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Rescatar Altán es por el bien común de los desconectados: Raymundo Fernández, CEO de Megacable

El director de Megacable habla del arribo del gobierno a Altán Redes y cómo es que Megacable saluda que un funcionario de alto nivel en el gobierno federal como es Carlos Lerma Cotera ahora tome la dirección de Altán y los futuros de la Red Compartida, una empresa con la misión de llevar cobertura social.

Megacable Holdings vive un ritmo de ascenso con la apertura de nuevos mercados para la prestación de sus servicios a clientes residenciales y corporativos. Su intención es volverse una compañía de alcance nacional en el 2025 y sólo en las dos últimas semanas ha anunciado inversiones combinadas por casi 40 millones de dólares para Cancún y San Luis Potosí, y está a días de anunciar otras cifras similares para sus nuevos negocios de Aguascalientes, Ciudad Juárez y Tijuana.

Para lograr su meta, la empresa está construyendo hasta 18,000 kilómetros de redes con fibra óptica por año, entre la nueva infraestructura y la que está reconvirtiendo de cobre a fibra. Raymundo Fernández Pendones, director general adjunto en Megacable Holdings, califica como “una diversión absoluta para los que trabajamos en esta organización”, el hecho de que Megacable por fin esté creciendo nacionalmente 45 años después de sus primeros orígenes en Sinaloa y Jalisco.

La compañía es hoy un operador convergente con 10.52 millones de suscripciones a telefonía fija/móvil, banda ancha y video, allí con el producto Xview Plus que gana aceptación y también ya roza los 10 millones de hogares pasados con 67,200 kilómetros de redes cableadas. Megacable ha emprendido además una iniciativa de limpieza de tendidos en postería y aunque coincide en que la armonización de los cables en postes ayuda a la vista en las ciudades, rechaza la idea de legisladores que obligan a las operadoras a entubar las redes. “No entienden cómo nos pega a todas las empresas soterrar redes y ese costo lo paga el cliente”, dice Fernández Pendones.

Pero el director de Megacable habla todavía más del arribo del gobierno a Altán Redes y cómo es que Megacable saluda que un funcionario de alto nivel en el gobierno federal como es Carlos Lerma Cotera ahora tome la dirección de Altán y los futuros de la Red Compartida.

¿La llegada del gobierno al directorio de Altán provoca confianza y planeación a largo plazo en Megacable como accionista de esa compañía?

—Altán es una compañía en la que somos accionistas y tenemos depositada confianza. Somos un proveedor importante y también somos un acreedor importante de la misma compañía.

Entró la banca de desarrollo a hacer un préstamo. Ese préstamo también se lo hicimos las compañías de telecomunicaciones, los principales proveedores que prestamos servicios a Altán y lo hicimos para rescatar algo que es un bien común, que es un bien para el país, porque a través de Altán se logran cubrir muchos lugares desconectados que no se cubrirían de otra manera.

Entonces se hizo el rescate, ya se pactó y hemos estado aportando cada quien lo que nos corresponde hacer, pensando en que Altán, con este rescate, salga pronto del concurso mercantil y logre llegar a su punto de equilibrio en los próximos años para pagar sus deudas y para que pueda ser una compañía que proporcione un servicio complementario social en muchas partes donde otras no llegan.

¿Fue entonces un buen acierto que el gobierno tomara una mayor posición en Altán?

—Esto ocurrió, porque hay zonas de negocio donde no se generan los resultados necesarios para poder regresar pronto las inversiones. Pero nosotros confiamos. Nosotros, en Megacable, confiamos en ella, en Altán. Proporcionamos el servicio Megamóvil a través de ellos, y aunque ahora tenemos un acuerdo AT&T, empezamos con ellos y Altán es el canal principal.

Creemos que por tener la Red Compartida un objeto de cobertura social, fue un acierto que la banca de desarrollo aportara financiamiento para que esto de avanzar con el concurso mercantil fuera una realidad, y también las compañías hicimos un esfuerzo, porque de alguna manera había oportunidad de en el futuro de llevar ese Internet a los desconectados y dijimos “¿por qué no?” y decidimos entonces mantener nuestra inversión y del otro lado, crecer el servicio móvil que tenemos actualmente.

