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Sufren fraude 80% de las empresas en México: KPMG
Una encuesta realizada por la firma detectó que en el último año, ocho de cada 10 empresas sufrieron algún tipo de fraude.
En el último año se detectó que ocho de cada 10 empresas sufrieron algún tipo de fraude y ahora, con la crisis, es de preverse que este nivel de incidencia no disminuirá, de acuerdo con la Encuesta de Fraude y Corrupción en México 2008 de KPMG.
El Gerente de la Práctica Forensic de KPMG en México, Arturo del Castillo, expuso que en épocas de crisis las empresas tienden a reducir gastos, pero esta medida, que en principio parece correcta, puede acarrear graves consecuencias.
Si la reducción de gastos no se realiza de manera planeada se corre el riesgo de que vaya en detrimento de los mecanismos de control interno, lo que reduce la capacidad de las empresas de prevenir y detectar irregularidades que eventualmente se puedan convertir en fraudes, advirtió.
El especialista de la consultora KPMG en México afirmó que la vulnerabilidad de las empresas a sufrir un fraude en épocas de crisis está relacionada con el debilitamiento de las capacidades de control.
No obstante, comentó, las empresas que operan en México no están haciendo mucho para protegerse de los fraudes. De acuerdo con la misma encuesta, sólo 12% de las empresas que están en el país ha adoptado medidas preventivas de fraudes.
Esto indica, explicó Del Castillo, que las empresas no sólo están operando en contextos mucho más adversos, sino además no están preparándose adecuadamente para prevenir quebrantos.
El Reporte sobre Fraude Ocupacional y Abuso 2008 de la Asociación de Examinadores de Fraudes Certificados muestra que implementar mecanismos de prevención de fraude corporativo permite reducir el riesgo hasta 80%, lo que resulta en una disminución de los costos relacionados con la comisión de ilícitos en forma significativa, añadió.
Apuntó que un programa integral de administración de riesgos de fraude en una empresa significa la aplicación de recursos económicos, humanos y de conocimientos con el fin de mitigar los riesgos, teniendo en cuenta que debe existir una adecuada relación costo-beneficio.
Destacó que mitigar el riesgo de ser víctima de un fraude requiere de un sistema de actividades y controles que, en su conjunto, reduzcan al mínimo posible la probabilidad de ocurrencia de fraude y conductas impropias, y que al mismo tiempo maximicen la posibilidad de detectarlas antes de que signifiquen un quebranto económico significativo.
Expuso que una estrategia de administración de riesgos de fraude que sea efectiva y orientada a la empresa abarcará actividades, mecanismos y controles que tengan tres objetivos: prevención, detección y respuesta.
Insistió que uno de los objetivos de la Alta Dirección, sobre todo en tiempos de crisis, debería ser el establecimiento de un sistema de control interno y administración de riesgo que ayude a mitigar la incidencia de fraudes y todo tipo de conductas impropias que puedan dañar el valor y la integridad de la empresa.
RDS/doch