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Propiedad intelectual pone más trabas al TLCAN 2.0
Aun si logra cerrarse el polémico capítulo de reglas de origen automotrices, el apartado de derechos de autor tiene complejidades difíciles de resolverse para lograr los tiempos que ha planteado Lighthizer: fuentes.
En la recta final de la negociación del nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN 2.0), la discusión de los temas de propiedad intelectual complica el cierre oportuno de las pláticas, de acuerdo con fuentes consultadas por el sitio estadounidense especializado en comercio internacional Insidetrade.com.
Hasta el momento, el tema de las reglas de origen del sector automotriz permanece como uno de los más complejos de resolver antes de llevar a buen puerto las negociaciones, pero “muchas fuentes industriales insisten que asuntos tan complicados como los que quedan en el capítulo de propiedad intelectual (del TLCAN 2.0) no serán fácilmente resueltos”, aseguró Insidetrade.com en una nota. Inclusive, planteó, “las fuentes de la industria consultadas han dicho que el capítulo de propiedad intelectual permanece tenso con asuntos técnicos y políticos que podrían no ser resueltos a tiempo para cumplir con las expectativas de Robert Lighthizer sobre el cierre de la negociación”.
Puntos sensibles para Estados Unidos en el apartado de propiedad intelectual tienen que ver con la responsabilidad de los proveedores de Internet, medidas de protección a los derechos de autor y patentes tecnológicas.
El martes de esta semana, Robert Lighthizer, representante comercial de Estados Unidos, afirmó que avizoraba un periodo de dos semanas para conseguir un acuerdo en la negociación del TLCAN 2.0, pues si se rebasa ese término, las probabilidades de que sea la actual Legislatura estadounidense, de mayoría republicana, la que vote el acuerdo, se reducen sensiblemente.
El próximo lunes 7 de mayo se reanudarán en Washington las pláticas de alto nivel entre los máximos representantes de las delegaciones negociadoras: Lighthizer, por Estados Unidos, Ildefonso Guajardo, por México y Chrystia Freeland, por Canadá.
De acuerdo con las fuentes consultadas por Insidetrade.com, “existe una solución rápida y fácil (para resolver el capítulo de propiedad intelectual del TLCAN), la cual pasa por utilizar el lenguaje del TPP”.
El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), rebautizado como Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP) después del abandono de Estados Unidos del grupo, contiene provisiones en materia de propiedad intelectual que fueron negociadas y aceptadas en su momento por la delegación estadounidense.
De este modo, rescatarlas podría significar la salida para este tema, considerando que México y Canadá también negociaron el TPP y actualmente forman parte del CPTPP. De hecho, algunas de estas definiciones se suspendieron en el CPTPP con el objeto de incentivar la reincorporación de EU al protocolo.
En el TPP original, los países miembro estuvieron de acuerdo con establecer un derecho de autor de un plazo de 70 años después de su muerte o después de la publicación de un trabajo protegido, esto acorde con la ley estadounidense, a pesar de que dicho plazo en México es de 100 años y en Canadá de 50.
El TPP también establecía la prohibición de romper las medidas de protección tecnológica (con ciertas excepciones); no obstante, todas esas provisiones quedaron suspendidas en el CPTPP, con la esperanza de que se reactiven ante una eventual reincorporación de Estados Unidos.
“Si se tiene un nivel de enfoque adecuado, el cual no se tiene por el momento, se podría recuperar cuando menos el TPP”, dijo a Insidetrade una de las fuentes consultadas, misma que fue identificada como miembro de un grupo de interés en temas de propiedad intelectual.
La semana pasada la Representación Comercial de Estados Unidos emitió un reporte sobre los países que considera que no tienen un compromiso lo suficientemente fuerte para proteger los derechos de propiedad intelectual de sus empresas y emprendedores, destacando la aparición de Canadá por primera vez.
Como en otras ocasiones, México se mantuvo dentro del listado por ser considerado permisivo con la piratería tangible e intangible y tener pobres mecanismos para forzar el cumplimiento de las leyes de protección a la propiedad intelectual.