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Repartidores a domicilio, en huelga en Brasil contra la precariedad laboral
Estos trabajadores por cuenta propia son considerados esenciales durante la pandemia, que ha obligado a los restaurantes a servir únicamente a domicilio, pero ellos denuncian la falta de medios para evitar el contagio del virus.
Miles de repartidores a domicilio por aplicación digital se declararon en huelga y manifestaron este miércoles en varias ciudades de Brasil para denunciar remuneraciones irrisorias, condiciones laborales precarias y falta de medidas para combatir el coronavirus.
A grito de "precio justo", un millar de repartidores de empresas como Uber Eats, Rappi, Ifood o James hicieron rugir los motores de sus motocicletas en la Avenida Paulista, una de las principales arterias de Sao Paulo, la capital económica de Brasil, y luego se trasladaron para bloquear otras partes de la ciudad.
Varios iban en bicicleta, el otro medio usado en las entregas, cargando a sus espaldas las grandes mochilas cuadradas con el logo de las empresas repartidoras que se han vuelto icónicas en muchas ciudades del planeta.
En una gran pancarta podía leerse: "Motoboys unidos contra la precariedad".
"Hay entregas en que ganamos 1 real por kilómetro recorrido, a veces 70 centavos por kilómetro recorrido. Eso significa que tienes que hacer 10, 20 entregas para llegar a una cantidad de 80 o 100 reales" (entre 15 y 19 dólares aproximadamente), relató indignado a la AFP José Valdo, un repartidor de 31 años que trabaja para Ifood, Rappi y Uber Eats.
"Para llegar a eso, tienes que estar trabajando en la calle 12 o 14 horas", agregó.
Símbolo de la llamada "uberización" de la economía (externalización del empleo en condiciones precarias), los repartidores reclamaron un aumento del valor por kilómetro recorrido y del mínimo por entrega, más protección contra accidentes, refrigerios diarios y otras medidas para salir de la informalidad.
En una nota institucional, Ifood, una startup brasileña nacida en 2011, asegura que en mayo los repartidores ganaron una media de 21,80 reales (unos 4 dólares) por hora trabajada, con un mínimo de 5 reales por trayecto.
La Asociación Brasileña de Movilidad y Tecnología (Amobitec), que representa a varias compañías del sector, explicó este miércoles en un comunicado que los "repartidores asociados" en estas plataformas "están cubiertos por un seguro contra accidentes personales durante las entregas".
"Expuestos al virus"
La prensa local reportó manifestaciones similares en más de una decena de ciudades, entre ellas Rio de Janeiro, Brasilia y Belo Horizonte.
Estos trabajadores por cuenta propia son considerados esenciales durante la pandemia, que ha obligado a los restaurantes a servir únicamente a domicilio, pero ellos denuncian la falta de medios para evitar el contagio del virus.
"Estamos totalmente expuestos al coronavirus, diariamente, sin ninguna protección. Las empresas no nos dan mascarillas, nosotros hacemos nuestras mascarillas, incluso compramos el alcohol en gel", lamenta Matías Santos, de 19 años y que hace entregas en bicicleta para Uber Eats.
Sin embargo, Amobitec aclaró que desde el inicio de la pandemia se han implementado medidas de apoyo a los repartidores, como "la distribución gratuita o el reembolso" de máscarillas y de geles desinfectantes, así como la creación de fondos para el pago de ayuda financiera para los que hayan sido diagnosticados con Covid-19 o que estén en grupos de riesgo.
rrg