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Más afiliados en el IMSS, un desafío para su capacidad operativa y de infraestructura
El propio IMSS admite que la inversión en capacidad instalada ha quedado por debajo del ritmo de crecimiento de la población derechohabiente.
Las reformas que ha realizado internamente el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para abrir la afiliación a grupos antes excluidos, como los trabajadores por cuenta propia, las trabajadoras del hogar o la afiliación de los trabajadores en el extranjero, son a la vez un desafío para su capacidad operativa.
“Las reformas para la extensión de la cobertura de la seguridad social a grupos históricamente excluidos han significado importantes beneficios a la población; no obstante, incrementa el desafío de contar con la capacidad operativa y en infraestructura necesarias para brindar la atención requerida por estos grupos poblacionales que, en ocasiones, tiene baja capacidad contributiva por contar con salarios de cotización reducidos y alta rotación en el mercado laboral”, revela el IMSS en su informe sobre la situación financiera.
Además, desde ahora ya tiene un déficit en el número de camas; mientras que en los países de la OCDE registraron en 2022 un promedio de 4.3 camas por cada 1,000 habitantes, el IMSS registró en 2023 0.67 camas por cada 1,000 derechohabientes.
En ese sentido, el propio IMSS admite que la inversión en capacidad instalada ha quedado por debajo del ritmo de crecimiento de la población derechohabiente, tanto por la extensión de la cobertura como por la dinámica poblacional de las personas aseguradas, lo que crea un déficit en la infraestructura.
Aunado a lo anterior, hace falta de mayor personal, ya que la carga de trabajo se ha incrementado en función de una mayor incorporación de trabajadores y sus familias al Instituto; se pronostica que se requieren:
- 105,000 profesionales en medicina en contacto con pacientes
- 380,000 de enfermería
- 198,000 camas censables
Adicionales a los recursos con los que cuenta actualmente, para ubicarse dentro de los parámetros recomendados por la OCDE.
José Luis Carazo, representante del sector obrero del Consejo Técnico del IMSS, comentó que ante el crecimiento de la derechohabiencia también corresponde a los propios consejeros atender los retos que trae consigo la apertura que ha tenido el IMSS para dar espacio a los trabajadores independientes o las propias trabajadoras del hogar.
Destacó que ello también se ha visto reflejado en mayores ingresos para el IMSS, que si bien no se pueden destinar en su totalidad para ampliar su infraestructura, permite al organismo hacer frente a sus compromisos como patrón.
En 2023 el total de ingresos del IMSS ascendió a 723,009 millones de pesos, cifra superior en 82,406 millones de pesos respecto al ejercicio anterior. El incremento en los ingresos totales se explica, primordialmente, por el aumento en la recaudación.
“Estamos a corto tiempo que seamos país de adultos y corto tiempo para ser un país de viejos, y si no creamos las condiciones para que la mayoría de los sectores tengan beneficios de la seguridad social y de la salud; sin duda estaremos en imposibilidad de crearlos en el futuro, desde ahora es un buen ejercicio”, apuntó.
De acuerdo con datos del IMSS, se han incorporado al Régimen Voluntario, 9 millones 424,020 personas de los 22.3 millones de afiliados.
A su vez, Jorge Cervantes, socio de la firma D&M, comentó que los estudios actuariales deben ser considerados para atender los retos que tiene el propio IMSS, de lo contrario se comprometen los avances que se han logrado, como el hecho de tener viabilidad financiera hasta el 2037.
Los estudios actuariales deben dar claridad a los retos que enfrentará el IMSS; ya sea con Zoé Robledo, o no, cada una de las modalidades que se han abierto de incorporación que se tienen deben cumplir con el pago de cuotas”.