Pese a delincuencia, caen ventas en industria de blindaje

A pesar de los niveles altos de inseguridad que prevalecen en México, las ventas de la industria de vehículos blindados cayeron 30% durante el primer semestre del año, debido a que el gobierno federal y los estatales han dejado de adquirir unidades, aunado a la desaceleración económica que ya pegó al sector, afirmó José Eduardo Llanos Valderrama, presidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA).

México se ubica como el segundo productor en blindaje de autos en Latinoamérica, después de Brasil, al fabricar y comercializar 3,000 unidades por año, con un valor de entre 35,000 y 80,000 dólares, dependiendo del nivel balístico que contenga el vehículo. Hoy, Colombia va en descenso, explicó.

A lo largo de 13 años que tiene de existencia la AMBA, la producción y venta de vehículos blindados en México se triplicó, ya que en el 2000 se comercializaron 1,000 unidades anualmente, mientras que durante el sexenio de Felipe Calderón pasó a 3,000 anuales.

Del total de las compras, 70% corresponde a la Iniciativa Privada y 30% lo realizan los gobiernos federal y estatal, éstos con una tendencia al alza. En el 2008, se reportó una adquisición gubernamental de 28 por ciento; los datos anteriores no los tiene registrados oficialmente la Asociación.

En conferencia de prensa, el Presidente de la AMBA precisó que en los últimos años, el crecimiento del sector ha sido mayor a 15% anual; sin embargo, el gobierno federal no ha comprado, la merma es el gobierno, mientras que por el lado del sector privado, hay escasez de dinero por el retraso en el gasto federal .

En este sentido, la industria prevé el repunte de las ventas durante el segundo semestre del 2013, para colocar 3,000 unidades en México, cifra similar a la del 2012.

Mientras no haya solución al problema de la delincuencia, el blindaje en México va aumentar, lamentablemente , expresó Llanos Valderrama, al precisar que el valor del sector oscila en los 155,000 millones de dólares.

El empresario mencionó que hace cinco años, la venta de autos era un problema de las grandes ciudades, el DF, Monterrey y Guadalajara, pero ahora se ha ido a la provincia, a entidades del norte como Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, además de Veracruz, en el sureste.

El representante de 60% de los blindadores de autos en México (el resto opera por su propia cuenta) también se quejó de que al sector lo incluyeron en las nuevas leyes contra el lavado de dinero y sobre seguridad privada como si fueran empresas de vigilancia y custodia, lo que les ha ocasionado problemas y dolor de cabeza .

lgonzalez@eleconomista.com.mx