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Se profundiza crisis de la construcción en mayo
El sector se hundió más en comparación con abril, luego de que no pudiera reactivarse de manera pronta una vez que el gobierno lo incluyó en el catálogo de áreas esenciales.
El Covid-19 recreó en mayo pasado un nuevo capítulo de pesadilla para el sector de la construcción, cuyo valor de obra bajó a una tasa récord de 34.2%, lo que colocó a la variable en un nivel mínimo desde que existe registro en el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Inmerso en una crisis que inició antes de la pandemia del Covid-19, el valor de obra del sector de la construcción acumuló también 23 meses consecutivos de retrocesos en comparaciones anuales, revelaron los datos de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC), divulgados por el Inegi.
Medido a precios del 2012, este valor fue en mayo de 19,715 millones de pesos, el más bajo desde el 2006, año en que se comenzó a levantar la ENEC. Este monto apenas representa un poco más de la mitad del valor máximo del índice (37,482 millones de pesos), observado en enero del 2008.
La profundización de la crisis que vive el sector refleja el alargamiento de las medidas de distanciamiento social para contener la propagación del Covid-19 que iniciaron en abril, entre las cuales figuró la suspensión de labores de sectores considerados como no esenciales.
“Por la pandemia mucha obra privada, quizá el 50%, no se ha reactivado. Hay incertidumbre y los empresarios están pensando mejor en postergar inversiones en el desarrollo de centros comerciales, edificios o parques industriales, varios de ellos ya iniciados”, comentó el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Eduardo Ramírez.
El representante del sector considera que la entrada en vigor del T-MEC generará beneficios en el largo plazo cuando se empiecen a ampliar infraestructuras de empresas relacionadas con la importación y exportación, por lo pronto, la afectación seguirá porque la aplicación de recursos públicos mantiene un bajo ritmo. En el primer semestre de este año suman 3,659 contratos de obra pública y en el 2019 fueron poco más de 12,000.
“La situación es compleja. Los estados están empobrecidos y no han podido invertir más en rehabilitación, mantenimiento o construcción de infraestructura. Además, la Secretaría de la Defensa Nacional sigue realizando trabajos de construcción”, puntualizó.
Un lento regreso por Covid-19
Luego de la suspensión de actividades constructivas en el país, salvo las que fueran de carácter estratégico, como el aeropuerto de Santa Lucía, el gobierno mexicano, a través del Consejo de Salubridad General, anunció el 13 de mayo que incluiría al sector de la construcción en el catálogo de sectores esenciales y que, por lo tanto, podría reabrir, luego de seis semanas de actividad limitada.
Sin embargo, las empresas constructoras no consiguieron la reapertura generalizada sino hasta junio, debido al retardo en el despacho de trámites para recibir el visto bueno del IMSS para reactivar las obras cumpliendo con las medidas de sanidad. Según la ENEC de mayo, el personal ocupado en el sector se contrajo 22.5% interanual.