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Pasan la prueba 30,000 contratos colectivos
Concluido el plazo para la validación a través del voto de los trabajadores, sobrevivió menos de 10% del inventario que se planteó hace cinco años.
No fueron los 500,000 contratos colectivos que se consideraban existían en 2018 en el país; tampoco los 139,000 que contabilizó el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral que se someterían a un proceso de legitimación para que los trabajadores validaran su existencia. La realidad de la contratación colectiva en México es la de 30,000 contratos efectivos.
Estas cifras fueron presentadas por el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) al concluir el plazo de cuatro años para que los sindicatos cumplieran con el proceso de legitimar sus contratos colectivos de trabajo y, con ello, mantenerlos vigentes.
La depuración de los contratos dio pie no solo dio pie a la presentación de quejas laborales en el marco del T-MEC, a cambios de organizaciones y líderes sindicales y a negociaciones colectivas más complejas; sino que también puede representar “la posibilidad de una mayor demanda de titularidad de contratos ya sea de nuevos o viejos sindicatos”. Así lo ve Germán de la Garza, socio líder de Fisher Phillips México.
Los datos que publicó el CFCRL indican que hay 27,336 CCT legitimados, 596 terminados y 3,855 en proceso de dictaminación y validación; este proceso implicó realizar 46,477 consultas, en las cuales participaron 6 millones 459,269 personas trabajadoras que mediante su voto personal, libre, directo y secreto decidieron sobre sus contratos colectivos, ya sea respaldarlos o darlos por concluidos.
Jorge Sales Boyoli, socio director en Sales Boyoli, comentó que “si el objetivo era ‘limpiar’ el universo de contratos colectivos de trabajo inactivos, concluidos y de protección que había en el país me parece que el objetivo se logró de una forma creativa”. Añadió que ”los escenarios que pueden esperar las empresas son muy diversos: emplazamientos a huelga como forma de extorsión o también que los sindicatos hoy buscarán obligar a las empresas a firmar un Contrato Colectivo convenciendo a los trabajadores con promesas difíciles de cumplir”.
Otra posibilidad, agregó el experto, es que los sindicatos se concentren en grandes compañías y dejen en segundo plano a las pequeñas. Para De la Garza, se logró mandar el mensaje que hubo un cambio estructural a las leyes laborales.