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Sener proyecta una baja de 49% en la exportación de crudo

En sintonía con las revelaciones del plan de Pemex para bajar sus envíos de crudo, la secretaría prevé que en este 2024 las ventas externas serán de poco más de medio millón de barriles diarios en promedio.

La Prospectiva de Petróleo Crudo y Petrolíferos de la Secretaría de Energía proyectó que este año se reducirá la disponibilidad de hidrocarburos líquidos para funciones distintas a la refinación nacional, actividades que son principalmente la exportación de crudo, que bajará 49.5%, pasando de los 1.032 millones de barriles diarios que realmente vendió en 2023, a 511,000 barriles por día.

De hecho, se llegará hasta un volumen mínimo de estos envíos al extranjero en 2025, cuando caerá hasta 454,000 barriles por día, según el órgano rector de la política energética nacional cuyo secretario, Miguel Ángel Maciel, es también presidente del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Lo anterior coincide con la información difundida mediante documentos internos de la petrolera del Estado y fuentes cercanas, quienes revelaron esta semana que la petrolera cancelará la exportación de hasta 436,000 barriles por día de exportaciones de crudo posiblemente en abril, para buscar el próximo arranque de la nueva refinería Olmeca en Paraíso, Tabasco.

En su Prospectiva, la Secretaría de Energía refiere en el renglón de Distribución de Petróleo Crudo que “en 2036 los requerimientos de aceite en las refinerías (de Pemex) reflejarán un aumento hasta llegar a ser un poco menos del doble de lo estimado al inicio del ejercicio prospectivo (2023). La disponibilidad de hidrocarburos líquidos para exportación disminuye un 37.4% de 2023 a 2037”:

Así, el envío a refinerías iría desde el plan de 818,000 barriles diarios del 2023 (el volumen real de proceso de crudo fue de 791,989 barriles por día), a 1.247 millones de barriles por día en 2024, para elevarse a 1.395 millones de barriles por día en 2025 e incluso alcanzar un nivel máximo de 1.558 millones de barriles por día en 2031 y posteriormente en 2033.

Y con ello, el renglón llamado Disponibilidad de hidrocarburos líquidos -no contemplados para la refinación doméstica- baja de los 847,000 barriles por día previstos para la prospectiva en 2023 (aunque en realidad se exportaron 1.032 millones de barriles diarios), a 511,000 barriles diarios en 2024 y llegará a su punto más bajo el siguiente año: 454,000 barriles por día, para luego aumentar año con año hasta un pico de 840,000 barriles diarios en 2030, volumen que será posible utilizar incluso a pesar de que se proyectan 1.540 millones de barriles para envío a refinerías ese año.

A decir del analista de la política energética nacional, Arturo Carranza, la reducción del volumen de exportación de crudo se explica como parte de un esfuerzo que la actual administración instrumenta para alcanzar la autosuficiencia energética, aunque esto no esté alineado con una mejoría de las finanzas de la estatal.

“Una vez que la construcción de Dos Bocas ha concluido y ante la inminente puesta en operación de esta refinería, Pemex estaría replanteando su estrategia comercial en materia de combustibles para disminuir progresivamente el volumen de sus exportaciones de petróleo y destinar, al mismo tiempo, nueva carga de crudo a Dos Bocas”, dijo el experto a El Economista, “en las condiciones actuales del mercado del petróleo, en las que la mezcla mexicana de exportación cotiza por arriba de los 78 dólares por barril, el giro de Pemex implica desaprovechar una buena oportunidad de negocio vinculada con la posibilidad de aumentar los ingresos petroleros por la vía de exportaciones de petróleo”.

karol.garcia@eleconomista.mx

Karol García es reportera de Empresas y Negocios.

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