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Sector de la construcción hila en marzo tres meses de descensos
A la debilidad en las obras privadas se suma una pérdida de dinamismo en las públicas, en la antesala del cierre de sexenio; pymes padecen por falta de pagos del gobierno en obras carreteras.
La industria de la construcción continúa en aprietos y los efectos de la cancelación del programa de conservación de carreteras al iniciar el año se materializan.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que durante marzo el valor de producción de las empresas constructoras, con cifras desestacionalizadas, tuvo una caída mensual del 1.8%, con lo que hiló tres descensos consecutivos (en comparación anual el incremento fue del 17.3%).
A la fecha sigue la construcción de grandes proyectos ferroviarios de la 4T (como el Tren Maya y el México-Toluca) con beneficio para grandes firmas como ICA o Mota Engil, pero las pymes sufren las consecuencias de la falta de trabajo.
Adicionalmente, en el sector de infraestructura se tiene conocimiento de que hay adeudos del gobierno federal que rondan los 200 millones de pesos desde hace más de diez meses a empresas que realizaron trabajos de caminos rurales y alimentadores.
Un agregado al complejo escenario es que la obra pública se frenará el resto del año por el cierre de sexenio porque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó al resto de las dependencias que el 16 de mayo fue el último día para iniciar licitaciones públicas y por invitación vinculadas con las leyes de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público y de Obra Pública y Servicios Relacionados con las Mismas (en el caso de adjudicaciones directas el límite es el 31 de mayo).
Baja obra pública
De acuerdo con el Inegi, en marzo el personal ocupado total tuvo un incremento mensual del 0.4% y una caída del 1.1% en tasa anual. Las horas trabajadas cayeron en los dos indicadores: el 1.2 y el 1.6%, mientras que las remuneraciones medias reales de marzo crecieron el 0.0 y el 3.1 por ciento.
En el tercer mes del 2024, las obras relacionadas con el sector de edificación (el 40.8% del total y principalmente desarrollada con recursos privados) también hilaron su tercera caída: el -0.3% (en febrero fue del 2.3 por ciento).
El segundo sector relevante: las obras públicas de transporte y urbanización (con participación del 26.6%) igualmente sumaron tres meses de descensos y el de marzo fue el mayor con el 6.3 por ciento. En estas obras destacan carreteras, caminos y puentes y donde en febrero pasado se anunció la cancelación de licitaciones por un monto de 11,000 millones de pesos en el programa de reconstrucción y conservación de carreteras, lo cual fue calificado este lunes como “muy grave” por parte del subsecretario de Transporte, Rogelio Jiménez Pons.
Las obras relacionadas con otras construcciones (instalaciones en edificaciones, montaje de estructuras o trabajos de albañilería y acabados, con una participación del 12.6% del total) cayeron en marzo el 2.8%, cuando el mes previo crecieron el 5.5 por ciento.
Las construcciones vinculadas con petróleo y petroquímica (que representan el 11.3%) crecieron el 2.6%, al igual que las de electricidad y telecomunicaciones (el 3.2%) y las de agua, riego y saneamiento (el 2.5 por ciento). Las dos últimas tienen una participación del 4.6 y el 4.1 por ciento.
“Es notable la desaceleración general de la construcción en México, lo que puede estar asociado a las elevadas tasas de interés que reducen los márgenes de ganancias en la edificación del sector privado, mientras que la construcción del sector público se ha desacelerado, ante una reducción del gasto en proyectos prioritarios durante el último año del sexenio”, informó el Grupo Financiero BASE.
Hay que planear
Este miércoles, la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría (CNEC), presidida por Oscar Solís Yépez, hizo un llamado a las candidatas y al candidato a la Presidencia de la República a considerar a la planeación como un aspecto fundamental para el desarrollo de proyectos de infraestructura.
En un comunicado, se manifestó el interés de que las empresas afiliadas y certificadas trabajen con el equipo de transición del gobierno que entre en funciones a partir del uno de octubre, “sin importar la coalición o el partido político que obtenga el triunfo en las urnas”, y con ello colaborar con su experiencia para que el sector de infraestructura tenga un mejor desempeño en el futuro.