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Chiapas y Baja California Sur, únicos estados con alza en remesas ante superpeso e inflación
A nivel nacional, la apreciación de la moneda nacional frente al dólar y los elevados precios al consumidor restaron poder adquisitivo a l dinero que envían los connacionales.
La fortaleza del peso frente al dólar y la aún elevada inflación provocan que las remesas pierdan capacidad de compra para las familias mexicanas, aunque Chiapas y Baja California Sur lograron evadir este escenario.
De acuerdo con datos de Banco de México, el territorio nacional captó 30,238.3 millones de dólares de remesas durante el primer semestre del año, que significó un aumento 9.9% anual.
Sin embargo, al convertir estos ingresos en pesos, usando como referencia el tipo de cambio FIX (promedio de 17.69 pesos por dólar en el lapso citado), resulta un monto de 548,339 millones de pesos, 1.6% menos respecto a la primera mitad del 2022.
Mientras ajustando esta cifra con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), se observa que el flujo de remesas cae 7.7% anual. Es decir, el superpeso y la alta inflación mermaron el poder de gasto de las remesas en los hogares del país.
En dólares, solamente dos entidades mostraron descensos en el ingreso por remesas: Tabasco (-3.3% anual) y Sinaloa (5.1 por ciento).
En tanto, al realizar la conversión en pesos, ya únicamente ocho estados mostraron aumentos: Chiapas (34.7%), Baja California Sur (20.9%), Puebla (6.6%), Estado de México (5.4%), Aguascalientes (3.9%), Veracruz (2.3%), Yucatán (2.0%) y Tlaxcala (0.4 por ciento).
Por último, aplicando el INPC de cada estado, resultó que sólo Chiapas y Baja California Sur ostentaron alzas en la captación de remesas, con variaciones de 25.9 y 13.7%, respectivamente, logrando sortear las fluctuaciones en el tipo de cambio y la tasa de inflación.
Para Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Banco Base, el aumento en Chiapas derivó del aumento en sus niveles de pobreza, lo que se traduce en que hay más personas que han optado por irse a Estados Unidos.
“En Chiapas se necesita ese ingreso de remesas y es un estado considerado pobre. No hay muchas oportunidades laborales y eso ha hecho que el chiapaneco se vaya al exterior y que tengan que enviarle dinero a sus familiares”, explicó a El Economista.
Al detallar que una gran parte de la población necesita las remesas para poder consumir e incluso sobrevivir, detalló que pese a la apreciación del peso y a la elevada inflación, sobresale la variación positiva.
“Las remesas de Chiapas representan 6.80% de las que se reciben en el total nacional; en primer lugar está Jalisco con 8.76% y después le sigue Michoacán con 8.60%”, añadió la especialista.
Poca participación
Gabriela Siller dijo que en Baja California Sur el comportamiento de las remesas no se relaciona con un alza en migrantes. “La entidad recibe menos de 1% del total nacional, con tantito que suba se ve un incremento”.
Por su parte, el académico del Tecnológico de Monterrey, Héctor Magaña, señaló que para las dos entidades es complicado que se mantenga el ritmo de crecimiento, debido a que posiblemente el sueldo de los trabajadores que envían los recursos desde Estados Unidos no muestre incrementos significativos.
“Estados Unidos ha moderado su ritmo de crecimiento, lo cual se traduce en una actividad económica menos vigorosa que limita el envío de dinero de los trabajadores a sus familias en nuestro país. Debemos tener en cuenta el peligro de la recesión económica en este país y su impacto”, añadió.
Efecto regional
Al revisar el INPC estatal acumulado a junio, resulta que solamente cayeron los precios en Sonora, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur, que integran la región Mar de Cortés.
Este comportamiento, detalló Héctor Magaña, tiene que ver principalmente con las actividades primarias, específicamente con que la zona tiene mayor acceso a productos primarios alimentarios y por eso se ve beneficiada, por ejemplo, Sinaloa con su agroindustria.