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No necesariamente es gastritis, lo que debes de saber sobre el cáncer de estómago
El cáncer de estómago es una de las neoplasias más agresivas y mortales que existen en la actualidad y, en México, este padecimiento ocupa el quinto lugar en diagnósticos oncológicos y el octavo en mortalidad, señala la Dra. Marytere Herrera Martínez, oncóloga médica del Centro Médico ABC.
¿A qué se le llama cáncer de estómago?
En realidad, el cáncer de estómago se conoce como cáncer gástrico y se origina en las células que revisten el estómago. Existen diferentes tipos de cánceres, pero el más frecuente es el adenocarcinoma que representa el 85% de este tipo de tumores. Otras variantes incluyen los tumores neuroendocrinos, los tumores del estroma gastrointestinal (sarcomas) y los linfomas gástricos; cada uno de estos cuenta con sus características particulares y tratamientos específicos.
Identifica si tienes factores de riesgo de cáncer gástrico
Aunque lo común es que el cáncer gástrico se presente en personas mayores de 65 años; la realidad es que en los últimos años se ha observado un aumento tanto de pacientes menores de 50 años, así como de pacientes mujeres, esto debido a múltiples circunstancias.
Dentro de los factores de riesgo más importantes están:
- Infección por Helicobacter pylori: se adquiere a través del agua contaminada y es una de las principales causas para el desarrollo de cáncer gástrico.
- Obesidad: está asociada a un mayor riesgo en el desarrollo de tumores gastrointestinales.
- Reflujo gastroesofágico: puede contribuir a la inflamación crónica y al desarrollo de cáncer.
- Factores genéticos: se estima que cerca del 10% de los casos de cáncer gástrico cuentan con factores hereditarios, aquí se incluye la presencia de familiares en primer grado con este padecimiento, así como personas que tengan algunos síndromes como el síndrome de Lynch y el síndrome de Li-Fraumeni, que aumentan la predisposición de la persona.

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Llega a un diagnóstico temprano del cáncer de estómago
La Dra. Herrera señala que uno de los principales retos al momento de abordar el cáncer gástrico es que con frecuencia se llega a un diagnóstico tardío, momento en el que el cáncer es más agresivo y disminuyen las opciones de un tratamiento exitoso.
Este diagnóstico tardío es resultado, con frecuencia, de que los síntomas iniciales se suelen confundir con gastritis.
Generalmente, una persona que está desarrollando cáncer gástrico puede experimentar una sensación de malestar abdominal, inflamación después de comer, pérdida del apetito y náuseas leves; otro síntoma es la presencia de dolor o ardor en el estómago sin una causa aparente.
Como se ve, estos síntomas suelen ser inespecíficos, por ello, es común que se retrase la consulta médica y se llegue a un diagnóstico oportuno.
Conforme la enfermedad progresa, los síntomas se vuelven más severos. Aquí los pacientes pueden desarrollar vómito con sangre, pérdida de peso inexplicable, fatiga extrema y acumulación de líquido en el abdomen, a esto último se le conoce como ascitis.
El diagnóstico se logra a través de una endoscopia digestiva, este procedimiento permite visualizar el interior del estómago y tomar una o varias biopsias para que se realice el análisis en laboratorio por parte de un médico patólogo, quien indicará o descartará la presencia de células malignas.
Otros estudios que pueden apoyar a llegar a este diagnóstico son estudios de imagen como la tomografía computarizada o la resonancia magnética, los cuales se emplean para evaluar la diseminación del cáncer, en caso de que se haya detectado, y conocer la extensión de la enfermedad.
El tratamiento del cáncer gástrico
Dependiendo de la etapa de la enfermedad, así como la condición general del paciente, se indicará uno u otro tipo de tratamiento, señala la Dra. Herrera.
En sus fases iniciales, cuando el tumor está limitado a la mucosa gástrica, se pueden realizar procedimientos endoscópicos que son mínimamente invasivos como la resección endoscópica de la mucosa o la disección submucosa endoscópica; técnicas que permiten extirpar de manera completa el tumor, sin requerir de una cirugía convencional.
Para las etapas intermedias, el tratamiento principal es la cirugía radial, esta cirugía puede ser una resección parcial o total del estómago, en función a la extensión del tumor y su ubicación. Adicionalmente, con frecuencia, se complementa con quimioterapia preoperatoria para reducir el tamaño del tumor y mejorar la probabilidad de una resección completa de este. La quimioterapia postoperatoria también puede ser requerida para eliminar células cancerosas residuales y reducir el riesgo de recurrencia.
Mientras que, en los casos avanzados o metastásicos, momento en el que el cáncer se ha diseminado a otros órganos, el tratamiento se centra en la quimioterapia sistémica, terapias dirigidas e inmunoterapia. En conjunto, esto se encamina a mejorar la calidad de vida del paciente.
En gran medida, el pronóstico del cáncer de estómago depende del estadio en el momento en que se detecta la enfermedad. Cuando el diagnóstico llega en etapas tempranas, se estima que la tasa de supervivencia a cinco años puede llegar al 72%, mientras que, en los casos avanzados, la cifra disminuye a solamente el 6%, por lo que es de gran importancia la detección temprana.

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Aunque de manera directa no hay manera de prevenir el cáncer de estómago, así como otros tipos de cáncer, la adopción de hábitos saludables y conocer los factores de riesgo son una herramienta esencial.
Mantener una dieta balanceada, así como reducir el consumo de alimentos procesados, disminuir el consumo excesivo de alcohol y eliminar el consumo de tabaco, son acciones fundamentales para mejorar la salud de todas las personas.
Uno de los factores prevenibles más importantes es la infección por la bacteria Helicobacter pylori, la cual es responsable de la mayoría de los casos de gastritis crónica y úlceras gástricas; su erradicación con el uso de antibióticos adecuados, puede reducir de manera significativa el riesgo de desarrollar cáncer gástrico.
Para los casos de las personas que cuentan con antecedentes familiares de cáncer gástrico o con mutaciones genéticas predisponentes, la vigilancia endoscópica periódica es una herramienta esencial para la detección temprana y el manejo preventivo.
Para concluir, la Dra. Herrera indica que es fundamental crear conciencia sobre la importancia de acudir al médico en caso necesario. Hay que estar conscientes de que síntomas como la gastritis no son normales y es importante atenderlos y, en caso de que estos síntomas perduren por más tiempo del debido, no se debe dejar pasar y hay que buscar un estudio endoscópico, lo cual marcará la diferencia entre un diagnóstico temprano y uno en una etapa avanzada.
El cáncer de estómago es una enfermedad letal si no se detecta a tiempo. El Centro de Cáncer del Centro Médico ABC cuenta con el equipo y personal necesario para brindar atención a este tipo de padecimientos en cada una de sus etapas, buscando ofrecer a sus pacientes el mejor resultado posible.