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Rehabilitación de dos líneas férreas del FIT costará 65,596 millones de pesos
Se trata de la línea FA, con una extensión de 310 km, y la línea K, de 447 km, que se sumarán a la línea Z y que integran el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec.
La Secretaría de Marina (Semar) registró este mes en la cartera de proyecto de inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) la rehabilitación integral y mejoramiento de las líneas férreas K y FA del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT) con un monto de 65,595.6 millones de pesos, a pesar de que iniciaron su construcción hace un par de años.
En el caso de la línea FA, con una extensión de 310 km y que va de Veracruz a Chiapas, la fecha de registro es del ocho de mayo del 2024 con una inversión de 20,918.5 millones de pesos. La línea K, de 447 km y una inversión de 44,677.1 millones de pesos, tiene fecha de registro del 14 de mayo del 2024.
Por su carácter de obras estratégicas para el gobierno federal, en ambos casos los detalles del análisis costo-beneficio fueron reservados. En diciembre pasado, el director general del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CITT), Raymundo Morales, informó que en la rehabilitación de la primera línea ferroviaria llevaban un avance del 41% y estimaban concluir en junio del presente año con servicio de carga y pasajeros.
“En la línea K, esa la iniciamos apenas en marzo de este año (2023), son 459 kilómetros, 526 puentes, 387 obras de drenaje. Ahí vamos empezando: tenemos el 4.08%, siempre al principio el avance es menor, una vez que ya tenemos los suministros empieza a avanzar más rápido. Estamos comprometidos a concluir con esta obra en el cuarto trimestre del 2024 y hacer el inicio de operaciones en septiembre de 2024”. Ambas vías se sumarán a la línea Z, de 208 km, inaugurada en diciembre con el servicio de pasajeros y carga entre Oaxaca y Veracruz, cuya rehabilitación requirió de una inversión en infraestructura que ronda los 20,000 millones de pesos.
Riesgos de ejecución
Con base en la información de las dos líneas, la Semar identificó como riesgos: retraso en la elaboración del proyecto ejecutivo, demora en la adjudicación de contrato, impugnaciones y abandono de la obra por el contratista.
Además de cambios en el proyecto ejecutivo, infracción de la normatividad ambiental, entre otros. Un par de personas relacionadas con las obras comentó a El Economista que entre las empresas que se han encargado de esas tareas están Mota Engil y Vise. “Con los registros ante la SHCP se aprecia que la dependencia está dando cumplimiento a los procedimientos técnicos y administrativos porque el corredor y el FIT se les asignaron en la segunda mitad del sexenio y ahora están en pleno cierre administrativo. Además, de esa manera se justifica la inversión que ya realiza la Marina”, dijo uno de ellos.