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Valor de compras de maíz amarillo a Estados Unidos tocó récord en el 2022
El CNA aplaudió que se haya descartado prohibir la importación del grano transgénico para alimentación animal y uso industrial de alimentación humana, pero pidió fundamentos científicos para tratar el uso del glifosato.
En el 2022 el valor de las importaciones mexicanas de maíz amarillo procedente de Estados Unidos escaló 4.7% a un nivel récord de 4,987 millones de dólares, de acuerdo con cifras del Buró del Censo del gobierno de ese país.
Por segundo año consecutivo, el valor de las importaciones chinas fue superior, al ubicarse en 5,261 millones de dólares, lo que significó un avance de 4%, aunque antes del 2021 México siempre había sido el primer mercado del grano estadounidense.
En ambos casos el avance se desaceleró luego de mostrar notables incrementos en el 2021 debido a repuntes en los precios. En el caso de México, el crecimiento fue de 74.2% y en el de China se observó un espectacular salto de 307% que lo colocó al ese país como el primer comprador del grano estadounidense.
El maíz amarillo es el principal producto de agroexportación estadounidense hacia México, por lo que un decreto mexicano del 2020 que planteaba prohibir la entrada de maíz transgénico a partir del 2024 encendió las alarmas de productores y gobierno de ese país.
El documento fue remplazado esta semana por un nuevo decreto que mantiene la aspiración del gobierno mexicano de eliminar gradualmente el consumo de maíz transgénico, pero descarta poner una fecha límite para consumar la sustitución por producto no genéticamente modificado.
Sin embargo, la Asociación Nacional de Productores de Maíz de Estados Unidos (NCGA, por sus siglas en inglés) se mostró decepcionada con la nueva normativa ya que, si bien elimina las restricciones a la compra de maíz transgénico para alimentación animal y usos industriales de alimentación, mantiene la prohibición al uso del grano en la cadena masa-tortilla.
Por lo anterior, solicitó al gobierno estadounidense activar un proceso de solución de controversias contra México, al considerar que los candados que quedan interrumpen los flujos de libre comercio que garantiza el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).
La visión del CNA
Por su parte, ayer el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) destacó que el decreto sobre maíz transgénico que publicó el gobierno de México favorece al sector pecuario y agroindustrial ya que se permite importar el grano para consumo animal; no obstante, indica que la prohibición en el uso de glifosato no se justifica con bases científicas, por lo que hace un llamado a revisarlo.
En un comunicado de prensa el CNA, que encabeza Juan Cortina Gallardo, informó que es destacable que el gobierno de México haya tomado la decisión de dejar fuera de esta regulación a la soya, la canola, y el algodón; así como la eliminación de la fecha límite para prohibir el uso de maíz Genéticamente Modificado para consumo animal y agroindustria.
“El nuevo decreto garantiza el abastecimiento de maíz genéticamente modificado, para el sector pecuario y agroindustrial”, refiere.
Respecto al glifosato, destacó que a pesar de que se pretenden presentar distintas alternativas “hay desconocimiento” sobre cuáles podrían ser, y para ello se requiere que “éstas estén validadas y probadas en su eficacia, adecuado acceso, costos competitivos para el productor, con base en métodos científicos y en pruebas de campo, sino carecerán de todo sustento y serán inviables”.
Además, explicó que el uso de maíz genéticamente modificado y el uso correcto del glifosato “no causa daños a la salud; como ha demostrado por décadas su consumo y los múltiples estudios científicos realizados en los Estados Unidos, Canadá, Brasil, la Unión Europea y prácticamente en todo el mundo, sin que estos representen un riesgo para la población. Su prohibición sí tendría un impacto negativo en la producción de alimentos”.
Siguen pláticas con Estados Unidos
En tanto, el presidente Andrés Manuel López Obrador explicó ayer que, en el tema del maíz transgénico, está platicando en buenos términos con Estados Unidos sobre la decisión de no usarlo para consumo humano.
“Estamos platicando con ellos en muy buenos términos, explicando por qué tomamos esta decisión que tiene que ver con la salud y ofreciéndoles que podamos hacer las agencias de salud un análisis sobre el maíz transgénico, sobre sus contenidos”, comentó el mandatario.
El jefe del ejecutivo señaló que este maíz puede ser usado para alimentación animal, pero debido a que México tiene una variedad de entre 60 a 80 variedades de maíz nativo, y a que la actual administración busca cuidar la salud de la población, se legisló para evitar su ingesta.