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Dinamarca crea el primer impuesto del mundo sobre emisiones del sector agrario

El modelo establece un impuesto efectivo de 120 coronas (16 euros) por tonelada de CO2e en 2030 y de 300 coronas (40 euros) por tonelada de CO2e en 2035, con la posibilidad de un aumento más allá de 2035.

Foto EE: ESpecial

El Gobierno danés de coalición, formado por los liberales, los moderados y los socialdemócratas, ha aprobado el primer impuesto del mundo sobre las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrario para alcanzar el objetivo jurídicamente vinculante de reducirlas en un 70% para 2030.

De forma excepcional, el impuesto cuenta con el respaldo de la organización del sector agrícola, las ONG de conservación de la naturaleza y los sindicatos, que llevan meses negociando un acuerdo tripartito con el Gobierno. Basándose en estas recomendaciones, una abrumadora mayoría de siete partidos del centro de la política danesa, desde los Verdes hasta los Conservadores, han dado ahora su apoyo en el Parlamento tras las negociaciones políticas.

En general, el modelo establece un impuesto efectivo de 120 coronas (16 euros) por tonelada de CO2e en 2030 y de 300 coronas (40 euros) por tonelada de CO2e en 2035, con la posibilidad de un aumento más allá de 2035. Los ingresos se destinarán en parte a un fondo de subvenciones para apoyar la innovación y las nuevas tecnologías en la agricultura, con el fin de garantizar un sector bien equipado para el futuro.

Además, el impuesto pretende restaurar la naturaleza y la biodiversidad. Según Eurostat, Dinamarca tiene menos de un 15% de superficie forestal, y aún menos de esta superficie está intacta, lo que deja poco espacio para la biodiversidad. El 37% de todas las especies conocidas de la naturaleza danesa están en peligro de extinción.

Agotamiento del oxígeno

Dinamarca, país tradicionalmente muy dependiente de la pesca, ha sufrido un grave agotamiento del oxígeno en sus aguas interiores, lo que ha provocado la muerte de peces y el cierre de puestos de trabajo en la industria pesquera, debido en gran parte al uso excesivo de fertilizantes cerca de las costas. Este acuerdo histórico, centrado en la naturaleza, permite mejorar las condiciones de la naturaleza y la vida salvaje.

"Dinamarca será el primer país del mundo en introducir un impuesto sobre el CO2e en la agricultura. Y con el nuevo acuerdo, tendremos un ambicioso programa de nitrógeno para garantizar que los peces regresen a nuestras costas y fiordos", aseguró Jeppe Bruus, ministro del Acuerdo Tripartito sobre el impuesto sobre los gases de efecto invernadero, del Partido Socialdemócrata.

"El impuesto danés sobre el carbono significa una mayor claridad con respecto a las partes esenciales del marco regulatorio y ahora proporciona a la industria incentivos adicionales para acelerar aún más la transición", dijo Merete Juhl, directora ejecutiva del Consejo Danés de Agricultura y Alimentación (en representación de los agricultores daneses).

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