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Venezuela acelera venta de Monómeros ante mayores sanciones
Tras la posesión de Nicolás Maduro, el régimen del país está buscando vender los activos que aún tiene a la mano sin restricciones, uno de ellos es la empresa Monómeros Colombo Venezolanos, por 350 millones de dólares.
En medio de la cascada de sanciones que se vienen para Venezuela tras la posesión de Nicolás Maduro, el régimen del vecino país está buscando vender los activos que aún tiene a la mano sin restricciones, uno de ellos es la empresa Monómeros Colombo Venezolanos.
La empresa venezolana de fertilizantes ubicada en Barranquilla tiene un pretendiente principal, su competidora colombiana Nitrofert, que está en conversaciones para adquirir los activos de la compañía.
Su CEO, Jorge Pacheco, explicó los detalles de este negocio que sigue despertando polémicas.
¿Qué inversiones proyectan para este año?
Estamos desarrollando unas estrategias conjuntas y una debida diligencia de estudios para analizar las posibilidades jurídicas, técnicas, productivas y financieras que nos permitan hacer la compra de ciertos activos tangibles e intangibles del jugador del mercado Monómeros Colombo Venezolanos.
Esa es una jugada muy interesante porque nos podría convertir en el líder indiscutible del mercado colombiano en términos de la participación que hoy poseemos.
Monómeros está en la lupa de EE. UU. ¿Qué medidas están adoptando en materia legal?
Hay algo muy particular. Sí hay una vinculación de Monómeros dentro de un hecho noticioso y político, pero no jurídico.
Monómeros es una compañía perteneciente a Pequiven, una empresa que está en Venezuela y es parte del Gobierno venezolano y tiene sus configuraciones desde el punto de vista sancionatorio con EE. UU., pero Monómeros hoy opera en Colombia a través de una licencia de la Ofac que permite perfectamente la comercialización y manejos económicos dentro del territorio colombiano.
Y así como comercializa activos en forma de fertilizantes, también tiene la disponibilidad y habilidad de hacer cualquier tipo de negociación dentro de sus activos.
¿En qué va el negocio?
Nosotros hemos expresado claramente con nuestros abogados que están en permanentes comunicaciones, tanto en Estados Unidos con la Ofac, y con las diferentes superintendencias en Colombia, cuál es la tramitología y los requisitos fundamentales para poder analizar el perfeccionamiento del negocio y presentar las respectivas solicitudes de aprobación. En esa fase estamos en este momento, y en el momento oportuno presentaremos ante la SIC y ante la SuperSociedades toda la documentación correspondiente y los planes que tenemos.
¿La idea es concretarlo antes de que se venza la licencia?
Todo el equipo diplomático de Colombia ve esto con una visión muy importante estratégica para el país, por lo tanto, yo no descarto que esa licencia, a través de conversaciones binacionales, pueda ser extendida. Sin embargo, la licencia sí se vence en junio de este año, y nosotros tenemos la intención de cerrar el negocio muchísimo antes.
¿De cuánto es la cifra de la operación?
La aspiración de los vendedores es de US350 millones; estamos haciendo los modelos financieros para analizar las ventajas.