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Ven lenta transformación de organizaciones sindicales

Los representantes de sindicatos se mantienen por la falta de nuevos liderazgos y pluralismo dentro de los mismos, opinan especialistas del sector laboral.

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Foto EE: ArchivoECONOMISTA

La reforma laboral se hizo de arriba hacia abajo, lo que hoy se refleja en la vida interna de los sindicatos en los que, difícilmente, se darán cambios generacionales en la más alta jerarquía.

“La transformación de las organizaciones sindicales va muy lenta, tanto incluso a nivel de sus propios estatutos. No tenemos cambios estatutarios, nada más lo que se han hecho para apegarse a la Ley Federal de Trabajo; pero, no cambian, es decir, no tienen esta construcción democrática, de vida democrática, participativa, transparente, con oportunidades de que se debatan proyectos, que se discutan rutas posibles dentro de las organizaciones”, expuso Graciela Bensusán, especialista de la UAM-Xochimilco.

Para Bensusán, quien ha participado en las discusiones de la reforma laboral de 2019, el que se mantengan al frente líderes eternos, es posible porque “no se promueve desde arriba nuevos liderazgos, nuevos cuadros. No se fomenta el pluralismo interno, que es una condición de la democracia; para que haya reemplazo tiene que haber algún tipo de pluralismo dentro de las organizaciones que permita competencia en condiciones más o menos equitativas”.

Resaltó que la Ley Federal del Trabajo dice que las reelecciones tienen que ser aprobadas por las asambleas; pero no dice cuántas, no hay un número limitado, sino que simplemente dice que “cualquier reelección tiene que pasar por la aprobación de la Asamblea y con estar de acuerdo se puede mantener”.

Destacó que actualmente en el sindicalismo “no hay opositores, no hay movimientos disidentes dentro; además, ¿quién va a querer competir? o sea, saben que no tienen los recursos de poder, no tienen el dinero, no tienen nada, mientras que el aparato viejo sindical lo controla todo”.

Hay esta idea de que los líderes “son irreemplazables,  que no puede ser, y que hay peligro de reemplazarlo. Por ejemplo, yo creo que muchos telefonistas realmente votan a favor de Hernández Juárez porque sienten que Hernández Juárez ha defendido hasta donde ha podido su contrato colectivo y tienen miedo de que un nuevo liderazgo no pueda o no tenga la fuerza para negociar con Carlos Slim”.

Trabajadores, los únicos que pueden impulsar los cambios

Cuestionado al respecto, el director general del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) Alfredo Domínguez Marrufo, afirmó que el Centro no pone, ni quita líderes, ni el Gobierno de México, ni la Secretaría del Trabajo.

El poner y quitar a los líderes, el escogerlos, el removerlos, el ratificar, el elegirlos, corresponde a los trabajadores; es decir, nosotros lo que tenemos que hacer es garantizar que el trabajador tenga plena libertad para ejercer su derecho a decidir si quiere que ese continúe siendo su líder o no, o quiere cambiarse a otro sindicato.

Entonces, nosotros lo que hacemos es establecer un piso parejo, que el trabajador pueda ejercer libremente su voto, en secreto, sin intervención del patrón o del propio sindicato. Y que no pueda ser coaccionado, amenazado, o se ejerzan represalias por votar en uno u otro sentido”.

Añadió que “la ley establece que los sindicatos tienen la autonomía para realizar sus propios procedimientos electorales, y a menos que lo solicite el propio Comité Ejecutivo, es decir, el Secretario General, o por lo menos el 33% de los trabajadores, podemos nosotros llegar a acompañar. 

En algunos casos se nos ha solicitado formar parte, no del 33%, sino de algunos trabajadores que están inconformes o tienen algún temor de que no se vaya a respetar el voto personal, libre, secreto y directo y no lo solicitan. Pero, en este caso, nosotros no tuvimos estas solicitudes”.

No empatan los cambios de la LFT con el movimiento sindical

Por su parte, Inés González de la Red de Mujeres Sindicalistas comentó que “el movimiento sindical no empata con los cambios que están ocurriendo en el mundo del trabajo”, pese a los grandes esfuerzos que se han hecho con la reforma laboral, se trata de un avance, pero que no es suficiente.

“No estamos viendo un reagrupamiento de los sindicatos claves que sobre todo están en las grandes centrales como la CTM, la CROC, la CROM, la UNT, hay algunos esfuerzos que han surgido, pero no es que están afiliando nuevos grupos de trabajadores, lo que estamos viendo es como un reagrupamiento de sindicatos ya existentes”.

pilar.martinez@eleconomista.mx

Pilar Martínez es reportera de Empresas y Negocios.

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