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Movistar vende activos de fibra óptica en México a Even Telecom y Neutral Networks

El valor de los activos cedidos por Pegaso a las filiales del Grupo Southern Cross superó el umbral de 677 millones de pesos establecido en la Ley Federal de Competencia Económica.

 Movistar México reportó ingresos totales por 290 millones de euros en el periodo que va de enero a marzo de 2020. Foto: Reuters

Movistar México reportó ingresos totales por 290 millones de euros en el periodo que va de enero a marzo de 2020. Foto: ReutersREUTERS, X01998

Pegaso PCS, subsidiaria de Telefónica Movistar en México, traspasó a finales de 2018 una serie de activos relacionados con su red nacional de fibra óptica a las empresas Even Telecom y Neutral Networks, a su vez el brazo de telecomunicaciones del Grupo Southern Cross.

La notificación del acuerdo entre las partes al Instituto Federal de Telecomunicaciones ocurrió el 27 de septiembre de 2018 y tras prevenciones de competencia y solicitudes de información adicional por parte del regulador para consentir el acuerdo, toda la operación se concretó el 23 de octubre de ese año y ahora está en proceso de inscribirse en el Registro Público de Concesiones del IFT.

La información apenas hecha pública por el regulador no detalla todavía –por tema legal y de confidencialidad– el alcance geográfico, económico o extensión de la red vendida por Movistar y de momento, Telefónica tampoco ha emitido un comunicado sobre este proceso aunque ya fue consultada por este medio, por lo que se esperaría que lo haga parte de su reporte anual de 2018 que presentará a la Bolsa de Madrid en la mañana del 21 de febrero.

Pero la operación entre Pegaso de Movistar con Even Telecom y Neutral Networks fue notificada al IFT, porque el valor de los activos objeto de la compraventa superó los 677 millones con 40,000 pesos, el umbral tope establecido por la Ley Federal de Competencia Económica (LFCE) en su artículo 86 sobre la notificación obligatoria de concentraciones.

Esta concentración se encuentra radicada en el expediente UCE/CNC-002-2018 y fue avalada por los siete comisionados del IFT en noviembre pasado, según el acuerdo P/IFT/141118/777, ya que no supone efectos adversos a la competencia en el sector por existir otros operadores fuertes como Bestel de Televisa y Telmex de América Móvil con grandes extensiones de redes de fibra, y porque la futura existencia de la Red Troncal presionará aún más el mercado del transporte de datos por fibra óptica. 

De acuerdo con documentos del IFT, los activos cedidos por Pegaso tienen que ver con la infraestructura de fibra oscura, es decir, aquella que por cualquier motivo no esté siendo explotada por Movistar para sus operaciones propias de telecomunicaciones. Se desconoce todavía si la venta de estos activos incluye el centro de datos de la empresa ubicado en el Estado de México.

El documento público disponible sobre la operación cuenta que Even Telecom y Neutral Networks facturaron un acumulado de 3,800 millones con 800,000 pesos en 2017 por la provisión de infraestructura relacionada con la renta/venta de fibra óptica “iluminada” u “oscura” y también por la disponibilidad de espacios en radiobases, por lo que ambas compañías son competidoras directas de marcas como Telesites y American Tower en torres y con Centurylink, que en 2017 se fusionó con Level 3 para crear un importante nuevo jugador de peso en el negocio del transporte de datos por fibra óptica en México.   

Even Telecom comenzó operaciones en México hacia 2016 y desde entonces ha construido 8,500 radiobases y 21,000 kilómetros de fibra óptica, según el informe oficial de Grupo Southern Cross, que también es accionista en compañías de otros sectores como Casas Javier y el grupo de medios Expansión y con presencia en Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, entre otros.

Neutral Networks es de menor tamaño que Even Telecom, porque tiene 1,850 kilómetros de fibra y 176 torres, pero en el RPC del Instituto Federal de Telecomunicaciones se lee que en 2017 logró un título de concesión única para originar y revender servicios de telecomunicaciones y radiodifusión y consiguió además que el regulador le ampliara su alcance de cobertura hacia nuevas poblaciones, una acción que en adelante podrá hacer sentido con la compra de los activos de Pegaso a lo largo de todo el territorio nacional.

¿Qué puede hacer Movistar con el dinero por esta venta de red?

Telefónica vive complicados momentos financieros en el país y se encuentra en un aprieto por cómo atraer más clientes y de entre ellos, más usuarios de alto consumo. Su operación mexicana además ha sonado en la industria de telecomunicaciones como próxima a ser absorbida por otro operador o por un fondo internacional de inversiones. 

El 2018 también fue un año clave para Movistar en temas de adquisición de bandas radioeléctricas en México o sobre la renovación de otras ya en su poder.

A finales de ese año, en noviembre, dio cumplimiento al pago de contraprestación por 350 millones de pesos por un bloque nacional de 20 MHz de espectro en la banda de 2.5 GHz, luego de resultar ganadora junto con AT&T en la licitación IFT-7.

Aparte, continuó con el proceso de renovación de sus derechos para explotar frecuencias en la banda de PCS o de 1.9 GHz y se embolsó también las obligaciones económicas por un bloque regional de ese mismo espectro que originalmente fue de SAI del Grupo Hermes. 

Telefónica, en el reporte anual de 2017 a sus inversionistas, escribe sobre los potenciales negocios que pueden configurarse gracias al despliegue de nuevas redes de fibra óptica, pero también reconoce que las inversiones que éstas demandan son cuantiosas y por tanto, debe hallar la explotación más apropiada de esta infraestructura:

“Una de las tecnologías por la que están apostando en la actualidad los operadores de telecomunicaciones, entre otros, Telefónica en España y Latinoamérica, son las nuevas redes tipo FTTx, que permiten ofrecer accesos de banda ancha sobre fibra óptica con altas prestaciones, tales como conexiones a Internet de 300 MB o servicios de televisión de alta definición. Sin embargo, el despliegue de dichas redes, en el que se sustituye total o parcialmente el cobre por fibra óptica, implica elevadas inversiones (…) Existe una creciente demanda de las prestaciones que las nuevas redes ofrecen al cliente final; no obstante, el elevado nivel de las inversiones requiere un continuo análisis del retorno de las mismas”.

Periodista de negocios para El Economista, con especialidad en telecomunicaciones e infraestructura. Es licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM, con estudios posteriores en el ITESM Campus Ciudad de México, el ITAM y la Universidad Panamericana. Fue colaborador en Grupo Radio Centro, Televisa, El Financiero y Alto Nivel, entre otros. Ha sido moderador en los congresos internacionales de Futurecom y NexTV Latam; y también citado en el “Estudio sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México, 2017” de la OCDE, y en distintos informes sobre espectro radioeléctrico de la GSMA y de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet).

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