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Debilidad económica del país ya impacta en recursos para los estados
En septiembre del 2019, las participaciones federales exhibieron una caída de 1.9% a tasa anual real, la segunda al hilo y tercera en lo que va del año.
La debilidad económica del país ya se reflejó en los recursos que transfiere la Federación a los estados y municipios a través del Ramo 28: participaciones, que registra dos variaciones negativas al hilo.
Este ramo del gasto federalizado —el más importante—, que pertenece al gasto no programable (ejercicio libre de los recursos), depende del nivel de recaudación, que se determina por la actividad económica y petrolera. Es decir, ante un menor crecimiento económico, el dinero proveniente de las participaciones desciende, y viceversa.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el Producto Interno Bruto (PIB) nacional cayó 0.4% a tasa anual desestacionalizada en el tercer trimestre del 2019, la primera disminución desde el cuarto trimestre del 2009 —año de la crisis económica y financiera— (1.8%); mientras en el acumulado de los primeros nueve meses del año se muestra un decrecimiento de 0.01% de la economía mexicana.
Este comportamiento se manifestó en el nivel de recaudación del territorio nacional. En el noveno mes del año, la Recaudación Federal Participable se contrajo 4.6% a tasa anual real, la segunda caída de forma consecutiva, producto de disminuciones en el ISR, IVA, automóviles nuevos, Tenencia y comercio exterior, así como en ingresos petroleros, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Por lo anterior, en septiembre del 2019, las participaciones federales exhibieron una baja de 1.9% a tasa anual real, la segunda al hilo y tercera en lo que va del año.
De los 13 fondos que componen al Ramo 28, nueve presentaron descensos anuales en el periodo de referencia: Impuesto sobre Automóviles Nuevos (2.1%), Fondo de Fiscalización (2.9%), 0.136% de la RFP, Fondo de Fomento Municipal, Fondo General (cada uno con 4.3%), Incentivos Económicos (6.1%), IEPS a gasolinas (8.6%), Fondo de Compensación de Repecos e Intermedios (12.3%) y Tenencia (58.7 por ciento).
Con estos resultados, se observa la debilidad económica que hay en el país, particularmente en el consumo privado, reflejado en los niveles recaudatorios.
“Su carácter principal del Ramo 28 es resarcitorio; por lo que tiene como fin asignar los recursos de manera proporcional a la participación de las entidades en la actividad económica y la recaudación; por lo tanto, pretende generar incentivos para incrementar el crecimiento económico y el esfuerzo recaudatorio”, detalla el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2020.
La merma recaudatoria en México se exterioriza, por ejemplo, en el Fondo de Fomento Municipal, integrado con 1% de la RFP, que incentiva la recaudación local, así como la coordinación entre los municipios y el gobierno estatal para la administración del Predial; en el Fondo de Fiscalización y Recaudación, integrado con 1.25% de la RFP, que premia e incentiva las labores de fiscalización (eficiencia y fortaleza recaudatoria) que realizan las entidades, y en el fondo correspondiente a 0.136% de la RFP, que se entrega a los municipios colindantes con la frontera o los litorales por los que materialmente se realiza la entrada o la salida del país de los bienes que se importan o exportan. Todos estos fondos disminuyeron.
Aunque el foco de atención se centra en el Fondo General de Participaciones, que se constituye con 20% de la RFP, atendiendo a criterios de contribución económica y recaudatorios, ponderados por población, debido a que además de contraerse, concentró 69.3% de los recursos de las participaciones federales.
Del lado positivo, destacan los aumentos en el IEPS (62.5%), Fondo de Extracción de Hidrocarburos (10.2%), Fondo ISR (9.5%) y Derecho Adicional sobre la Extracción de Petróleo (7.6 por ciento).
Por territorio
Por entidad federativa, las participaciones disminuyeron en 19 estados durante el mes de septiembre del 2019, destacando Guerrero (32.9%), Baja California Sur (7.9%), Yucatán (7.8%) y Veracruz (7.3%); tres de estos estados pertenecen al sur-sureste, prioridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cuya economía se ubica en fase recesiva (disminuyó 2.0% a tasa anual desestacionalizada en el segundo trimestre del 2019 y 0.8% en los primeros tres meses del año).
Al otro extremo, los mayores aumentos se dieron en San Luis Potosí (14.4%), Michoacán (9.9%) y Colima (5.2%); el primero sobresale como uno de los estados del Bajío, la región más dinámica de la administración federal anterior, y los otros, por albergar a los puertos con mayor movilización de carga en el país (Lázaro Cárdenas y Manzanillo, respectivamente —apuestan por una alianza que los convierta en una zona logística portuaria—).
Los territorios que más recibieron recursos por el Ramo 28 fueron el Estado de México (9,352.4 millones de pesos), la capital del país (7,495.8 millones), Jalisco (4,352.0 millones), Veracruz (3,941.6 millones) y Nuevo León (3,163.0 millones); mientras los estados con menos recursos, Nayarit (638.1 millones), Baja California Sur (494.9 millones) y Colima (493.1 millones).
El total
El dinero que transfiere la Federación a estados y municipios dibujó una recuperación. El gasto federalizado son los recursos federales para los gobiernos locales, que se integran por participaciones, aportaciones, convenios de coordinación en materia de descentralización y reasignación, y subsidios, sumó 148,498 millones de pesos en septiembre del 2019, que representó un crecimiento anual real de 1.1%, tras 10 meses con caídas.
Este incremento provino de tasas positivas en Recursos para Protección Social en Salud (434.8%), Convenios de Descentralización (19.4%) y aportaciones (4.8 por ciento).
PPEF
Es importante recordar que el gasto federalizado previsto en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 suma 1.97 billones de pesos, menor en 0.5% real con relación al presupuesto aprobado para el 2019.
Con la bolsa extra por 31,600 millones de pesos que se anunció la semana pasada para el fortalecimiento fiscal de los estados el próximo año, el gasto federalizado ascendería a 2.00 billones de pesos, que significaría un aumento, en términos reales de 1.1 por ciento.