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Tiempos no coincidirán para Aeroméxico: abogado
Las autoridades mexicanas requerirán pruebas, lo que tomará al menos seis meses, mientras que el plazo de la Corte de EU vence el 27 de enero, opinó.
La presión que vive actualmente Aeroméxico y los sindicatos, -tanto de pilotos como sobrecargos-, es seria y solo tienen dos opciones: conciliar o estallar una huelga, y es mejor que lleguen a un acuerdo porque ambos se están jugando la vida o la muerte, así lo considera el experto en derecho laboral, Eric Roel.
Ayer, Grupo Aeromexico solicitó a las autoridades laborales mexicanas dar por terminados los actuales Contratos Colectivos de Trabajo (CCT), así como la relación individual con un determinado número de empleados, tanto con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), como con la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) por motivos de fuerza mayor, y con la intención de continuar con el acceso al dinero del fondeador, Apollo, en el marco de su reestructura organizacional bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.
El abogado señaló que paralelamente el conflicto de naturaleza económica (derivado de la pandemia) se está jugando en dos instancias diferentes (México y Estados Unidos) y es prácticamente imposible que los tiempos coincidan puesto que las autoridades mexicanas requerirán pruebas, objetarlas y determinarlas, lo que les podría tomar al menos seis meses; mientras que la Corte de Nueva York otorgó un plazo que vence el 27 de enero para que la empresa haga posible una modificación de los CCT y obtenga acceso al financiamiento pendiente que asegurará su subsistencia.
Ayer, ASPA sostuvo una Asamblea General con sus agremiados, la cual autorizó realizar todas las acciones necesarias para mantener vigente y darle continuidad al proyecto de reestructura de Grupo Aeromexico derivado del procedimiento en el Capítulo 11, “salvaguardando los intereses de todos los pilotos de ASPA de México”; del mismo modo, los pilotos autorizaron al Comité Ejecutivo emplazar una huelga por violaciones al CCT “en el momento que lo considere pertinente”.
“Son dos caminos que van al mismo lugar: un camino es el conciliatorio para modificar y pactar las nuevas condiciones de trabajo, y otro camino es el camino estrictamente legal en el que las autoridades laborales determinen si se procede la solicitud de terminación de los CCT o no”, explicó Eric Roel.
“Si no se arregla el tema conciliatorio, el tema legal seguirá su curso y eso es mucho más largo. Por el bien de todos es mejor que entren en razón ambas partes y busquen un acuerdo. Si se arregla el tema conciliatorio, seguramente las partes dejarán el tema legal”, agregó.
El experto recordó que parte de la negociación implicará el despido de ciertos y determinados trabajadores porque no nada más va a ser la modificación del CCT. “Va a implicar más despidos porque la plantilla laboral aún está alta, van a disminuir la plantilla y modificar las condiciones económicas que están fuera de mercado, lo bueno es que todo es materia de negociación”.