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Los mexicanos son muy duros consigo mismos: Andrew Jeffreys

Veo pocos países con tantas cosas a favor como México. El corredor interoceánico tiene todo para ser uno de los nodos de logística y producción global más importantes, dice el presidente del grupo consultor basado en Londres.

Fotos El Economista, Gilberto Marquina GM

Fotos El Economista, Gilberto Marquina GMEL ECONOMISTA

Los mexicanos son muy duros consigo mismos. No valoran todo lo que han logrado en los últimos 30 años, dice Andrew Jeffreys, CEO de Oxford Business Group (OBG). México se ha convertido en gran productor de manufacturas de todo tipo y es una potencia exportadora. “En más de un sentido, es un país en ascenso: se habla del nearshoring, pero esto no es una casualidad: tiene una posición geográfica privilegiada, varios años desarrollando competencias en industrias como la automotriz y la electrónica. Tiene muchas ventajas en demografía, incluyendo una gran cantidad de gente capacitada”. 

Por su trabajo en OBG, Andrew Jeffreys ha sido consultor durante tres décadas en diversos países emergentes, entre ellos Arabia Saudita, Indonesia, Turquía, Colombia y algunos de Europa del Este. “Por supuesto que México tiene problemas, no quiero obviarlos, pero eso es bastante común en los países en desarrollo. Indonesia tiene miles de islas que son complicadas de conectar y requiere mucha infraestructura. Hay otros países con mucha población, pero no tan educada como en México. Ninguno está tan cerca del mayor mercado mundial”. 

Ser exigente y autocrítico es sano y es parte de la vida democrática. Condición para alcanzar metas más altas. No deben perder de vista todo lo que han avanzado. Quizá están preocupados por las cosas que no van bien y pierden de vista los avances”, puntualizó. 

La conversación con el CEO de Oxford Business Group va y viene sobre México y el Mundo. Cuando hablamos del futuro de México, le pido hablar de otro tema que no sea nearshoring y que represente grandes oportunidades. “El corredor interocéanico, sin duda”, contesta y argumenta: “hace sentido desde el punto de vista de México, pero mucho más desde el punto de vista global. El comercio mundial se multiplicará por dos, mínimo, antes del 2050. Las principales vías de tráfico de ese comercio están saturadas, a punto de saturarse o en crisis. Pienso en la ruta de Shanghái a Nueva York. Hay problemas en el Canal de Suez y en el Canal de Panamá; la distancia entre California y Nueva York, son casi 5,000 kilómetros. El mundo necesita resolver el tránsito del Pacífico al Atlántico. Es la ruta más importante del comercio mundial. Allí, el corredor interóceanico es una solución muy importante para México, pero más para el mundo”. 

El proyecto que unirá Salina Cruz y Coatzacoalcos va lento, le comento, y argumenta: “Es un proyecto de largo plazo. Uno de los principales problemas de los grandes proyectos es que su calendario no se acopla con los calendarios políticos o de administración pública. Eso pasa en todo el mundo. Lo que está a favor del Interocéanico es que tiene demasiadas cosas a favor. No es solo un corredor de logística, sino está pensado para ser un hub (nodo) de producción. En Asia hay algunos casos muy exitosos, por ejemplo, en el estrecho de Malaca”. 

La posibilidad de combinar las tareas de logística con producción es lo que une a este corredor con el neashoring. “No tengo duda de que esto se detonará en cinco o 10 años. Quizá lleve algo de tiempo desarrollarlo. La logística es tan importante como la capacidad de procesamiento industrial. Serían varios polos de producción en un punto privilegiado. Los polos estarían especializados: en unos habría actividades que llevan mucho tiempo en México, por ejemplo, la industria automotriz. En otros podrían instalarse actividades que podrían desarrollarse mucho aquí, como semiconductores”. 

Jeffreys considera que él es mucho más optimista sobre México que la mayoría de mexicanos con quienes conversa: “he pasado mucho tiempo en Arabia Saudita, Indonesia y en Europa del Este. Lo que veo en México, quizá, es una mayor combinación de factores favorables que en otros lugares u otros momentos. Los países árabes tuvieron el auge del petróleo; Europa del Este, la caída del muro y la entrada a la Unión Europea. Ahora puede ser más potente: es el postcovid, la redefinición de la relación entre Estados Unidos y China, la reestructura de cadenas de producción de sectores muy importantes para Estados Unidos”.   

“No digo que todo vaya a ser fácil, pero muchos países lo han logrado. En los ochenta, España y Grecia tenían una infraestructura muy deficiente. Ahora es de primera calidad. México tiene mucho qué hacer en carreteras, puertos, aduanas, pero puede. El corredor puede llevar desarrollo a una zona que no lo ha tenido y reducir los costos de transporte del Oeste al Este”.

lmgonzalez@eleconomista.mx

Licenciado en Economía por la Universidad de Guadalajara. Estudió el Master de Periodismo en El País, en la Universidad Autónoma de Madrid en 1994, y una especialización en periodismo económico en la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha sido reportero, editor de negocios y director editorial del diario PÚBLICO de Guadalajara, y ha trabajado en los periódicos Siglo 21 y Milenio. Se ha especializado en periodismo económico y en periodismo de investigación, y ha realizado estancias profesionales en Cinco Días de Madrid y San Antonio Express News, de San Antonio, Texas.

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