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Altán, Movistar y AT&T fueron en equipo al IFT para hablar de la preponderancia de Telcel
En la última semana de septiembre, se presentaron ante el IFT los directores generales para México de AT&T, Altán y Movistar, con el objetivo de que el regulador no relaje su política de regulación asimétrica para Telcel.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) recibió la visita de altos ejecutivos de las telefónicas Altán, Movistar y AT&T, para dialogar sobre la nueva política regulatoria que se aplicará al competidor Telcel en los siguientes dos años y a partir de noviembre próximo, según estimaciones de la propia autoridad.
En una mañana de la última semana de septiembre, se presentaron ante el IFT los directores generales para México de AT&T, Altán y Movistar.
Se trata de Mónica Aspe, Carlos Lerma y Camilo Aya, y con ellos los jefes de los equipos jurídicos de las tres compañías, como Luis Fernando Peláez de Altán y también estuvo presente Ángela Natalia Guerra como nueva directora de regulación en Telefónica México y extraída hace unas semanas de Movistar Colombia; y además se presentó Gabriel Contreras Saldívar, quien fuera el comisionado presidente del IFT hasta el año 2020, ahora como líder jurídico en AT&T.
Los directivos dialogaron durante sesenta minutos con el pleno de comisionados del IFT y con los titulares de las unidades de Política Regulatoria, de Cumplimiento y de Competencia Económica, todos involucrados en la construcción de lo que será la nueva resolución de política regulatoria para las empresas del grupo económico América Móvil, en su calidad de agente económico preponderante, entre ellos Telcel.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones publicará en la primera quincena de noviembre una nueva versión de política regulatoria para Telcel.
El IFT afina una nueva regulación destinada sólo a Telcel en las telecomunicaciones móviles, por ser esta una compañía que acapara la mayor parte de los ingresos y de los consumidores del mercado celular mexicano.
Será una tercera versión de la regulación asimétrica que el IFT aplica para las empresas del grupo económico América Móvil desde marzo del año 2014, con el objetivo de generar equilibrios como concurrencia y competencia en la industria de telecomunicaciones local, sobre todo en el mercado móvil donde Telcel posee al arranque del 2024 el 59% de los accesos celulares de voz y el 65.88% de las líneas de Internet móvil, así como el 37.4% de los ingresos que genera toda la industria.
Sólo en el tercer trimestre del 2024, esta empresa facturó 3,041 millones de dólares y llegó a 84.17 millones de usuarios, de los que 15.31 millones son consumidores por contrato, que además hacen de Telcel al operador con el mayor ARPU en el país: 177 pesos contra los 138 pesos de AT&T. El Ebitda de Telcel también resulta ser el más sano de toda la industria móvil, con 35,138 millones de pesos y un margen del 41.9 por ciento.
Las otras tres compañías no están en una mejor posición. Entre los mercados del mayoreo y menudeo, AT&T, Altán y Movistar acumulan un aproximado de 61 millones de usuarios móviles en México y en conjunto también, ganan alrededor de 1.5 millones de clientes por año, aunque son las que más pierden usuarios, al menos AT&T y BAIT que usa la red de Altán, mediante la Portabilidad de números.
Y su facturación tampoco es la mejor del mercado. A modo de ejemplo, el acumulado de ingresos de las tres compañías para el trimestre de primavera, de 26,793.3 millones de pesos o 1,351 millones de dólares, quedó muy debajo de los 57,731.5 millones de pesos que Telcel ingresó en el mismo periodo, equivalente a 2,911 millones de dólares.
El IFT creó una política regulatoria especial para Telmex-Telnor y Telcel desde el año 2014, conocida en esta industria como la regulación asimétrica y con objetivo de generar equilibrios de mercado, debido a que hasta ese año Telcel poseía el 70% de las conexiones móviles, mientras que Telmex acaparaba el 80% de las líneas fijas.
El IFT estableció desde entonces que haría una evaluación de los resultados de esa política regulatoria, y conforme a lo que llamó revisiones bienales, se pronunció porque habría modificaciones que pudieran derivar en una regulación más laxa o restrictiva, según la evolución que presentara el mercado de telecomunicaciones fijo y móvil en concurrencia y competencia de actores y precios, cobertura y acceso del consumidor a los servicios celulares de voz e Internet.
AT&T, Altán y Movistar pugnan porque el IFT aplique una regulación para Telcel que genere mayores equilibrios en el sector móvil.
Los competidores de Telcel proponen al IFT, que, por ejemplo, se obligue a esa compañía a realizar nuevas maneras de compartición de infraestructura, como la modalidad de Multi Operators Core Network o “MOCN”, por sus siglas en inglés.