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México, con largo trecho por avanzar en profesionalización de la empresa familiar: consejeros independientes

Entidades deben verse como unidades de creación de valor y no exclusivamente como un medio de sustento para la familia, afirma el Colegio Nacional de Consejeros Profesionales Independientes de Empresas; aportarán ideas de mejores prácticas en Simposio.

Foto: Shutterstock

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El apego a la familia que distingue a los países latinoamericanos puede ser una gran virtud emocional, pero a la hora de constituir empresas familiares plantea serios desafíos para su sostenibilidad.

Es por ello que en lugares como México es crucial reforzar la profesionalización de estos negocios, de forma que no sean vistos únicamente como fuentes de autoempleo o simples medios de subsistencia para la familia, sino como unidades de creación de valor, comenta Fernando Cantú, miembro del Colegio Nacional de Consejeros Profesionales Independientes de Empresas (CNCPIE).

“En América Latina tenemos esa visión un poquito miope de contemplar a la empresa familiar solo como un medio de autosustento. No vemos todas las alternativas que puede haber y nos encerramos en nosotros mismos, en nuestra familia, y eso hace que no podamos alcanzar un desarrollo más amplio”, dice en entrevista el encargado de difusión del CNCPIE.

Ya instalado en el terreno de las caracterizaciones geográficas, refiere el contraste que existe en este punto respecto de lo que sucede en otros lugares, principalmente en el mundo anglosajón.

“Es más frecuente ver ahí un sentido de propiedad distinto. La gente pone su empresa con la intensión de generar un valor y ese valor sucede que es vendible. En estos mercados (anglosajones) no es que las empresas familiares desaparezcan, sino que se venden se compran, se fusionan”, apunta Cantú.

Pero el apego no es la única vena emocional que pueden poner en riesgo a la empresa familiar. Con frecuencia el emprendedurismo también tiene su lado “romántico” asociado a la ilusión que genera iniciar un proyecto nuevo.

“La empresa familiar se enfrenta a muchos desafíos y tienen que ver en primer lugar con que con frecuencia emprendes con mucha ilusión y con el corazón y con muy poca cabeza. A veces los emprendedores lo hacemos con muchas ganas y no siempre con la experiencia para poder hacerlo”.

Y a agrega: “Con cierta frecuencia no sabemos escuchar ideas, prácticas y recomendaciones ya probadas que ahí están y que nos pueden ayudar a hacer que nuestra empresa sea más rentable, más productiva, que perdure más en el tiempo, que se vuelva más sostenible”.

En esta inteligencia, una de las vertientes de trabajo del CNCPIE es la promoción de la profesionalización empresarial, a través de la difusión de mejores prácticas y capacitación, principalmente en lo que a gobierno corporativo se refiere.

Fomento a la profesionalización

Precisamente, este 20 de octubre el Consejo llevará a cabo en el Club de Empresarios Bosques de la Ciudad de México su segundo Simposio de Gobierno Corporativo, que llevará por título “Maximizando la Sostenibilidad y Sustentabilidad de la Empresa Familiar”.

“La intención es llevar el mensaje de que el gobierno corporativo no es algo complejo, no es difícil de echarlo andar bien. Lo que queremos es dar ideas de cómo gobernar una empresa para que entregue más valor. Empezando por los clientes, proveedores, empleados y a los mismos propietarios”, afirma Cantú, quien tiene más de 30 años de experiencia como director de área en empresas como Walmart, Aeroméxico y Telmex, además de más de 16 años como consejero independiente y relacionado.

Los ejes transversales del simposio serán la sustentabilidad y la sostenibilidad. El primero versará sobre el desarrollo de ideas sobre el aprovechamiento racional de los recursos de la empresa (materiales y humanos), mientras que el segundo atraerá todo lo relacionado con las buenas prácticas de gobernanza que garanticen la continuidad del negocio.

En tanto, abordarán temas como el family office, la creación de consejos de administración efectivos y el valor de la diversidad dentro de estos, la importancia de la sucesión directiva o el manejo de conflictos para preservar las relaciones familiares y el negocio.,

¿Cuál es la meta? Por lo pronto Fernando Cantú comparte un dato: la empresa familiar en México tiene una esperanza de vida de siete años por lo que, de entrada, debería visualizarse como el umbral mínimo a superar en términos de longevidad para empresas que se precien sostenibles y generadoras de valor para la sociedad.

octavio.amador@eleconomista.mx

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