presupuesto. El interesado en este caso fue una estación de Grupo Radio Centro. Radio Educación además abrió su antena a la radio feminista Violeta en este 2019.
Y este año también se entregó la última frecuencia disponible para radio FM social en el Valle de México: se trata de la 99.7 MHz y se otorgó a “Radial Humanamente Positiva A.C.” de Ciudad de Nezahualcóyotl, una organización que podrá radiar hasta la Ciudad de México.
“La radio se movió pero no se transformó. Los grupos radiofónicos se enfocaron en otros negocios y algunos que no tenían radio incursionaron en el medio, pero nada ha cambiado: no se ha digitalizó, no propuso nuevos formatos; las noticias se informan sin cambios y no hay incremento de ingresos”, platicó Jorge Bravo, director de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi).
“Y la radiodifusión pública apenas sobrevive con presupuestos raquíticos, mientras que las alianzas entre ellas no son fruto de una política sino de una estrategia de apoyos mutuos. Faltó más compromiso con un medio que sigue siendo relevante pero que no puede operar aislado de las nuevas tecnologías. La radio ya no es la única ventana; debe convertirse en un medio principalmente auditivo, pero esencialmente transmediático”.