Para Megacable presenta muy buenas noticias en su segmento de telefonía móvil el que Altán esté en este proceso de avanzar con su concurso mercantil para también darnos a nosotros claridad en el futuro y seguir creciendo en el ámbito de la telefonía móvil.

¿Y qué tan positivo ve que un funcionario público tome la dirección de Altán, si bien un privado se quedó con la presidencia?

—Nosotros pensamos que todo ejecutivo que tiene que llegar y que finalmente llegue, tiene que tener una capacidad de dirección. Quizá por ese lado no llega con la experiencia, pero también no creo que Altán sea una compañía que se maneje sola. Tiene un equipo de trabajo donde todos se conocen y hay áreas críticas. Al final de cuentas, creo que si la banca de desarrollo son los que han aportado más de un lado y era esa una parte de las exigencias que tenían ellos para cuidar un poco más sus intereses y recaudo de los préstamos que están haciendo, están en su derecho hacerlo.

Carlos Lerma encontrará un buen equipo y la clave estará en mantener al personal operativo, que es un gran equipo que ha venido manteniendo la operación, porque mucho de esto es un tema de tecnología y mercado, pero insisto en que él es una persona preparada y cuando tienes un funcionario en la dirección y un privado en la presidencia, es también un complemento muy bueno, como muy bueno está siendo para nosotros que Altán esté avanzando con su concurso mercantil y no tenemos más que seguir siendo un socio, un socio tecnológico y comercial fuerte de Altán.

Estamos contentos con este nombramiento y la manera como el proceso se ha llevado en las últimas semanas, pues no es fácil salir y gracias al esfuerzo de todos se pudo hacer.

¿Persiste esa confianza con Altán cuando su tema del concurso mercantil ya afectó una vez a la utilidad de Megacable?

—Nosotros invertimos cuando fue la conformación de Altán, hace unos cuatro años. Es cuando entramos como socios pequeños, con una participación pequeña. Fuera de eso, hemos participado como proveedores de conectividad y comunicaciones y data centers cuando ellos lo requieren, que son servicios superiores en valor a lo que tenemos como participación accionaria con ellos.

Lo que a nosotros nos afectó en la utilidad neta fue la valuación de lo que teníamos como accionistas de Altán. En los libros tenemos registrados acciones en otras compañías y si esas compañías se van concurso mercantil, tenemos que reconocer que tuvimos una pérdida de valor, pero nuestra confianza sigue. La deuda de ellos con nosotros está por arriba de los 150 millones de pesos.

¿Sigue Megacable inyectando dinero a Altán?

¿Qué seguimos haciendo con Altán? Pues estamos viendo en el programa, estamos viendo en el proyecto de Altán en crecimiento, dónde hace sentido y dónde no hace sentido participar y hasta dónde tomamos el riesgo de invertir.

En muchos de los planes e inversiones que tenemos nos hace sentido seguir invirtiendo y seguiremos apoyando a Altán porque por un lado somos su cliente en MVNO y en otro porque tenemos inversiones en fibra que están conectadas en torre y porque son inversiones que tenemos que incrementar para servicios.

¿Podría detallar más cómo le hace sentido a Megacable haber ido a la BMV por 7,000 millones de pesos y no parecer que la compañía se endeudó demasiado?

—Una compañía de telecomunicaciones como es Megacable tiene una cierta capacidad de endeudamiento. Una compañía como nosotros pudiera estar pidiendo 30,000 a 40,000 millones de pesos, no 7,000 millones, que son como 375 millones de pesos. Realmente es muy poco comparado con lo gastos que tiene Megacable al año. Megacable invierte al año unos 500 millones de dólares, es decir que esos recursos no representan todo el gasto de capital.

Lo que nosotros estamos haciendo es adelantar inversiones, porque vemos un área muy importante de crecimiento para la empresa para podernos ir a otros mercados.

Nosotros vamos a invertir 2,000 millones de dólares en los próximos cinco años y lo vamos a hacer con un flujo interno de la empresa. No queremos estar apretados en 2022 y principios del 2023 y porque queremos seguir con una política sana de entregar dividendos y de seguir invirtiendo. A futuro, la compañía generará el doble de Ebitda y este préstamo es para tener un crecimiento orgánico de la empresa, no tenemos un problema con esa deuda.

