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Jaime Serra Puche propone aranceles comunes en Norteamérica

México, EU y Canadá ahora deben apostar a aumentar la integración y la competitividad regional frente a otras naciones como China y Europa mediante un acuerdo aduanero que permita tener el mismo arancel a los tres países hacia el resto del mundo, ya sea en general o solo para determinado número de sectores, considera el exnegociador del TLCAN.

Con el TLCAN, que inició en 1994, en el caso del azúcar, por ejemplo, México y Estados Unidos liberalizaron gradualmente el comercio bilateral de azúcar y ambas naciones aplicaron después contingentes arancelarios de efecto equivalente al azúcar de terceros países.

Con el TLCAN, que inició en 1994, en el caso del azúcar, por ejemplo, México y Estados Unidos liberalizaron gradualmente el comercio bilateral de azúcar y ambas naciones aplicaron después contingentes arancelarios de efecto equivalente al azúcar de terceros países.FOTO : HUGO SALAZAR / EL ECONOMISTA

Jaime Serra Puche propuso establecer aranceles comunes en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para aumentar la integración y la competitividad regional frente a otras naciones del mundo. 

Conocido por ser el principal negociador del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN y antecesor del T-MEC) y desempeñándose hoy como Presidente del Grupo Financiero BBVA México, Serra Puche indicó que estos aranceles comunes ya operan en el comercio de televisores y azúcar.

Desde su ángulo de la retrospectiva, en los primeros 10 años del TLCAN se aumentaron las importaciones y las exportaciones de los tres países integrantes, y en la siguiente década, desde los 10 a los 20 años de vigencia, no sólo siguió subiendo el comercio intrarregional, sino que creció la producción conjunta.

“Cuando llegas a ese grado de madurez como tratado, es tiempo de pensar en cómo sí lograr una mayor solidez de la integración y cómo, en grupo, América del Norte tiene para competir con China y con Europa, y creo que eso se puede lograr aunque sea de una manera parcial, con un acuerdo aduanero, que nos permita tener el mismo arancel a los tres países hacia el resto del mundo”, dijo.

Con el TLCAN, que inició en 1994, en el caso del azúcar, por ejemplo, México y Estados Unidos liberalizaron gradualmente el comercio bilateral de azúcar y ambas naciones aplicaron después contingentes arancelarios de efecto equivalente al azúcar de terceros países.

“Creo que esa es la solución o la forma de cómo se puede ir buscando un fortalecimiento del tratado; todo esto tiene que ser gradual, porque son cosas muy complicadas”, agregó Serra Puche, entrevistado por El Economista.

Después de tener aranceles comunes específicos para televisores y el azúcar, él consideró que se puede avanzar en el arancel común por medio de un determinado número de sectores o, de plano, impulsarlo como idea general, lo que califica como la parte más interesante en el futuro.

Cuestionado sobre si su propuesta será difícil de llevar a cabo en el segundo mandato del presidente estadounidense Donald Trump, respondió: “Por supuesto, pero lo mismo nos decían que iba a pasar con el TLCAN cuando empezamos”.

Prosiguió: “Nos decían: ‘no nos van a pelar o no lo van a lograr’. Pero fue un éxito. Aquí hay que decir: ‘Esto es lo que hay que hacer’. Y estar firme en el argumento, para competir con Asia, Europa y con todos. Como bloque unido, los tres países de América del Norte pueden ser muy competitivos”.

Medidas arancelarias

Horas antes de concluir su campaña, Trump anunció que en el primer día de su segundo mandato presidencial autorizará la imposición de un arancel adicional de 10% a todas las importaciones de China, además de los aranceles existentes, y un arancel de 25% a todos los productos de México y Canadá.

Trump argumentó que esos aranceles se mantendrían hasta que México y Canadá resuelvan los “problemas de drogas” transfronterizos y los asuntos de inmigración ilegal. Algunos aranceles comunes podrían afectar particularmente a China, con quien Estados Unidos mantiene una guerra comercial.

A finales de agosto pasado, Canadá, siguiendo el ejemplo que puso Estados Unidos, anunció la imposición de un nuevo arancel de 100% a vehículos eléctricos que fueran importados desde China, así como uno adicional de 25% para el acero y el aluminio también provenientes del gigante asiático. Los aranceles se aplicarán a todos los vehículos eléctricos chinos, incluidos los que son fabricados por Tesla.

Por el contrario, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador eliminó los aranceles a las importaciones de autos eléctricos desde todo el mundo, con el objetivo de impulsar su uso en el mercado mexicano; pero este beneficio culminó el 1 de octubre pasado, con la fijación de tasas de entre 15 y 20% a los vehículos eléctricos que son importados desde naciones con las que México no tiene acuerdos comerciales.

Por otro lado, con el objetivo planteado de mantener la competitividad en los sectores industriales sensibles, la Secretaría de Hacienda de México estableció aranceles temporales unilaterales de entre 5 y 50% a la importación de mercancías de 544 fracciones arancelarias.

Entre los productos que son impactados están: acero, aluminio, textiles, confección, calzado, madera, plástico y sus manufacturas, productos químicos, papel y cartón, productos cerámicos, vidrio y sus manufacturas, material eléctrico, material de transporte, instrumentos musicales y muebles. Esta medida se tomó mediante un decreto publicado el 22 de abril de 2024.

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