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Precios seguirán presionados hasta el 2024: Banco Mundial
El Banco Mundial pronostica que los precios de alimentos y energéticos se mantendrán en niveles históricamente altos hasta fines del 2024, presionados por la persistencia de la guerra entre Rusia y Ucrania.
El Banco Mundial pronostica que los precios de alimentos y energéticos se mantendrán en niveles históricamente altos hasta fines del 2024, presionados por la persistencia de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Al interior del reporte bimestral Commodity Prices Outlook, se destacó que los precios de productos no energéticos, que incluyen a los agrícolas, alimentos y metales, observarán un incremento de 20% en este año.
Se considera que los precios de la energía se incrementarán en 50% también en 2022 antes de comenzar a moderarse en 2023. Y acotó que en ningún caso espera una reducción total a niveles prepandemia.
En la introducción del documento, el vicepresidente de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Banco Mundial, Indermit Gill, advirtió que el avance la inflación en estos productos en específico puede despertar al fantasma de la estanflación, si se asume un debilitamiento de las economías por el impacto de la incertidumbre bélica en el comercio.
La estanflación es un proceso de alzas de precios sin presión de la demanda, un fenómeno que se estaría conformando en este momento, cuando las economías están en desaceleración o estancamiento.
De hecho, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por su sigla en inglés), señaló desde el fin de semana, que países como Brasil, México India e Indonesia muestran indicios de estar ya en estanflación, con señales claras en los dos gigantes latinoamericanos.
Este deterioro de las condiciones en la economía familiar, consecuencia del choque económico de la pandemia y la inflación, puede alimentar la pobreza y generar presiones sobre la oferta de alimentos, alertaron. Todo sería al asumir que la agudización de la guerra tiene toda la fuerza para convertirse en algo más duradero que en episodios anteriores, destacaron.
Expertos del BM argumentaron que son dos los factores que les hacen proyectar una persistencia de hasta dos años en las presiones inflacionarias de alimentos y energéticos: el menor espacio que tienen los países para sustituir los productos energéticos más afectados.