¿No es un problema la noticia de que Megacable tiene poder sustancial en una docena de mercados relevantes, tanto que hay quien dice que se le permita a Telmex competir con video en esos mismos mercados relevantes?

—Que se haga lo que sea correcto. Nosotros creemos que no tenemos poder sustancial. En los mercados regionales y locales donde estamos, creemos que no tenemos un volumen o una influencia decisiva de mercado con los suscriptores que tenemos. Allí existen hasta cuatro compañías de televisión y telecomunicaciones fijas. Nosotros sí tenemos el menor precio y con la mejor utilidad, pero no tenemos ningún motivo como para tener restricciones y aparte seguimos invirtiendo en redes de datos y más tecnología.

Cualquier investigación, cualquier solicitud de la autoridad, claro que la vamos a cumplir, pero estamos batallando en los tribunales para que no tengamos ese fallo de poder sustancial. Pero si ocurre y nos invita a tener una separación contable, un sistema de tarifas… etc., lo cumpliremos. Si nos declaran con poder sustancial, pues tenemos poder sustancial, aunque nosotros creemos que no.

Pero esto son dos cosas, muy aparte. Y si Telmex no ha salido de su dominancia, no se le debería otorgar por no cumplir, pero eso es lo que pensamos y son dos cosas separadas. Nunca vamos a poder comparar el tamaño de Telmex con el tamaño de Megacable. Estamos hablando de veinte a uno.

El peso que ellos tienen es inigualable, ¿por qué van a otorgarle algo cuando no estamos con el piso emparejado? Es más, se ha desemparejado. Si Telefónica está regresando frecuencias y Altán está saliendo con su concurso mercantil, realmente la competencia y sobre todo en la telefonía móvil está cada día más del lado de Telcel. Con más razón es seguir buscando que el dominante en telecomunicación quite ese poder que tiene. Allí está el problema, no está con nosotros. Nosotros, a nivel nacional, no representamos un peligro para nadie, al contrario, con más inversiones y mejor márgenes resulta todo mejor para consumidor y nosotros.

Cómo operador, ¿qué otro problema tienen en su día a día? ¿Cómo les impacta que un regulador de siete tenga cuatro comisionados?

—Queremos un regulador fuerte para el despliegue de redes; queremos apoyo federal, porque a nivel estatal y municipal tenemos problema para despliegue de infraestructura, es un problema muy fuerte que persiste. Necesitamos que nos hagan caso a todos, que para desplegar infraestructura y que vaya más fibra, necesitamos que vaya con nosotros un regulador fuerte, que tenga no sólo cuatro sino siete miembros, que entienda perfectamente de los tramites, de la legalidad. 

Si ya elevamos a servicio esencial las telecomunicaciones, necesitamos que lo hagan cumplir en la construcción de infraestructura. Ahorita ninguna casa debe estar sin luz, agua y banda ancha, y a ese nivel necesitamos un regulador fuerte que busque la sana competencia entre todos los elementos del sector.

Queremos un regulador fuerte, que estén. Para Megacable, en su expansión geográfica, hacia 2024-2025, lo que queremos es duplicar el tamaño de Megacable y para ubicar a la empresa en ese tamaño, tenemos pensado meterle 50,000 kilómetros de fibra y eso va acompañado de inversiones en red entre ciudades para conectarlas y eso beneficia al mercado masivo y al mercado corporativo.

Pero hay ciertas zonas donde nos piden “una cooperación amigable”; algunas zonas carreteras donde se dañan la red principal y la red redundante y tenemos que estar también protegiendo a nuestros técnicos del vandalismo. Ese es un costo que lo pagamos nosotros y lo paga el cliente.

kg

Periodista de negocios para El Economista, con especialidad en telecomunicaciones e infraestructura. Es licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM, con estudios posteriores en el ITESM Campus Ciudad de México, el ITAM y la Universidad Panamericana. Fue colaborador en Grupo Radio Centro, Televisa, El Financiero y Alto Nivel, entre otros. Ha sido moderador en los congresos internacionales de Futurecom y NexTV Latam; y también citado en el “Estudio sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México, 2017” de la OCDE, y en distintos informes sobre espectro radioeléctrico de la GSMA y de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet).

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